Eres alada fantasía del viaje eterno en que no vuelo.
Reverberación de ti cada mañana donde presto muero. /
Agonizas mi fragilidad, adivinas el andar, tuyo soy esclavo y siervo. /
Atas las amarras con dolor, pares un segundo de razón.
Instante ése, nunca el ayer, único, imprecisión de luz, de sol. /
De la vida, prontitud es la inquietud en capituladas horas;
inmensidad tu resplandor, fortaleza, desilusión mayor entre mis manos. /
Surco nuevo soy en tu regazo, vida sin germinar si aún lloras el pasado. /
En la profundidad de lo que soy, emerges sola, irrumpes en el tiempo.
Cuán te extraño; en tu intensidad llevas mi andar, soledad y pensamiento. /
Plantas un resquicio de fe, de luz tan natural, en pétalos de piel;
en tu blasonar septentrional, alma y voz del calendario. /
Hoy eres compás final de nuestro baile en el escenario;
ausencia, dolor, páramo; es el infortunio escrito en nuestro diario. /
Autor: Benjamín Torres Uballe; prohibida la reproducción total o parcial a través de cualquier medio con fines de lucro sin la autorización por escrito del autor.
Benjamín Torres Uballe. Ciudad de México. Escritor de poesía y cuento. Ha publicado dos poemarios. Es colaborador de la revista cultural "El Búho" www.revistaelbuho.com. También es articulista del portal de noticias www.ferriz.com.mx. Bienvenidos.
sábado, 24 de septiembre de 2011
domingo, 18 de septiembre de 2011
EL HOMBRE
Va el hombre detrás de la vida, a destiempo;
en el crujir de la noche dura, tanta maldad exaltada.
Inmerso ya, ahogándose en traiciones. ¡Qué tristeza, cuánta soberbia!;
ensimismado es él, por él.
Bebe la hiel que a borbotones desprecia el tiempo.
Se va, en el espejismo final del retroceso inquieto;
no es eterno, no su corazón certero, muere de sed;
quiere ser hombre y mujer, quiere morirse todo en silencio.
Tiene mirada y corazón de fuego, está quemándose solo por dentro;
miserable es su dolor, esclavo pronto, prisión del blanco y negro.
Emisario de su dios, es perversidad, vileza, pretexto, débil voz.
Ambigüedad de sol, inminencia de las manos, feligrés tan inexacto.
Desesperado busca sombra de ocasión, ignorante, ¡qué perdición!
Su vuelo es odio rasante, desigualdad particular, veneno en su vientre;
esclavo de ir y volver, invalidado juez en desasosegadas horas tarde.
Nómada en el desabrigo, del amor, del error en lo vivido, de la seducción;
la ferocidad es aroma irracional que lo ha ungido.
Bestia maldita, verdugo impío, tormento que lo ha engullido.
A ese hombre, no hay retribución, no hay espaciosidad, no hay lamento.
El dolor no es oropel: es sangre, angustia, arrepentimiento, llanto.
La memoria se extraviará, en el destierro execrable,
sus lamentos gemirán, nadie escuchará, la piedad es modo imperceptible.
Hombre, desagravia el amor, duerme pleno, son horas de dolerse;
de redimir la paz, de tener erguida la frente, de plantar nueva simiente.
Autor: Benjamín Torres Uballe; prohibida la reproducción total o parcial a través de cualquier medio con fines de lucro sin la autorización por escrito del autor.
en el crujir de la noche dura, tanta maldad exaltada.
Inmerso ya, ahogándose en traiciones. ¡Qué tristeza, cuánta soberbia!;
ensimismado es él, por él.
Bebe la hiel que a borbotones desprecia el tiempo.
Se va, en el espejismo final del retroceso inquieto;
no es eterno, no su corazón certero, muere de sed;
quiere ser hombre y mujer, quiere morirse todo en silencio.
Tiene mirada y corazón de fuego, está quemándose solo por dentro;
miserable es su dolor, esclavo pronto, prisión del blanco y negro.
Emisario de su dios, es perversidad, vileza, pretexto, débil voz.
Ambigüedad de sol, inminencia de las manos, feligrés tan inexacto.
Desesperado busca sombra de ocasión, ignorante, ¡qué perdición!
Su vuelo es odio rasante, desigualdad particular, veneno en su vientre;
esclavo de ir y volver, invalidado juez en desasosegadas horas tarde.
Nómada en el desabrigo, del amor, del error en lo vivido, de la seducción;
la ferocidad es aroma irracional que lo ha ungido.
Bestia maldita, verdugo impío, tormento que lo ha engullido.
A ese hombre, no hay retribución, no hay espaciosidad, no hay lamento.
El dolor no es oropel: es sangre, angustia, arrepentimiento, llanto.
La memoria se extraviará, en el destierro execrable,
sus lamentos gemirán, nadie escuchará, la piedad es modo imperceptible.
Hombre, desagravia el amor, duerme pleno, son horas de dolerse;
de redimir la paz, de tener erguida la frente, de plantar nueva simiente.
Autor: Benjamín Torres Uballe; prohibida la reproducción total o parcial a través de cualquier medio con fines de lucro sin la autorización por escrito del autor.
jueves, 15 de septiembre de 2011
VÉRTIGO
Tañe la vida en la insaciada tarde,
en este vértigo en que voy buscándote en mi sangre.
Ahora se queda el otoño joven en mi casa, en tu vientre,
en el sereno continuar de mi alma, y de la mente.
La necesidad, mujer, eres tú; de vivir, de amar, de existir.
De estar aquí, eternizándome en el milagro de tu canto.
A partir de necesarias horas doradas somos resplandor de sol.
Y necesitamos nada; a excepción de Dios, aquí lo somos todo.
Razones tengo en las palabras, y motivos nunca a explicarlas.
Sé que al mirarte entro en colisión, es refundar lo inadvertido.
Por ti he desandado el camino, desnudado mis cansadas manos;
fustigado la soledad, la ansiedad; hoy entiendo sólo que te amo.
Besas mi corazón y cuánto lo celebro, porque renaces,
tus latidos pronta reflexión, coincidencia en que te abrazo.
Tú, tanta libertad en que me entrego, a veces paz, a veces fuego;
simplemente mi verdad, luz universal en que te llevo.
Nada pedimos de sueños lejanos, son dolor e innecesarios;
tu clamor es como rumor, suave brisa en nuestros labios.
Eres tiempo vivo, estás vestida de paciencia, virtud en plenitud;
igual que hierba fresca de septiembre, vidas juntas que amanecen.
Tantos sueños perennes son placer, claros fulgores de luna;
están escritos con diamantes, con un don, en tus ojos de aceituna.
No es preciso correr más rápido que el tiempo.
Hoy somos eso tú y yo: verdad, vida y nuestros cuerpos…
Autor: Benjamín Torres Uballe; prohibida la reproducción total o parcial a través de cualquier medio con fines de lucro sin la autorización por escrito del autor.
en este vértigo en que voy buscándote en mi sangre.
Ahora se queda el otoño joven en mi casa, en tu vientre,
en el sereno continuar de mi alma, y de la mente.
La necesidad, mujer, eres tú; de vivir, de amar, de existir.
De estar aquí, eternizándome en el milagro de tu canto.
A partir de necesarias horas doradas somos resplandor de sol.
Y necesitamos nada; a excepción de Dios, aquí lo somos todo.
Razones tengo en las palabras, y motivos nunca a explicarlas.
Sé que al mirarte entro en colisión, es refundar lo inadvertido.
Por ti he desandado el camino, desnudado mis cansadas manos;
fustigado la soledad, la ansiedad; hoy entiendo sólo que te amo.
Besas mi corazón y cuánto lo celebro, porque renaces,
tus latidos pronta reflexión, coincidencia en que te abrazo.
Tú, tanta libertad en que me entrego, a veces paz, a veces fuego;
simplemente mi verdad, luz universal en que te llevo.
Nada pedimos de sueños lejanos, son dolor e innecesarios;
tu clamor es como rumor, suave brisa en nuestros labios.
Eres tiempo vivo, estás vestida de paciencia, virtud en plenitud;
igual que hierba fresca de septiembre, vidas juntas que amanecen.
Tantos sueños perennes son placer, claros fulgores de luna;
están escritos con diamantes, con un don, en tus ojos de aceituna.
No es preciso correr más rápido que el tiempo.
Hoy somos eso tú y yo: verdad, vida y nuestros cuerpos…
Autor: Benjamín Torres Uballe; prohibida la reproducción total o parcial a través de cualquier medio con fines de lucro sin la autorización por escrito del autor.
miércoles, 7 de septiembre de 2011
SEÑORA
Ven, señora de las catorce lunas;
irrumpe en mi corazón, avasállalo.
Domínalo hasta la sometida gota de sangre;
esclavízanos como saetas perdidas. /
Haz de mis ojos cascada y agua salada;
renueva las simientes de mi vida toda.
Quédate, sé inmortal necesidad en mí;
rásgame en el amanecer la piel, señora. /
Madona, sólo dilo, por ti se rinden las horas;
se entregan irónicas, en el sarcasmo de mi correría.
Sacúdeme, trota en mí cual furiosa amazona;
y luego apacíguame, quédate, sedúceme. /
Escribe las postreras letras al final, en un abrazo,
vacía tu flor de amor, que dure sí, hasta el ocaso.
Y luego en la noche otra vez, renacer en tu regazo;
igual que ayer, igual que hoy, en el glorificar de tus ojazos. /
Aquí prohibido nada hay, todo lo comienzas tú, todo;
en el requiebro de tu cuerpo, en los besos o el silencio.
Fuera nada hay, fallece el tiempo, es otra luz del pensamiento;
tan sólo me conduce tu mano, mañana, tarde, para siempre. /
Autor: Benjamín Torres Uballe; prohibida la reproducción total o parcial a través de cualquier medio con fines de lucro sin la autorización por escrito del autor
irrumpe en mi corazón, avasállalo.
Domínalo hasta la sometida gota de sangre;
esclavízanos como saetas perdidas. /
Haz de mis ojos cascada y agua salada;
renueva las simientes de mi vida toda.
Quédate, sé inmortal necesidad en mí;
rásgame en el amanecer la piel, señora. /
Madona, sólo dilo, por ti se rinden las horas;
se entregan irónicas, en el sarcasmo de mi correría.
Sacúdeme, trota en mí cual furiosa amazona;
y luego apacíguame, quédate, sedúceme. /
Escribe las postreras letras al final, en un abrazo,
vacía tu flor de amor, que dure sí, hasta el ocaso.
Y luego en la noche otra vez, renacer en tu regazo;
igual que ayer, igual que hoy, en el glorificar de tus ojazos. /
Aquí prohibido nada hay, todo lo comienzas tú, todo;
en el requiebro de tu cuerpo, en los besos o el silencio.
Fuera nada hay, fallece el tiempo, es otra luz del pensamiento;
tan sólo me conduce tu mano, mañana, tarde, para siempre. /
Autor: Benjamín Torres Uballe; prohibida la reproducción total o parcial a través de cualquier medio con fines de lucro sin la autorización por escrito del autor
martes, 6 de septiembre de 2011
RITUAL
Cuento
La intensidad del ruido que producen los automóviles fuera de nuestro departamento, allá en la calle, va en aumento a pesar de que en las ventanas instalamos hace meses, el sistema de vidrios dobles; no puedo ya dormir cómodamente, pero continúo con los ojos cerrados, estimo que son alrededor de las 6 de la mañana y la alarma del reloj sonará media hora después, aún está obscuro en este jueves laboral de finales de otoño, el frío es severo, así que dejar la cama cuesta más trabajo de lo habitual.
¡No por favor! La alarma como loca de atar estalla en ese taladrante ruidillo, francamente lo alucino, un buen día arrojaré por la ventana esa derivación maquiavélica de Chronos; entonces sucede lo de siempre, ella se despierta y de
inmediato busca mi mano, la abrazo delicadamente por el cuello y nos quedamos unos minutos más somnolientos, la miro y la admiro, ¡qué linda es!, para decirlo con absoluta franqueza, me saqué el premio mayor en esta lotería del amor y en el juego oficial llamado vida.
Debo llegar al trabajo a las 8:00 a.m. igual que ella; pero después de mirarnos como tórtolos por muchos minutos, sabemos que la puntualidad hoy no estará presente en el inicio de nuestras actividades laborales, lo cual no tiene mayor repercusión, privilegios que nuestros niveles jerárquicos permiten de vez en cuando.
Fuera pijamas, al pequeño cuarto de baño no le cabe una partícula más de vapor, el agua caliente es una caricia placentera, igual que sus manos, sus brazos, sus besos; en tanto pasa el estropajo por mi cuerpo, me dice -Te Amo- con esos ojazos verdes de ensueño, enamorados, y entre kilos de espuma termina por volverme loco, de olvidar el mundo, de vivir por ella y para ella.
Me visto, en quince minutos estoy listo; traje azul marino, camisa blanca con mis iniciales bordadas, corbata guinda, y su aroma, sí su aroma, el perfume que me regaló en mi pasado cumpleaños “Bleu de Chanel” me fascina, huelo a ella todo el día. Definitivamente sé que no estoy enamorado, ¡Estoy completamente perdido por ella!
Ahora permanezco sentado embelesado mirándola como se viste y arregla, tarda y me desespero, pero bien vale la pena, al final se ve impresionante en ese traje sastre gris perla, me encanta su elegancia, su clase; después de su cara tan bonita y su cabello rubio, es lo que más me atrae de ella.
Ambos preparamos el desayuno, en tanto, nos reímos de cualquier ocurrencia como bobos, como dos bárbaros enamorados; café, yogurt, huevos con jamón, pan integral tostado, y risa ininterrumpida cuando bebo leche directamente del envase y me dice que no niego mi humilde origen ni el código postal.
Descendemos por el elevador los cuatro pisos hasta el estacionamiento; me persigna antes de abordar su auto, nos besamos suavecito en la boca, espero que gire a la derecha en la esquina, y entonces salgo en el mío, coloco el CD de Andrea Bocelli que ella me regaló cuando cumplimos un año de vivir juntos ; “Por ti volaré” es mi favorita y cómo no, si esta mujer, mi mujer, hace un buen rato que me trae volando por todos lados, a cualquier hora… en cualquier lugar… en nuestro ritual.
Autor: Benjamìn Torres Uballe; prohibida la reproducciòn total o parcial a travès de cualquier medio con fines de lucro sin la autorizaciòn por escrito del autor.
La intensidad del ruido que producen los automóviles fuera de nuestro departamento, allá en la calle, va en aumento a pesar de que en las ventanas instalamos hace meses, el sistema de vidrios dobles; no puedo ya dormir cómodamente, pero continúo con los ojos cerrados, estimo que son alrededor de las 6 de la mañana y la alarma del reloj sonará media hora después, aún está obscuro en este jueves laboral de finales de otoño, el frío es severo, así que dejar la cama cuesta más trabajo de lo habitual.
¡No por favor! La alarma como loca de atar estalla en ese taladrante ruidillo, francamente lo alucino, un buen día arrojaré por la ventana esa derivación maquiavélica de Chronos; entonces sucede lo de siempre, ella se despierta y de
inmediato busca mi mano, la abrazo delicadamente por el cuello y nos quedamos unos minutos más somnolientos, la miro y la admiro, ¡qué linda es!, para decirlo con absoluta franqueza, me saqué el premio mayor en esta lotería del amor y en el juego oficial llamado vida.
Debo llegar al trabajo a las 8:00 a.m. igual que ella; pero después de mirarnos como tórtolos por muchos minutos, sabemos que la puntualidad hoy no estará presente en el inicio de nuestras actividades laborales, lo cual no tiene mayor repercusión, privilegios que nuestros niveles jerárquicos permiten de vez en cuando.
Fuera pijamas, al pequeño cuarto de baño no le cabe una partícula más de vapor, el agua caliente es una caricia placentera, igual que sus manos, sus brazos, sus besos; en tanto pasa el estropajo por mi cuerpo, me dice -Te Amo- con esos ojazos verdes de ensueño, enamorados, y entre kilos de espuma termina por volverme loco, de olvidar el mundo, de vivir por ella y para ella.
Me visto, en quince minutos estoy listo; traje azul marino, camisa blanca con mis iniciales bordadas, corbata guinda, y su aroma, sí su aroma, el perfume que me regaló en mi pasado cumpleaños “Bleu de Chanel” me fascina, huelo a ella todo el día. Definitivamente sé que no estoy enamorado, ¡Estoy completamente perdido por ella!
Ahora permanezco sentado embelesado mirándola como se viste y arregla, tarda y me desespero, pero bien vale la pena, al final se ve impresionante en ese traje sastre gris perla, me encanta su elegancia, su clase; después de su cara tan bonita y su cabello rubio, es lo que más me atrae de ella.
Ambos preparamos el desayuno, en tanto, nos reímos de cualquier ocurrencia como bobos, como dos bárbaros enamorados; café, yogurt, huevos con jamón, pan integral tostado, y risa ininterrumpida cuando bebo leche directamente del envase y me dice que no niego mi humilde origen ni el código postal.
Descendemos por el elevador los cuatro pisos hasta el estacionamiento; me persigna antes de abordar su auto, nos besamos suavecito en la boca, espero que gire a la derecha en la esquina, y entonces salgo en el mío, coloco el CD de Andrea Bocelli que ella me regaló cuando cumplimos un año de vivir juntos ; “Por ti volaré” es mi favorita y cómo no, si esta mujer, mi mujer, hace un buen rato que me trae volando por todos lados, a cualquier hora… en cualquier lugar… en nuestro ritual.
Autor: Benjamìn Torres Uballe; prohibida la reproducciòn total o parcial a travès de cualquier medio con fines de lucro sin la autorizaciòn por escrito del autor.
jueves, 25 de agosto de 2011
SOMALIA
Artículo
Este día me guardaré toda la frivolidad que groseramente llevo en mí desde que a mis padres se les ocurrió engendrarme no sé si para bien o para mal, en un otoño del siglo pasado; hoy escribiré de un campo de terror, tan absurdo y vergonzante como el de los nazis, así de esa dimensiòn.
Aunque sistemáticamente rehúyo los compromisos, principalmente y con mucho éxito el del innecesario matrimonio; el tema de la barbarie en Somalia, francamente me ha hecho trizas, perturbado como pocas cosas en mi ya añorosa vida. Las imágenes en los noticieros de televisión e internet, resultan dantescas, inmorales, absolutamente inhumanas y perversas.
Los niños en estado de agonía, con moscas en sus caritas, con sus esqueléticos cuerpos a la intemperie, se convierten en un grito desgarrador de piedad a la humanidad entera, a nuestras blindadas conciencias, erosionadas desde hace mucho tiempo por diversas ocupaciones cotidianas.
Los países mirando únicamente sus intereses económicos y políticos, derrochando recursos en temas tan triviales como guerras, investigaciones “científicas” que poco ayudan al ciudadano común, en carreras nucleares, en oropel de celebraciones demenciales, en dimes y diretes.
Esa enorme barbarie en Somalia y en otros países del “Cuerno de África", son claramente la negación del hombre por el hombre, y hay que decirlo con voz fuerte; tan inmensa tragedia no se generó de forma espontánea en un día, era evidentemente una catástrofe anunciada hacía varios años, la hambruna merodeaba cada vez más próxima y agresiva cual bestia apocalìptica, especialmente en ese país africano; entonces, después de que África ha sido “saqueada” desde hace años, ¿quién se beneficia con esta hecatombe?
Los políticos de todo el mundo en lo suyo, en lo que son especialistas, y aquí no hay honrosas excepciones; medrando con el poder, con el dinero, ver dónde pueden beneficiarse inmoralmente o quizás legalmente sí, pero con una interrogante moral y ética en sus decisiones.
Los medios de comunicación ven esta tragedia nada más que con signo de dinero, y la cobertura es en proporción directa a la retribución que obtienen a través de vender a sus audiencias, minutos y minutos o planas y planas de publicidad, y cuando el rating ya no da, sencillamente olvidarán la noticia; el comunicar, primero es negocio y si sobra tiempo, pues algo de responsabilidad social, por supuesto nada que ver con los ideales de Don Francisco Zarco.
Nosotros los ciudadanos de a pie, como usted y yo, en todo el mundo, somos igual que siempre quienes podemos solucionar pronto y eficazmente esa aberración de años de los gobernantes en esa Nación que se han enriquecido obscenamente a manos llenas, llevándola a tal miseria, que hoy enfrentan las consecuencias, sólo que la factura en el recuento de los daños, es a cargo de los niños somalíes.
En lo personal, y al menos de momento, he dejado de pensar mezquinamente, estúpidamente, en qué Bar me reuniré mañana con mis amigos, cuál traje y corbata usaré para lucir mejor ante ellas, quién de todas es la más cool, decente y bonita para llevarla como pareja a la graduación de mi sobrina, qué reloj es el mejor accesorio para tal ocasión, es decir, trivialidades, inmundicias, ligerezas de mente y espíritu, mientras tanto y en lo que he escrito estas líneas, han muerto por hambre en Somalia 20 niños; así que al carajo, ya no escribiré sobre el tema, pues no quiero sumar muertos en mi conciencia, y menos si cuando escribo estoy llorando…como niño…con hambre…
Autor: Benjamín Torres Uballe; prohibida la reproducción total o parcial a través de cualquier medio con fines de lucro sin la autorización por escrito del autor.
Este día me guardaré toda la frivolidad que groseramente llevo en mí desde que a mis padres se les ocurrió engendrarme no sé si para bien o para mal, en un otoño del siglo pasado; hoy escribiré de un campo de terror, tan absurdo y vergonzante como el de los nazis, así de esa dimensiòn.
Aunque sistemáticamente rehúyo los compromisos, principalmente y con mucho éxito el del innecesario matrimonio; el tema de la barbarie en Somalia, francamente me ha hecho trizas, perturbado como pocas cosas en mi ya añorosa vida. Las imágenes en los noticieros de televisión e internet, resultan dantescas, inmorales, absolutamente inhumanas y perversas.
Los niños en estado de agonía, con moscas en sus caritas, con sus esqueléticos cuerpos a la intemperie, se convierten en un grito desgarrador de piedad a la humanidad entera, a nuestras blindadas conciencias, erosionadas desde hace mucho tiempo por diversas ocupaciones cotidianas.
Los países mirando únicamente sus intereses económicos y políticos, derrochando recursos en temas tan triviales como guerras, investigaciones “científicas” que poco ayudan al ciudadano común, en carreras nucleares, en oropel de celebraciones demenciales, en dimes y diretes.
Esa enorme barbarie en Somalia y en otros países del “Cuerno de África", son claramente la negación del hombre por el hombre, y hay que decirlo con voz fuerte; tan inmensa tragedia no se generó de forma espontánea en un día, era evidentemente una catástrofe anunciada hacía varios años, la hambruna merodeaba cada vez más próxima y agresiva cual bestia apocalìptica, especialmente en ese país africano; entonces, después de que África ha sido “saqueada” desde hace años, ¿quién se beneficia con esta hecatombe?
Los políticos de todo el mundo en lo suyo, en lo que son especialistas, y aquí no hay honrosas excepciones; medrando con el poder, con el dinero, ver dónde pueden beneficiarse inmoralmente o quizás legalmente sí, pero con una interrogante moral y ética en sus decisiones.
Los medios de comunicación ven esta tragedia nada más que con signo de dinero, y la cobertura es en proporción directa a la retribución que obtienen a través de vender a sus audiencias, minutos y minutos o planas y planas de publicidad, y cuando el rating ya no da, sencillamente olvidarán la noticia; el comunicar, primero es negocio y si sobra tiempo, pues algo de responsabilidad social, por supuesto nada que ver con los ideales de Don Francisco Zarco.
Nosotros los ciudadanos de a pie, como usted y yo, en todo el mundo, somos igual que siempre quienes podemos solucionar pronto y eficazmente esa aberración de años de los gobernantes en esa Nación que se han enriquecido obscenamente a manos llenas, llevándola a tal miseria, que hoy enfrentan las consecuencias, sólo que la factura en el recuento de los daños, es a cargo de los niños somalíes.
En lo personal, y al menos de momento, he dejado de pensar mezquinamente, estúpidamente, en qué Bar me reuniré mañana con mis amigos, cuál traje y corbata usaré para lucir mejor ante ellas, quién de todas es la más cool, decente y bonita para llevarla como pareja a la graduación de mi sobrina, qué reloj es el mejor accesorio para tal ocasión, es decir, trivialidades, inmundicias, ligerezas de mente y espíritu, mientras tanto y en lo que he escrito estas líneas, han muerto por hambre en Somalia 20 niños; así que al carajo, ya no escribiré sobre el tema, pues no quiero sumar muertos en mi conciencia, y menos si cuando escribo estoy llorando…como niño…con hambre…
Autor: Benjamín Torres Uballe; prohibida la reproducción total o parcial a través de cualquier medio con fines de lucro sin la autorización por escrito del autor.
martes, 5 de julio de 2011
ESPLENDOR
Me gusta el esplendor de la vida;
despertar tan vivo, incluso cuanto duela.
Que fluya en mí renovado sol de amaneceres.
Girar la página, en ritual aguardando los ayeres. /
Qué feliz sentir la vida en moléculas del agua,
acariciándome la piel, consintiendo la mañana.
Tanta ilusión que otra vez me recuerda esa sonata.
En tanto siento me acicalo, no soy pequeñez (soy como jilguero). /
Vierto aroma de tu esencia y se exaltan los sentidos.
Entonces es mi piel, tierra fértil de oraciones.
Agradezco estar vivo, feliz, pleno, en paz conmigo.
Nada más falta, nada más existe a este brillo de domingo. /
Salgo y camino, mi corazón palpita, se dilata, precipita.
Cuando te miro, soberbia, pues eres causa de mi vida.
No hay más en mí, eres luz en mi camino, motivo portentoso.
Eres justo lo que soy, cuando por ti... es que me miro vivo… /
Autor: Benjamín Torres Uballe; prohibida la reproducción total o parcial a través de cualquier medio con fines de lucro sin la autorización por escrito del autor.
despertar tan vivo, incluso cuanto duela.
Que fluya en mí renovado sol de amaneceres.
Girar la página, en ritual aguardando los ayeres. /
Qué feliz sentir la vida en moléculas del agua,
acariciándome la piel, consintiendo la mañana.
Tanta ilusión que otra vez me recuerda esa sonata.
En tanto siento me acicalo, no soy pequeñez (soy como jilguero). /
Vierto aroma de tu esencia y se exaltan los sentidos.
Entonces es mi piel, tierra fértil de oraciones.
Agradezco estar vivo, feliz, pleno, en paz conmigo.
Nada más falta, nada más existe a este brillo de domingo. /
Salgo y camino, mi corazón palpita, se dilata, precipita.
Cuando te miro, soberbia, pues eres causa de mi vida.
No hay más en mí, eres luz en mi camino, motivo portentoso.
Eres justo lo que soy, cuando por ti... es que me miro vivo… /
Autor: Benjamín Torres Uballe; prohibida la reproducción total o parcial a través de cualquier medio con fines de lucro sin la autorización por escrito del autor.
viernes, 1 de julio de 2011
CONVERSACION
29/6/2011
Cuento
¿Qué escuchas? Preguntó la voz, “Música Acuática, Suite No 2, Aria” de Haendel, contesté. Estaba en mi automóvil esperando a mis sobrinos para llevarlos al colegio; eran las 7:30 de esa mañana de miércoles a finales de Junio, lloviznaba, hacía frío y el cielo estaba totalmente cerrado lo que le daba aspecto melancólico parecía que lloraba, la causa era la tormenta tropical “Arlene” en el Golfo de México, según habían informado en el noticiero.
¿Por qué te gusta? Inquirió nuevamente la misma voz; bueno simplemente me gusta, a mi parecer es de la música clásica más bella que existe en el mundo, me llena el espíritu, acaricia mi alma, y extasía los sentidos; para explicártelo mejor pareciera acercarme un instante a Dios.
¿Podrías en lo que te marchas si no tienes inconveniente decirme de que manera puede una simple pieza musical acercarte a Dios? Creo yo porque en ella se encuentran los dones que el hombre recibió de él, me explico; inteligencia, trabajo, alma, espíritu, sentimiento, paciencia, perseverancia, le respondí.
¿Te entristece escucharla? No definitivamente no, es justamente lo contrario, ya te lo expliqué, es un oasis dentro de mí, es tan poderosa esa música que no sólo provoca olvidarme de la virulencia, de la existencia a veces tan gris en el transitar del mundo, sino que aviva mi corazón y mi mente.
¿Recuerdas a alguien con ella? Sí por supuesto, contesté emocionado, a mis padres, hermanos, a los niños en mi familia, en especial me lleva invariablemente a pensar en mi hija, en las flores, en el cielo, las estrellas, en los amaneceres de mi vida, y también en los hombres buenos de la tierra.
Me has hablado emocionado del toque supremo de Dios en el mundo, incluido el hombre que es su obra suprema, pero no has mencionado el amor, ¿es que no amas a alguien? Sí, he amado y amo a una mujer excepcional, si es a esa clase de amor al cual te refieres ¿en verdad la amas? La amo como jamás he amado a ninguna otra mujer en mi vida, también la recuerdo a ella en la música.
Continúa pues escuchando y complaciéndote en esa clase de música, en la que se manifiesta el inextinguible amor de Dios por la humanidad, y que es capaz de hacer emerger los más nobles sentimientos del hombre, - sí, siempre lo he sabido - pero dime, ¿tú quién eres y por qué me preguntas tantas cosas? Volteé para mirarlo, pero no había nadie…que extraño pensé… juraría que esa persona estaba en el asiento trasero de mi carro ¿me estoy volviendo loco acaso?
Autor: Benjamìn Torres Uballe; prohibida la reproducciòn total o parcial a travès de cualquier medio con fines de lucro sin la autorizaciòn por escrito del autor.
Cuento
¿Qué escuchas? Preguntó la voz, “Música Acuática, Suite No 2, Aria” de Haendel, contesté. Estaba en mi automóvil esperando a mis sobrinos para llevarlos al colegio; eran las 7:30 de esa mañana de miércoles a finales de Junio, lloviznaba, hacía frío y el cielo estaba totalmente cerrado lo que le daba aspecto melancólico parecía que lloraba, la causa era la tormenta tropical “Arlene” en el Golfo de México, según habían informado en el noticiero.
¿Por qué te gusta? Inquirió nuevamente la misma voz; bueno simplemente me gusta, a mi parecer es de la música clásica más bella que existe en el mundo, me llena el espíritu, acaricia mi alma, y extasía los sentidos; para explicártelo mejor pareciera acercarme un instante a Dios.
¿Podrías en lo que te marchas si no tienes inconveniente decirme de que manera puede una simple pieza musical acercarte a Dios? Creo yo porque en ella se encuentran los dones que el hombre recibió de él, me explico; inteligencia, trabajo, alma, espíritu, sentimiento, paciencia, perseverancia, le respondí.
¿Te entristece escucharla? No definitivamente no, es justamente lo contrario, ya te lo expliqué, es un oasis dentro de mí, es tan poderosa esa música que no sólo provoca olvidarme de la virulencia, de la existencia a veces tan gris en el transitar del mundo, sino que aviva mi corazón y mi mente.
¿Recuerdas a alguien con ella? Sí por supuesto, contesté emocionado, a mis padres, hermanos, a los niños en mi familia, en especial me lleva invariablemente a pensar en mi hija, en las flores, en el cielo, las estrellas, en los amaneceres de mi vida, y también en los hombres buenos de la tierra.
Me has hablado emocionado del toque supremo de Dios en el mundo, incluido el hombre que es su obra suprema, pero no has mencionado el amor, ¿es que no amas a alguien? Sí, he amado y amo a una mujer excepcional, si es a esa clase de amor al cual te refieres ¿en verdad la amas? La amo como jamás he amado a ninguna otra mujer en mi vida, también la recuerdo a ella en la música.
Continúa pues escuchando y complaciéndote en esa clase de música, en la que se manifiesta el inextinguible amor de Dios por la humanidad, y que es capaz de hacer emerger los más nobles sentimientos del hombre, - sí, siempre lo he sabido - pero dime, ¿tú quién eres y por qué me preguntas tantas cosas? Volteé para mirarlo, pero no había nadie…que extraño pensé… juraría que esa persona estaba en el asiento trasero de mi carro ¿me estoy volviendo loco acaso?
Autor: Benjamìn Torres Uballe; prohibida la reproducciòn total o parcial a travès de cualquier medio con fines de lucro sin la autorizaciòn por escrito del autor.
martes, 28 de junio de 2011
INFIERNO NEGRO
Estoy cayendo, todo es brutal penumbra insana.
Aprisa, más aprisa, y voy cayendo apesadumbrado.
Duele, dolor que dueles tanto, dentro de mí yazco aterrado.
Inextinguible es la locura, hiedra de veneno y llanto. /
Me devoras impío dolor en este bárbaro momento.
En la esquizofrenia absurda continúo cayendo intacto.
Me destrozo un momento en el repugnante infierno.
Negro también es tu recuerdo maldito que aún retengo. /
Lloro en la crispación de mi conciencia, no me detengo.
En la exigüidad de la paciencia, en las llamas todas en que sigo ardiendo. /
No miro el final y yo me sigo yendo, en camino de dolor;
de hierro agonizante, ausencia de ti, me es martirizante.
Permanezco muriendo, el tiempo hoy me es adverso.
Y aún… sigo cayendo… llorándote…en silencios…
Gracias a:
La poesía: Dios la había puesto en mí, entonces supe para qué.
Andy: Mujer maravillosa, amorosa, decente e inconmensurable ser humano.
Autor: Benjamìn Torres Uballe; prohibida la reproducciòn total o parcial a travès de cualquier medio con fines de lucro sin la autorizaciòn por escrito del autor.
lunes, 27 de junio de 2011
NOSOTROS
Sentados y abrazados bordeando el válido silencio
nos arropa inobservante sincretismo de partículas asidas
estrellas tantas en amor irredimible nos divisan sin rémoras fingidas
cual mustio deseo incesante de nosotros al hallarnos. /
Callados como nómadas del cielo, estremecidos olvidamos lo llorado
hoy aquí estrujando mano a mano sin dolor, sólo es todo y nos amamos. /
No buscamos precisión en la historia remitida, es irracional se llama ira
me amas a la perfección, portentosa alma pura bendecida
puntual estoy en la admirada inmensidad, en acuarela de tu espera. /
En la brisa tenue del cantar mediterráneo te amo y la cordura me arrebata
extasiados con la lluvia en este cielo, sin razones falsas coincidimos
exploramos en tus ojos, en tu cuerpo, los poemas ya vividos. /
Todos son tan pocos, mis letras sintonía, y es ahí donde te colmas;
en las flores del invierno mi alma te anhela, te busca en la mañana
como trascendiste cada amanecer ayer, cada verdad de primavera.
Autor: Benjamín Torres Uballe; prohibida la reproducción total o parcial
a través de cualquier medio con fines de lucro, sin la autorización por escrito del autor.
lunes, 20 de junio de 2011
CAUDAL
Tú eres todo y tan absoluta
yo desigualdad total tan relativa
cuando sigo el cauce firme de tu río
en el extravío inquieto de tu cuerpo. /
Me desasosiego en el encuentro previo
de los besos, de los sexos, de lo nuestro,
en la boscosa ambigüedad de lo insensato. /
Observan mis ansias, tu caudalosa espera de la tarde
de la callada noche, de la ruborizada luna
en mi indecisión fortuita de enloquecerme, de amarte. /
Sublimidad es el silencio en el verdemar de tus ojos intensos
en que mi irreverente suerte se complace de hallarte
de vivirme, en la desgarradura brutal de nuestras lágrimas tristes. /
Tú eres verdad universal. Yo tan sólo duda y aventura.
Autor: Benjamín Torres Uballe; prohibida la reproducción total o parcial a través de cualquier medio con fines de lucro, sin la autorización por escrito del autor.
sábado, 18 de junio de 2011
ADIOS
Adiós; lo digo, es teorema
de intenciones manifiestas,
sentimiento afortunado,
firme sueño acompasado. /
Adiós, siempre es, que dice todo,
inmensidad en pocas letras
naturaleza de hojas secas,
es excusa siempre a modo. /
Adiós; verbo regular inconjugado
en gramática perfecta,
olvidarse del pasado,
precisión, fusión incruenta. /
Adiós, es urgencia de los labios,
impensadas horas, días y años,
inquietudes de veranos,
soltar amarras de las manos. /
Adiós, es un tímido soneto,
reflexiones del silencio,
comprender, ¡me equivoqué!
nada sirve, nada es cierto. /
Emerger cual inédito pretexto,
ansiedad con sueños falsos,
adiós, es reírse de la ausencia,
desvestir, la mísera indecencia…
Autor: Benjamìn Torres Uballe; prohibida la reproducción total o parcial a través de cualquier medio con fines de lucro, sin la autorizaciòn por escrito del autor.
de intenciones manifiestas,
sentimiento afortunado,
firme sueño acompasado. /
Adiós, siempre es, que dice todo,
inmensidad en pocas letras
naturaleza de hojas secas,
es excusa siempre a modo. /
Adiós; verbo regular inconjugado
en gramática perfecta,
olvidarse del pasado,
precisión, fusión incruenta. /
Adiós, es urgencia de los labios,
impensadas horas, días y años,
inquietudes de veranos,
soltar amarras de las manos. /
Adiós, es un tímido soneto,
reflexiones del silencio,
comprender, ¡me equivoqué!
nada sirve, nada es cierto. /
Emerger cual inédito pretexto,
ansiedad con sueños falsos,
adiós, es reírse de la ausencia,
desvestir, la mísera indecencia…
Autor: Benjamìn Torres Uballe; prohibida la reproducción total o parcial a través de cualquier medio con fines de lucro, sin la autorizaciòn por escrito del autor.
jueves, 9 de junio de 2011
BÉSAME
¡Bésame! Feliz,
como si en ello
dejaras la vida;
entrégate hoy aquí,
y deja luego que el
mundo entero diluya./
Guarda tus ojos hermosos
en mi corazón seducido,
vierte la luz del sol,
haz motivo de mis brazos./
Abrázame sin pudor
tan fuerte aunque yo muera;
en el último aliento de amor
mi alma entera te guardara./
Pon en mí tu piel y madrugada,
desnuda el jardín, en estas horas amadas;
en este agradecer a Dios,
en estos etéreos aromas./
¡Ámame ya! Mañana nada nos sirve,
necesaria es tu verdad
de mi espacio y la inocencia.
¡Bésame! otra vez, suavecito, sin prudencia./
Detén las manecillas a las diez,
cual instante portentoso,
amarte siempre es mi pasión,
necesario tal reposo./
¡Encántame! sólo dime que me amas,
sin palabras, sin maldad,
en verbenas luminosas./
¡Ámame!, en nuestra vívida sustancia,
de lo que somos, de lo que anhelamos,
de lo que fuimos, de lo que añoramos,
aun sí, a todo aquello que escapamos…
Autor: Benjamìn Torres Uballe, prohibida la reproducciòn total o parcial a travès de cualquier medio con fines de lucro, sin la autorizaciòn por escrito del autor.
como si en ello
dejaras la vida;
entrégate hoy aquí,
y deja luego que el
mundo entero diluya./
Guarda tus ojos hermosos
en mi corazón seducido,
vierte la luz del sol,
haz motivo de mis brazos./
Abrázame sin pudor
tan fuerte aunque yo muera;
en el último aliento de amor
mi alma entera te guardara./
Pon en mí tu piel y madrugada,
desnuda el jardín, en estas horas amadas;
en este agradecer a Dios,
en estos etéreos aromas./
¡Ámame ya! Mañana nada nos sirve,
necesaria es tu verdad
de mi espacio y la inocencia.
¡Bésame! otra vez, suavecito, sin prudencia./
Detén las manecillas a las diez,
cual instante portentoso,
amarte siempre es mi pasión,
necesario tal reposo./
¡Encántame! sólo dime que me amas,
sin palabras, sin maldad,
en verbenas luminosas./
¡Ámame!, en nuestra vívida sustancia,
de lo que somos, de lo que anhelamos,
de lo que fuimos, de lo que añoramos,
aun sí, a todo aquello que escapamos…
Autor: Benjamìn Torres Uballe, prohibida la reproducciòn total o parcial a travès de cualquier medio con fines de lucro, sin la autorizaciòn por escrito del autor.
miércoles, 1 de junio de 2011
HONDONADA
Abres tu corazón,
nuestras manos se estrechan,
amorosas, perversas, y se buscan, con prisa,
en la hondonada tregua de estos cuerpos ansiosos. /
Lucho indómito pero me vences, me entrego,
cuando escribes en mi ser, letras todas del pausado ¡te amo!
hoy lo olvido todo; promesas, amores, cielos nuevos, mil afanes. /
Cierto es, me gustan más tu mar y atardeceres,
son quietud perenne, inmensidad de sus placeres;
verdad que he intentado, hacer como si no existieras,
de mentirme sí, he ignorado que vivieras. /
Lloré, sí que me lloré, desgraciadas horas negras;
(aciagas mis esperas),
tan que hice del dolor, virtud en otras almas nuevas;
verte abrazada a mí, es brisa y primavera,
entregada sí, ¿algo más, la vida me debiera?
Autor: Benjamín Torres Uballe; prohibida la reproducción total o parcial
a través de cualquier medio con fines de lucro, sin la autorización por escrito del autor.
nuestras manos se estrechan,
amorosas, perversas, y se buscan, con prisa,
en la hondonada tregua de estos cuerpos ansiosos. /
Lucho indómito pero me vences, me entrego,
cuando escribes en mi ser, letras todas del pausado ¡te amo!
hoy lo olvido todo; promesas, amores, cielos nuevos, mil afanes. /
Cierto es, me gustan más tu mar y atardeceres,
son quietud perenne, inmensidad de sus placeres;
verdad que he intentado, hacer como si no existieras,
de mentirme sí, he ignorado que vivieras. /
Lloré, sí que me lloré, desgraciadas horas negras;
(aciagas mis esperas),
tan que hice del dolor, virtud en otras almas nuevas;
verte abrazada a mí, es brisa y primavera,
entregada sí, ¿algo más, la vida me debiera?
Autor: Benjamín Torres Uballe; prohibida la reproducción total o parcial
a través de cualquier medio con fines de lucro, sin la autorización por escrito del autor.
sábado, 28 de mayo de 2011
LIBERTAD
Estoy aquí, frente a mí, ¡libre!
sin la asfixia de tener que mentirles,
de fracasar en el intento de amarles,
de vivir en el disfraz permanente del engaño. /
Por fin, me asumo feliz frente a este vaso con agua
incolora, sencilla, manantial, esencia pura de vida. /
Miro allá constelaciones, manto de estrellas,
en la soledad absoluta, ausente de hartazgo.
Escribo a libertad, con ausencia de dolores,
de sus voces intranquilas, persistentes sus manías. /
Y se quedan los minutos junto a mí, pero, sólo son viajeros
no me juzgan, no molestan, cierran mi equipaje, fàcil y ligero. /
Felicidad de mi alma sola, bendita; ausentes ellas,
ausentes las prisas, las horas; ausentes todas,
de mi vida, mi necesidad, de reescribir ciertas historias. /
Tiene prisa el tiempo en los ignotos retornos,
a pausas de silencio digo no, requiebra un poco,
mírame feliz, auténtico, de tanto en tanto. /
Tú madrugada, solazas la verdad en estas horas plenas
de paz, de vivir, de ser yo, de mi libertad;
de prescindir, de no saber, de no entender,
de no importar…ni una sí, ni todas ellas…
Autor: Benjamìn Torres Uballe; prohibida la reproducciòn total o parcial a travès de cualquier medio con fines de lucro, sin la autorizaciòn por escrito del autor.
sin la asfixia de tener que mentirles,
de fracasar en el intento de amarles,
de vivir en el disfraz permanente del engaño. /
Por fin, me asumo feliz frente a este vaso con agua
incolora, sencilla, manantial, esencia pura de vida. /
Miro allá constelaciones, manto de estrellas,
en la soledad absoluta, ausente de hartazgo.
Escribo a libertad, con ausencia de dolores,
de sus voces intranquilas, persistentes sus manías. /
Y se quedan los minutos junto a mí, pero, sólo son viajeros
no me juzgan, no molestan, cierran mi equipaje, fàcil y ligero. /
Felicidad de mi alma sola, bendita; ausentes ellas,
ausentes las prisas, las horas; ausentes todas,
de mi vida, mi necesidad, de reescribir ciertas historias. /
Tiene prisa el tiempo en los ignotos retornos,
a pausas de silencio digo no, requiebra un poco,
mírame feliz, auténtico, de tanto en tanto. /
Tú madrugada, solazas la verdad en estas horas plenas
de paz, de vivir, de ser yo, de mi libertad;
de prescindir, de no saber, de no entender,
de no importar…ni una sí, ni todas ellas…
Autor: Benjamìn Torres Uballe; prohibida la reproducciòn total o parcial a travès de cualquier medio con fines de lucro, sin la autorizaciòn por escrito del autor.
jueves, 26 de mayo de 2011
AMOR
¿Amor o dolor?
¿Cómo es (que) debo llamarte?
Siempre tú, irreflexión, sentimiento a mala tarde;
te vas, con mi alma turbia entre las manos,
mentiras ruines que me amas,
mis noches son penumbras de aflicción,
desengaño, disonancias.
¿Amor? Nadie me dijo que dolías
entre penas y alegrías; que las dudas
son dolor, que lastimas las quimeras.
Insensible al corazón, nada escuchas de mi sangre,
miras ahí, con descaro del rencor,
mi total desilusión, a vivir el punto cierto,
el momento de inflexión, justo ahí, el instante que me quiebro.
Hoy no sé, si resultas inmoral, lastimoso o peligroso,
¡ay amor! ¿Cómo te olvido?, Nadie sabe, y yo pregunto,
¿Cuánto dura el juego, el dolor o la confianza?
Me gustaría saber, por si mi piel ya no adelgaza.
Me gustaría, a pesar de tu dolor, renacer en esperanza.
Me gustaría amarte más, pero en esta vida, no me alcanza.
Para ti mi corazón, mi ser, alma, vida, nuestra casa.
¿Amor o dolor?, no sé tú, sólo vivo la promesa…la alabanza.
Autor: Benjamìn Torres Uballe; prohibida la reproducciòn total o parcial a travès de cualquier medio con fines de lucro, sin la autorizaciòn por escrito del autor.
¿Cómo es (que) debo llamarte?
Siempre tú, irreflexión, sentimiento a mala tarde;
te vas, con mi alma turbia entre las manos,
mentiras ruines que me amas,
mis noches son penumbras de aflicción,
desengaño, disonancias.
¿Amor? Nadie me dijo que dolías
entre penas y alegrías; que las dudas
son dolor, que lastimas las quimeras.
Insensible al corazón, nada escuchas de mi sangre,
miras ahí, con descaro del rencor,
mi total desilusión, a vivir el punto cierto,
el momento de inflexión, justo ahí, el instante que me quiebro.
Hoy no sé, si resultas inmoral, lastimoso o peligroso,
¡ay amor! ¿Cómo te olvido?, Nadie sabe, y yo pregunto,
¿Cuánto dura el juego, el dolor o la confianza?
Me gustaría saber, por si mi piel ya no adelgaza.
Me gustaría, a pesar de tu dolor, renacer en esperanza.
Me gustaría amarte más, pero en esta vida, no me alcanza.
Para ti mi corazón, mi ser, alma, vida, nuestra casa.
¿Amor o dolor?, no sé tú, sólo vivo la promesa…la alabanza.
Autor: Benjamìn Torres Uballe; prohibida la reproducciòn total o parcial a travès de cualquier medio con fines de lucro, sin la autorizaciòn por escrito del autor.
sábado, 21 de mayo de 2011
NOCTURNAL ESPACIO
En el nocturnal espacio
de tu cuerpo y del encanto,
amaneces tantas veces
al recuento del momento.
Madrugada al interpuesto
de mi forma y de tu aliento,
te adivino a doble impulso
como letra de alfabeto.
Pausa eterna de mil gotas
que te bañan de silencios,
cuando difumina el tiempo
en tus besos, cielos nuevos.
Ya la vida en tus andares
retomando el cosmos cierto,
da razones a caudales,
viajera del firmamento.
Y atisba el viejo vino
en los labios aún sedientos,
la pregunta mil doscientos
a mi esquivo pensamiento.
Va girando la fortuna
el ramillete de los años,
y se van quedando atados
dibujados en las manos.
No concluye la escritura
el caudal de lo absoluto,
es incógnita infinita,
es metáfora sin prisa.
Autor: Benjamìn Torres Uballe; prohibida la reproducciòn total o parcial a travès de cualquier medio con fines de lucro, sin la autorizaciòn por escrito del autor.
de tu cuerpo y del encanto,
amaneces tantas veces
al recuento del momento.
Madrugada al interpuesto
de mi forma y de tu aliento,
te adivino a doble impulso
como letra de alfabeto.
Pausa eterna de mil gotas
que te bañan de silencios,
cuando difumina el tiempo
en tus besos, cielos nuevos.
Ya la vida en tus andares
retomando el cosmos cierto,
da razones a caudales,
viajera del firmamento.
Y atisba el viejo vino
en los labios aún sedientos,
la pregunta mil doscientos
a mi esquivo pensamiento.
Va girando la fortuna
el ramillete de los años,
y se van quedando atados
dibujados en las manos.
No concluye la escritura
el caudal de lo absoluto,
es incógnita infinita,
es metáfora sin prisa.
Autor: Benjamìn Torres Uballe; prohibida la reproducciòn total o parcial a travès de cualquier medio con fines de lucro, sin la autorizaciòn por escrito del autor.
A TI
No existe nada más bello
en mi corazón enamorado,
que verte soñando
dormida en el cielo.
Rocío tan desnudo;
es tu piel, poro a poro,
perfume diario;
gota a gota, mi vida,
con tu esplendor se entrega;
fugaz, audaz, ¡mi todo!
Afortunado lo soy,
amaneciendo en ti
sentirme en ti,
tu niño hoy
¡mi tiempo amado!
No tengo nada más bello
que tus ojos grandes,
claros diáfanos,
como el amanecer,
fresco, infantil, soleado.
Promesa que llamo, sí
ilusión de abril,
primavera que ya llega,
que regresa, ¡que me lleva!
cadenciosa, solo contigo,
amar, amarte, verbo imperativo.
A plenitud, dimensión de los sentidos
del espíritu, del alma,
del momento y los momentos;
no puedo describir ya
más nada de lo bello,
en tanto te beso,
te admiro, etèrea, terrena,
dormida tan bella.
Autor: Benjamìn Torres Uballe; prohibida la reproducciòn total o parcial a travès de cualquier medio con fines de lucro, sin la autorizaciòn por escrito del autor.
en mi corazón enamorado,
que verte soñando
dormida en el cielo.
Rocío tan desnudo;
es tu piel, poro a poro,
perfume diario;
gota a gota, mi vida,
con tu esplendor se entrega;
fugaz, audaz, ¡mi todo!
Afortunado lo soy,
amaneciendo en ti
sentirme en ti,
tu niño hoy
¡mi tiempo amado!
No tengo nada más bello
que tus ojos grandes,
claros diáfanos,
como el amanecer,
fresco, infantil, soleado.
Promesa que llamo, sí
ilusión de abril,
primavera que ya llega,
que regresa, ¡que me lleva!
cadenciosa, solo contigo,
amar, amarte, verbo imperativo.
A plenitud, dimensión de los sentidos
del espíritu, del alma,
del momento y los momentos;
no puedo describir ya
más nada de lo bello,
en tanto te beso,
te admiro, etèrea, terrena,
dormida tan bella.
Autor: Benjamìn Torres Uballe; prohibida la reproducciòn total o parcial a travès de cualquier medio con fines de lucro, sin la autorizaciòn por escrito del autor.
ILUSIONES
¿Dónde? Se fue la esperanza
de mis ilusiones que así,
forjaron inmensas cadencias
esas, mis ansias de ti.
¿Dónde? Secar tanto llanto
que me tritura hasta el fin.
¿Dónde? Buscar tus recuerdos
que sin sentido perdí.
Autor: Benjamìn Torres Uballe; prohibida la reproducciòn total o parcial a travès de cualquier medio con fines de lucro, sin la autorizaciòn por escrito del autor.
de mis ilusiones que así,
forjaron inmensas cadencias
esas, mis ansias de ti.
¿Dónde? Secar tanto llanto
que me tritura hasta el fin.
¿Dónde? Buscar tus recuerdos
que sin sentido perdí.
Autor: Benjamìn Torres Uballe; prohibida la reproducciòn total o parcial a travès de cualquier medio con fines de lucro, sin la autorizaciòn por escrito del autor.
LOURDES
ELIAS LUJURIAS FAJARDO...MI AMIGO
CAPITULO I
Nos vimos en el centro del D.F., ya que coincidentemente atendemos clientes en la misma zona, al terminar las visitas nos dirigimos al "Jekemir" a tomarnos un capuchino; no es para nada un sitio lujoso, más bien es un tanto incómodo ya que el local es pequeño y las mesas están muy juntas, lo cual resulta de la fregada a la hora de chismear porque todo se escucha en las mesas próximas.
Sin embargo, la vorágine económica hace un buen rato que nos agarró de sus puerquitos a Elías y a quien escribe estas líneas, así que por lo tanto no podemos ponernos exigentes al momento de tomar café; debo además aclarar amigo lector, que mi célebre amigo posee un aura envidiable que ejerce un magnetismo sin igual sobre los meseros con "capacidades diferentes" (léase puñales), cualidad de la cual debo admitir me beneficio, ya que nos atienden con inexplicable prontitud y eficacia, aunque a cambio debo disimular cuando ellos se intercambian miradas lujuriosas o se "cogen de la mano", y le cobran menos de la mitad de la cuenta.
Bueno, sucedió que al tèrmino de disfrutar nuestro delicioso capuchino y comentar lo jodido que estaban las ventas, de que si la empleada de tal cliente está buenísima, o que la otra está re'cucha; pues nos dirigimos caminando a la estación del metro "Juárez" para volver a nuestras respectivas casas, yo saqué de mi cartera "Louis Vuitton" (no amigos lectores, no se hagan bolas, en modo alguno soy incongruente respecto a mi economía, la cartera es obsequio de mi ex, antes de que me mandara a la chin.....por infiel, y todo, gracias a los consejos del pinche mostro), bueno les decía que saqué el boleto y pasé el torniquete, cuando en eso veo a Elías con su tarjeta del INSEN enseñándosela al policía para que lo dejara pasar sin pagar, beneficio al que tienen derecho en la Ciudad de México los adultos mayores de 60 años.
El shock de lo que yo presenciaba, era indescriptible, terrorífico, brutal; mis ojos lo veían, pero mi cerebro, y sobre todo mi ánimo se negaban a creer tal hecho inédito; de pronto el hijo pródigo de Cañitas, el terror de las domesticas de "Tlane", el experto en concertar citas a ciegas vía telefónica, ese audaz que cuando no tenía pachocha en sus años de juventud, simplemente se metía al cine Teresa a ilusionar algún puñalón a cambio de varios billetes, al terror del "paraíso" y de todos los moteles de la zona de Indios Verdes y Calz. de Tlalpan, al de los 3 diarios; me tenía totalmente petrificado, aterrorizado; era innegable...el mostro se había vuelto viejillo, la humanidad lo había perdido para siempre.
Continuamos platicando puras pendejadas, en lo que por cierto ambos éramos expertos, yo lo hacía de forma automática, realmente no estaba concentrado en la charla del pinche "Elías", a quien de pronto no sabía si anteponer el "Don"; se bajò en la estación 18 de marzo, y yo me seguí a Indios Verdes, ahí tomé el deprimente guajolotero a mi casa; chingao, todo el trayecto pensativo, me valieron gorro los gueyes que se subieron a vender chicharrones, cacahuates, congeladas, chocolates, y hasta la gorda andrajosa que con su guitarra se echó unas rolas de Paquita la del Barrio, y a quien en determinado momento sentí unos deseos irrefrenables y perversos de bajarla a patadas en las nalgas; caray...pobre viejillo, ya había dado indicios de declive, sin embargo la neta es que no le había hecho caso.
CAPITULO II
Desperté y deseè que todo hubiese sido una pesadilla, sin embargo en brevísimos instantes caí en la realidad; para nada "habemus mostrus". Desde que nos conocimos hace ya más de 30 años hicimos clic para bien, es decir nos acoplamos excelente para emborracharnos juntos, el pretexto era y lo es hoy incluso, cualquiera; y cuando no lo había, pues leíamos en algún periódico la nota de ocho columnas y ese era el pretexto, sí...así de mamones.
Mi fogoso amigo siempre ha sido un aventajado alumno de "Eros"; lujurioso como pocos en el planeta, y tras de una apariencia delicada, amable, exquisita, diría yo, como de metrosexual, amén de un hábil manejo del idioma español, eso sí, lo admito; solía engatusar desde inocentes empleadas domesticas, hasta expertas "rompe catres", pasando desde luego por diversos travestis, cuya base de operaciones se encuentra hasta la fecha en el Periférico y Sor Juana, allá por el norte de la metrópoli, y quienes como homenaje nombraron una posición sexual como la "Monstriña" en reconocimiento al intelecto y destreza de Elías.
Testimonio fehaciente de mi dicho, es el hecho de cuando en una de sus famosas "citas ciegas", y encontrándose en pleno faje con la dama en cuestión, de la cual por razones obvias y en mi incuestionable calidad de caballero, no revelaré el nombre; ahí en conocida discotheque de un lujosos hotel de Reforma, una dama de la liga de la decencia que se encontraba supervisando el lugar, le pidió a "Elías" que se retiraran del lugar, lo cual mi amigo obedeció sin chistar para evitar un escándalo, únicamente levantó del piso la ropa interior de su "cita", y se fueron a continuar su "labor" en un hotelucho de paso, ahí por Buenavista, donde le daban crédito, y le abonaban puntos a su tarjeta de cliente frecuente.
Nuestras parrandas se extendían en tiempo y espacio a lo más comodino, claro que sí. Pero no caíamos a cualquier antro, dicho esto en el sentido peyorativo, si no mire usted: mi primera tarjeta de crédito la estrenamos, si, correcto acertó, en el "Nicte Ha" del añorado Hotel del Prado, desde luego que la pasamos extraordinario oyendo a Toño Quirazco, y bebiendo San Marcos con sidral; aunque, la mendiga cuenta tardé casi un año en pagarla en incomodas mensualidades; pero lo gozado quién nos lo quitaba.
Nuestro cuartel etílico durante varios años, también se ubico en el bar de conocida cadena de restaurantes, ubicado en la calz. Vallejo; tomábamos peor que cosacos, y además cantábamos todas las que interpretaba el grupo musical, que por cierto lo hacía bastante bien; recuerdo particularmente "camelia la texana", e invariablemente a Elías llorando y cantando "te voy a olvidar" de Juanga, después de la quinta cuba libre; nunca me lo ha querido decir, pero creo le recordaba a un chef al que amó mucho y que huyó con un lanchero del lago de Chapultepec, al que había conocido por internet.
O la ocasión aquella en que junto con otro amigo del trabajo nos íbamos a "Oaxtepec", donde ya teníamos reservada una cabaña, y nos dedicábamos a emborracharnos, y a tener encuentros con ciertas "señoritas" en Cuautla, a las que para variar, Elías alborotaba a más de una con la promesa, desde luego infundada, de contraer nupcias y convertirlas en la flor más bella de su pueblo natal, allá en Zacatecas.
En otra ocasión le cedí los derechos de una ex novia conocida como "Mary la Loca"; y fiera como es él, consideré un hecho que andaría con ella, sin embargo para mi asombro, delicadamente ella lo bateó; este capítulo en su historia de play boy, no es sino ratificar aquel proverbio de "al mejor cazador se le va la liebre", o lo que es lo mismo "Al mejor Mostro se le va caperucita", por sagaz que sea.
CAPITULO III
Elìas vivió días plenos como play boy internacional, y yo, debo admitirlo amigo lector , viví también colateralmente en esa burbuja de beneficios inconmensurables, y me explico; dada la fama de los "3 diarios" que pregonaba a los 4vientos mi amigo, me buscaban para concertar una cita toda clase de seres diversos, empleadas domèsticas, viudas, feas, y muchos socios de la liga del tercer sexo, tenía que llevar un control preciso en Excel de todas esas citas, de las cuales nos dividíamos las utilidades.
Pero como todo exceso tiene su costo, después de varios meses de surtir tantos "pedidos", empezaron las fallas en dichas entregas, y consecuentemente los reclamos airados, y a pesar de que le sugerí la ingesta de la pastillita azul, ni así levantaba presión, por lo que de común acuerdo decidimos que "el orgullo tlanepaltleño" se tomara un amplio descanso en esos menesteres.
Los ingresos en su profesión de vendedor de biblias casa por casa, de plano no dejaban lo suficiente para mantener el ritmo de gastos acostumbrado en el café, los tacos de carnitas, el pozole, los tacos de canasta, los caldos de gallina; por lo que elaboramos un plan "B", consistiendo este en aceptar citas muy especificas, que aportaran un modo decoroso de sobrevivir; algo equivalente a un Fobaproa, sólo que en el caso sería un rescate culinario, así es que le prometí una cita a la Sra. que vendía las tortas, al chef de la cafetería, al policía gay del eje central, y a la empleada gorda y fea de uno de nuestros clientes.
Todo marchaba digámoslo, más o menos bien, hasta que mi amigo empezó a buscar por su cuenta ingresos extras durante la celebración de la marcha del orgullo lésbico gay, en la cual fue disfrazado de Pedro pica piedra, con tamaño garrote en la mano; pero no contaba que se le iban a juntar dos pretendientes; el policía gay y el chef, los cuales se lo disputaron a trancazo limpio, pero lo dejaron pal' arrastre. Tardó dos semanas en cama para reponerse, y le tuvo que mentir a su esposa que lo habían asaltado unos malandrines al salir de una biblioteca.
Después de ese penoso incidente, se acentuó aún más ya la edad; no cumplía con los deberes hacia su mujer, la que desesperada llegó incluso a amenazarlo con hacer el amor con su vecino. Pero eso no era todo, extraviaba cada semana un teléfono celular, se llegaba a quedar dormido recargado en algún poste de teléfono, olvidaba donde había dejado estacionado su auto, se dirigía hacia el sur en lugar del norte, etc.
Él, que llegó a ser lo más cercano al anticristo por su terrorífica maldad, ahora tenía la actitud de monaguillo de pueblo, su mujer lo madreaba con frecuencia, lo obligaba a lavar los trastes, ir por las tortillas, a "lateralizar el dogy" , en fin; ya de aquel temible macho mexicano, no quedaba absolutamente nada.
Uno de los momentos más vergonzantes, fue aquel en el que la empleada del banco, una jovencita como de 18 años, le dijo que le daba tanta ternura, caray, yo me salí a carcajear a la calle, no podía creerlo, ¿dónde había quedado aquel caballero que inspiraba lujuria, pasiones desenfrenadas ?
CAPITULO IV
Torpemente he tratado de encontrar una explicación a la decrepitud de mi amigo, sé que no la hay, pero francamente me resisto a aceptar lo que mi mente entiende ya claramente; sólo quedan despojos de ese gran figurín de fama mundial, ni modo, que puedo hacer yo, simple y alcahuete mortal; el uso inmoderado de sus facultades don juanescas, de plano lo acabaron.
Recuerdo, cuando tal era su fama, que los moteles que se inauguraban en la metrópoli, le regalaban cortesías para que fuera de los primeros, y los recomendara, sabían que así tenían el éxito seguro; entre algunos de ellos recuerdo a: "El caída libre", "El paso a la noche", "La gorda's city", "the hermanos brothers inn", etc.; les cobrábamos además 5,000.00 pesos, ah, pero eso sí, nada de fotos, aunque él podía firmar algunos autógrafos a otras parejas.
Pero hoy ya no hay duda alguna de que engrosó las filas de la senectud; recién me acabo de enterar, que a hurtadillas acude a las sesiones de "EVMD", (esposos viejillos mandilones desesperados), de donde ya, según tengo entendido, le han advertido de cancelar su inscripción, si continua tejiendo durante las charlas, ¡hágame usted, el cabròn favor!
Durante la época de su mayor apogeo; hubo necesidad de instalar una línea telefónica 01 900, para que sus admiradoras (y admiradores), llamaran si pretendían una cita amorosa, con quien por aquellos días era también conocido como "La ráfaga de cañitas"; los y las más afortunadas debían esperar en el mejor de los casos, unos tres meses para encontrarse con esa especie de ícono, de gurú sexual.
Pero yo que lo conocía muy bien, sabía que a pesar de su inimaginable fama de adonis, seguía siendo el tipo sencillo, carismático, amable, despistado, bebedor de chelas y cubas libres, terror también del café americano; aunque como buen "Latino", apegado a sus costumbres familiares y sociales, lo que, según creo yo, le privó de trascender a lo más alto del celuloide mundial; es decir rechazó la oferta de una compañía productora de cine XXX, que le ofrecía un contrato en dólares por 2 años, y una cifra con varios ceros; le aconsejé que aceptara la oferta, pero se negó, con el argumento de que si se enteraba su mujer, que pertenecía a la "Congregación de la Limosna Saqueada", lo podía no únicamente madrear, sino abandonar, hecho que por supuesto le horrorizaba hasta la paranoia.
El hecho, es que de repente, ahora caigo en ello, iniciaron los indicios de que era un prospecto muy avanzado para "El Asilo Mundet"; por ejemplo, en vez de pedir en la cantina un tequila doble, ordenaba un atole y una guajolota, o se bebía el ron, sin mezclarlo con la soda, por lo que por poco y se asfixia, de no haber sido por que el chef del lugar le dio respiración de boca a boca, lo que derivó en que "Lulú" la mesera de lugar le colocara el mote de "El derecho", o también, cuando para una reunión en mi casa, ya no se acordó donde era, y llegó después de dos horas, acompañado por un voluntario del "Army Salvation", que disponía de GPS.
CAPITULO V
Como los grandes personajes de la vida, mi querido amigo no escapó a ese inevitable encuentro del no retorno con la tragicomedia; hoy en día carente de aquellas facultades eróticas que lo catapultaron a la grandeza, y a un tris de que lo ignoren todos aquellos que otrora se disputaban sus "favores", se esmera en la quimera de lograr ingresos que según él lo pudiesen hacer nuevamente atractivo para las damas, transexuales, o "lo que sea".
Cierta mañana mi corazón sufrió un nuevo embate de angustia, cuando por casualidad, y mientras me dirigía muy pantera en mi convertible rojo a una cita laboral, vi a Elías disfrazado de "menonita" vendiendo quesos, ahí en la av. Juárez; francamente no daba el tipo, es mas bien compacto y moreno, no le hablé para no avergonzarlo; caray, que tristeza, ya me lo habían dicho, aunque no lo creí; también me habían llegado varios correos electrónicos anónimos, donde me advertían de que lo habían pillado en un centro comercial como "viene viene", y otro donde creían haberlo visto vendiendo paletas y congeladas a bordo de un bus; y más aún alarmante ese donde alertaban que juraban haberlo visto vendiendo discos piratas en el metro.
Pobre de mi querido amigo; yo de noche en noche le visito para alentarlo, pero creo que pronto ya no lo haré más, casi siempre está dormido después de tomar su atole sopeado con una concha de chocolate, y exhausto, ya que su mujer le obliga a realizar los deberes del hogar. Además, como que su atrofia cerebral se agrava gradual pero inexorable, una noche intentó venderme a su vieja contrato de por medio, con el inverosímil propósito de comprar muchas pastillitas azules; desde luego que lo ignoré y le di un buen zape, sobre todo porque su domadora es mayor que yo 17 años, y es más mocha que el cura de mi pueblo allá en Galicia.
Esto amigo lector es apenas una probadita de las memorias de "Mi Amigo Elías", las que serán publicadas en el próximo verano por la "Editorial Alcahuete News"; hasta entonces suplico que sus burlas sean moderadas, en memoria de quien fue, y hoy no sòlo no es, sino que no se "haya" a él mismo.
BIBLIOGRAFIA.
Asociación De Moteles de Pasadena/Capítulo Valle de México.
Unión de Fabricantes de Condones/Región Tlane.
Club de Travestis & Others, S.A. de C.V
Biblioteca de la Congregación de Ancianas del Mandil Inmaculado.
Gracias especiales al chef y al policía gay del eje central por su colaboración en la historia
Autor: Benjamìn Torres Uballe; prohibida la reproducciòn total o parcial a travès de cualquier medio con fines de lucro, sin la autorizaciòn por escrito del autor.
Nos vimos en el centro del D.F., ya que coincidentemente atendemos clientes en la misma zona, al terminar las visitas nos dirigimos al "Jekemir" a tomarnos un capuchino; no es para nada un sitio lujoso, más bien es un tanto incómodo ya que el local es pequeño y las mesas están muy juntas, lo cual resulta de la fregada a la hora de chismear porque todo se escucha en las mesas próximas.
Sin embargo, la vorágine económica hace un buen rato que nos agarró de sus puerquitos a Elías y a quien escribe estas líneas, así que por lo tanto no podemos ponernos exigentes al momento de tomar café; debo además aclarar amigo lector, que mi célebre amigo posee un aura envidiable que ejerce un magnetismo sin igual sobre los meseros con "capacidades diferentes" (léase puñales), cualidad de la cual debo admitir me beneficio, ya que nos atienden con inexplicable prontitud y eficacia, aunque a cambio debo disimular cuando ellos se intercambian miradas lujuriosas o se "cogen de la mano", y le cobran menos de la mitad de la cuenta.
Bueno, sucedió que al tèrmino de disfrutar nuestro delicioso capuchino y comentar lo jodido que estaban las ventas, de que si la empleada de tal cliente está buenísima, o que la otra está re'cucha; pues nos dirigimos caminando a la estación del metro "Juárez" para volver a nuestras respectivas casas, yo saqué de mi cartera "Louis Vuitton" (no amigos lectores, no se hagan bolas, en modo alguno soy incongruente respecto a mi economía, la cartera es obsequio de mi ex, antes de que me mandara a la chin.....por infiel, y todo, gracias a los consejos del pinche mostro), bueno les decía que saqué el boleto y pasé el torniquete, cuando en eso veo a Elías con su tarjeta del INSEN enseñándosela al policía para que lo dejara pasar sin pagar, beneficio al que tienen derecho en la Ciudad de México los adultos mayores de 60 años.
El shock de lo que yo presenciaba, era indescriptible, terrorífico, brutal; mis ojos lo veían, pero mi cerebro, y sobre todo mi ánimo se negaban a creer tal hecho inédito; de pronto el hijo pródigo de Cañitas, el terror de las domesticas de "Tlane", el experto en concertar citas a ciegas vía telefónica, ese audaz que cuando no tenía pachocha en sus años de juventud, simplemente se metía al cine Teresa a ilusionar algún puñalón a cambio de varios billetes, al terror del "paraíso" y de todos los moteles de la zona de Indios Verdes y Calz. de Tlalpan, al de los 3 diarios; me tenía totalmente petrificado, aterrorizado; era innegable...el mostro se había vuelto viejillo, la humanidad lo había perdido para siempre.
Continuamos platicando puras pendejadas, en lo que por cierto ambos éramos expertos, yo lo hacía de forma automática, realmente no estaba concentrado en la charla del pinche "Elías", a quien de pronto no sabía si anteponer el "Don"; se bajò en la estación 18 de marzo, y yo me seguí a Indios Verdes, ahí tomé el deprimente guajolotero a mi casa; chingao, todo el trayecto pensativo, me valieron gorro los gueyes que se subieron a vender chicharrones, cacahuates, congeladas, chocolates, y hasta la gorda andrajosa que con su guitarra se echó unas rolas de Paquita la del Barrio, y a quien en determinado momento sentí unos deseos irrefrenables y perversos de bajarla a patadas en las nalgas; caray...pobre viejillo, ya había dado indicios de declive, sin embargo la neta es que no le había hecho caso.
CAPITULO II
Desperté y deseè que todo hubiese sido una pesadilla, sin embargo en brevísimos instantes caí en la realidad; para nada "habemus mostrus". Desde que nos conocimos hace ya más de 30 años hicimos clic para bien, es decir nos acoplamos excelente para emborracharnos juntos, el pretexto era y lo es hoy incluso, cualquiera; y cuando no lo había, pues leíamos en algún periódico la nota de ocho columnas y ese era el pretexto, sí...así de mamones.
Mi fogoso amigo siempre ha sido un aventajado alumno de "Eros"; lujurioso como pocos en el planeta, y tras de una apariencia delicada, amable, exquisita, diría yo, como de metrosexual, amén de un hábil manejo del idioma español, eso sí, lo admito; solía engatusar desde inocentes empleadas domesticas, hasta expertas "rompe catres", pasando desde luego por diversos travestis, cuya base de operaciones se encuentra hasta la fecha en el Periférico y Sor Juana, allá por el norte de la metrópoli, y quienes como homenaje nombraron una posición sexual como la "Monstriña" en reconocimiento al intelecto y destreza de Elías.
Testimonio fehaciente de mi dicho, es el hecho de cuando en una de sus famosas "citas ciegas", y encontrándose en pleno faje con la dama en cuestión, de la cual por razones obvias y en mi incuestionable calidad de caballero, no revelaré el nombre; ahí en conocida discotheque de un lujosos hotel de Reforma, una dama de la liga de la decencia que se encontraba supervisando el lugar, le pidió a "Elías" que se retiraran del lugar, lo cual mi amigo obedeció sin chistar para evitar un escándalo, únicamente levantó del piso la ropa interior de su "cita", y se fueron a continuar su "labor" en un hotelucho de paso, ahí por Buenavista, donde le daban crédito, y le abonaban puntos a su tarjeta de cliente frecuente.
Nuestras parrandas se extendían en tiempo y espacio a lo más comodino, claro que sí. Pero no caíamos a cualquier antro, dicho esto en el sentido peyorativo, si no mire usted: mi primera tarjeta de crédito la estrenamos, si, correcto acertó, en el "Nicte Ha" del añorado Hotel del Prado, desde luego que la pasamos extraordinario oyendo a Toño Quirazco, y bebiendo San Marcos con sidral; aunque, la mendiga cuenta tardé casi un año en pagarla en incomodas mensualidades; pero lo gozado quién nos lo quitaba.
Nuestro cuartel etílico durante varios años, también se ubico en el bar de conocida cadena de restaurantes, ubicado en la calz. Vallejo; tomábamos peor que cosacos, y además cantábamos todas las que interpretaba el grupo musical, que por cierto lo hacía bastante bien; recuerdo particularmente "camelia la texana", e invariablemente a Elías llorando y cantando "te voy a olvidar" de Juanga, después de la quinta cuba libre; nunca me lo ha querido decir, pero creo le recordaba a un chef al que amó mucho y que huyó con un lanchero del lago de Chapultepec, al que había conocido por internet.
O la ocasión aquella en que junto con otro amigo del trabajo nos íbamos a "Oaxtepec", donde ya teníamos reservada una cabaña, y nos dedicábamos a emborracharnos, y a tener encuentros con ciertas "señoritas" en Cuautla, a las que para variar, Elías alborotaba a más de una con la promesa, desde luego infundada, de contraer nupcias y convertirlas en la flor más bella de su pueblo natal, allá en Zacatecas.
En otra ocasión le cedí los derechos de una ex novia conocida como "Mary la Loca"; y fiera como es él, consideré un hecho que andaría con ella, sin embargo para mi asombro, delicadamente ella lo bateó; este capítulo en su historia de play boy, no es sino ratificar aquel proverbio de "al mejor cazador se le va la liebre", o lo que es lo mismo "Al mejor Mostro se le va caperucita", por sagaz que sea.
CAPITULO III
Elìas vivió días plenos como play boy internacional, y yo, debo admitirlo amigo lector , viví también colateralmente en esa burbuja de beneficios inconmensurables, y me explico; dada la fama de los "3 diarios" que pregonaba a los 4vientos mi amigo, me buscaban para concertar una cita toda clase de seres diversos, empleadas domèsticas, viudas, feas, y muchos socios de la liga del tercer sexo, tenía que llevar un control preciso en Excel de todas esas citas, de las cuales nos dividíamos las utilidades.
Pero como todo exceso tiene su costo, después de varios meses de surtir tantos "pedidos", empezaron las fallas en dichas entregas, y consecuentemente los reclamos airados, y a pesar de que le sugerí la ingesta de la pastillita azul, ni así levantaba presión, por lo que de común acuerdo decidimos que "el orgullo tlanepaltleño" se tomara un amplio descanso en esos menesteres.
Los ingresos en su profesión de vendedor de biblias casa por casa, de plano no dejaban lo suficiente para mantener el ritmo de gastos acostumbrado en el café, los tacos de carnitas, el pozole, los tacos de canasta, los caldos de gallina; por lo que elaboramos un plan "B", consistiendo este en aceptar citas muy especificas, que aportaran un modo decoroso de sobrevivir; algo equivalente a un Fobaproa, sólo que en el caso sería un rescate culinario, así es que le prometí una cita a la Sra. que vendía las tortas, al chef de la cafetería, al policía gay del eje central, y a la empleada gorda y fea de uno de nuestros clientes.
Todo marchaba digámoslo, más o menos bien, hasta que mi amigo empezó a buscar por su cuenta ingresos extras durante la celebración de la marcha del orgullo lésbico gay, en la cual fue disfrazado de Pedro pica piedra, con tamaño garrote en la mano; pero no contaba que se le iban a juntar dos pretendientes; el policía gay y el chef, los cuales se lo disputaron a trancazo limpio, pero lo dejaron pal' arrastre. Tardó dos semanas en cama para reponerse, y le tuvo que mentir a su esposa que lo habían asaltado unos malandrines al salir de una biblioteca.
Después de ese penoso incidente, se acentuó aún más ya la edad; no cumplía con los deberes hacia su mujer, la que desesperada llegó incluso a amenazarlo con hacer el amor con su vecino. Pero eso no era todo, extraviaba cada semana un teléfono celular, se llegaba a quedar dormido recargado en algún poste de teléfono, olvidaba donde había dejado estacionado su auto, se dirigía hacia el sur en lugar del norte, etc.
Él, que llegó a ser lo más cercano al anticristo por su terrorífica maldad, ahora tenía la actitud de monaguillo de pueblo, su mujer lo madreaba con frecuencia, lo obligaba a lavar los trastes, ir por las tortillas, a "lateralizar el dogy" , en fin; ya de aquel temible macho mexicano, no quedaba absolutamente nada.
Uno de los momentos más vergonzantes, fue aquel en el que la empleada del banco, una jovencita como de 18 años, le dijo que le daba tanta ternura, caray, yo me salí a carcajear a la calle, no podía creerlo, ¿dónde había quedado aquel caballero que inspiraba lujuria, pasiones desenfrenadas ?
CAPITULO IV
Torpemente he tratado de encontrar una explicación a la decrepitud de mi amigo, sé que no la hay, pero francamente me resisto a aceptar lo que mi mente entiende ya claramente; sólo quedan despojos de ese gran figurín de fama mundial, ni modo, que puedo hacer yo, simple y alcahuete mortal; el uso inmoderado de sus facultades don juanescas, de plano lo acabaron.
Recuerdo, cuando tal era su fama, que los moteles que se inauguraban en la metrópoli, le regalaban cortesías para que fuera de los primeros, y los recomendara, sabían que así tenían el éxito seguro; entre algunos de ellos recuerdo a: "El caída libre", "El paso a la noche", "La gorda's city", "the hermanos brothers inn", etc.; les cobrábamos además 5,000.00 pesos, ah, pero eso sí, nada de fotos, aunque él podía firmar algunos autógrafos a otras parejas.
Pero hoy ya no hay duda alguna de que engrosó las filas de la senectud; recién me acabo de enterar, que a hurtadillas acude a las sesiones de "EVMD", (esposos viejillos mandilones desesperados), de donde ya, según tengo entendido, le han advertido de cancelar su inscripción, si continua tejiendo durante las charlas, ¡hágame usted, el cabròn favor!
Durante la época de su mayor apogeo; hubo necesidad de instalar una línea telefónica 01 900, para que sus admiradoras (y admiradores), llamaran si pretendían una cita amorosa, con quien por aquellos días era también conocido como "La ráfaga de cañitas"; los y las más afortunadas debían esperar en el mejor de los casos, unos tres meses para encontrarse con esa especie de ícono, de gurú sexual.
Pero yo que lo conocía muy bien, sabía que a pesar de su inimaginable fama de adonis, seguía siendo el tipo sencillo, carismático, amable, despistado, bebedor de chelas y cubas libres, terror también del café americano; aunque como buen "Latino", apegado a sus costumbres familiares y sociales, lo que, según creo yo, le privó de trascender a lo más alto del celuloide mundial; es decir rechazó la oferta de una compañía productora de cine XXX, que le ofrecía un contrato en dólares por 2 años, y una cifra con varios ceros; le aconsejé que aceptara la oferta, pero se negó, con el argumento de que si se enteraba su mujer, que pertenecía a la "Congregación de la Limosna Saqueada", lo podía no únicamente madrear, sino abandonar, hecho que por supuesto le horrorizaba hasta la paranoia.
El hecho, es que de repente, ahora caigo en ello, iniciaron los indicios de que era un prospecto muy avanzado para "El Asilo Mundet"; por ejemplo, en vez de pedir en la cantina un tequila doble, ordenaba un atole y una guajolota, o se bebía el ron, sin mezclarlo con la soda, por lo que por poco y se asfixia, de no haber sido por que el chef del lugar le dio respiración de boca a boca, lo que derivó en que "Lulú" la mesera de lugar le colocara el mote de "El derecho", o también, cuando para una reunión en mi casa, ya no se acordó donde era, y llegó después de dos horas, acompañado por un voluntario del "Army Salvation", que disponía de GPS.
CAPITULO V
Como los grandes personajes de la vida, mi querido amigo no escapó a ese inevitable encuentro del no retorno con la tragicomedia; hoy en día carente de aquellas facultades eróticas que lo catapultaron a la grandeza, y a un tris de que lo ignoren todos aquellos que otrora se disputaban sus "favores", se esmera en la quimera de lograr ingresos que según él lo pudiesen hacer nuevamente atractivo para las damas, transexuales, o "lo que sea".
Cierta mañana mi corazón sufrió un nuevo embate de angustia, cuando por casualidad, y mientras me dirigía muy pantera en mi convertible rojo a una cita laboral, vi a Elías disfrazado de "menonita" vendiendo quesos, ahí en la av. Juárez; francamente no daba el tipo, es mas bien compacto y moreno, no le hablé para no avergonzarlo; caray, que tristeza, ya me lo habían dicho, aunque no lo creí; también me habían llegado varios correos electrónicos anónimos, donde me advertían de que lo habían pillado en un centro comercial como "viene viene", y otro donde creían haberlo visto vendiendo paletas y congeladas a bordo de un bus; y más aún alarmante ese donde alertaban que juraban haberlo visto vendiendo discos piratas en el metro.
Pobre de mi querido amigo; yo de noche en noche le visito para alentarlo, pero creo que pronto ya no lo haré más, casi siempre está dormido después de tomar su atole sopeado con una concha de chocolate, y exhausto, ya que su mujer le obliga a realizar los deberes del hogar. Además, como que su atrofia cerebral se agrava gradual pero inexorable, una noche intentó venderme a su vieja contrato de por medio, con el inverosímil propósito de comprar muchas pastillitas azules; desde luego que lo ignoré y le di un buen zape, sobre todo porque su domadora es mayor que yo 17 años, y es más mocha que el cura de mi pueblo allá en Galicia.
Esto amigo lector es apenas una probadita de las memorias de "Mi Amigo Elías", las que serán publicadas en el próximo verano por la "Editorial Alcahuete News"; hasta entonces suplico que sus burlas sean moderadas, en memoria de quien fue, y hoy no sòlo no es, sino que no se "haya" a él mismo.
BIBLIOGRAFIA.
Asociación De Moteles de Pasadena/Capítulo Valle de México.
Unión de Fabricantes de Condones/Región Tlane.
Club de Travestis & Others, S.A. de C.V
Biblioteca de la Congregación de Ancianas del Mandil Inmaculado.
Gracias especiales al chef y al policía gay del eje central por su colaboración en la historia
Autor: Benjamìn Torres Uballe; prohibida la reproducciòn total o parcial a travès de cualquier medio con fines de lucro, sin la autorizaciòn por escrito del autor.
viernes, 20 de mayo de 2011
TÚ
Me miro tan vivo
en tus seductores ojos lindos,
en el vórtice toral,
en la esencia de tu vida.
Tu cuerpo desnudo,
canto liberador del sol rompiéndose en mis manos,
y así vuelas audaz en inevitados sueños
que anhelaste desde lejos.
Escuchas mi voz llorar todas las soledades,
regocijo emocional, los pasos tuyos verdaderos.
Mi camino es reiniciar, esencial tus voluntades.
Mueves de una vez el sentir del Universo,
enamorada que estás, te reinventas en mi pecho.
Impensadas odas y caricias, en nuestro andar total,
en esa pausa invernal, es a ti, en que me entrego.
Callada la tarde, nos baña con su tránsfuga luz perdida
y triste porque tienes que marcharte,
y así, otra vez, espejismo de mi mente, del recuerdo,
de alegórico, inequívoco, el recuento...
Autor: Benjamín Torres Uballe; prohibida la reproducción total o parcial a través de cualquier medio con fines de lucro sin la autorización por escrito del autor.
en tus seductores ojos lindos,
en el vórtice toral,
en la esencia de tu vida.
Tu cuerpo desnudo,
canto liberador del sol rompiéndose en mis manos,
y así vuelas audaz en inevitados sueños
que anhelaste desde lejos.
Escuchas mi voz llorar todas las soledades,
regocijo emocional, los pasos tuyos verdaderos.
Mi camino es reiniciar, esencial tus voluntades.
Mueves de una vez el sentir del Universo,
enamorada que estás, te reinventas en mi pecho.
Impensadas odas y caricias, en nuestro andar total,
en esa pausa invernal, es a ti, en que me entrego.
Callada la tarde, nos baña con su tránsfuga luz perdida
y triste porque tienes que marcharte,
y así, otra vez, espejismo de mi mente, del recuerdo,
de alegórico, inequívoco, el recuento...
Autor: Benjamín Torres Uballe; prohibida la reproducción total o parcial a través de cualquier medio con fines de lucro sin la autorización por escrito del autor.
SILENCIO AZUL
Después que ya te has ido
el silencio me envolvió,
y entre sombras de pesares
la tristeza me tocó.
Después que te marchaste
ningún cuerpo se miró
en mi espejo de emociones
porque nada reflejó.
Pronto olvido tus enfados,
infantiles sin razón,
los que viven siempre olvidan,
se subliman al amor.
Ya las horas se dilatan
en absurda y gris espera,
son fulgor, me desespero,
tu recuerdo es alborada.
Autor: Benjamín Torres Uballe; prohibida la reproducción total o parcial a través de cualquier medio con fines de lucro, sin la autorización por escrito del autor.
el silencio me envolvió,
y entre sombras de pesares
la tristeza me tocó.
Después que te marchaste
ningún cuerpo se miró
en mi espejo de emociones
porque nada reflejó.
Pronto olvido tus enfados,
infantiles sin razón,
los que viven siempre olvidan,
se subliman al amor.
Ya las horas se dilatan
en absurda y gris espera,
son fulgor, me desespero,
tu recuerdo es alborada.
Autor: Benjamín Torres Uballe; prohibida la reproducción total o parcial a través de cualquier medio con fines de lucro, sin la autorización por escrito del autor.
MI CORAZÒN
"Señores pasajeros buenas noches; desde la cabina de mando les habla el capitán Ramírez León, para informarles que somos número uno en el turno para despegar, lo cual realizaremos en aproximadamente 8 minutos, después de que aterricen las dos aeronaves de pasajeros que pueden observar claramente por el lado izquierdo de nuestra posición, el tiempo en ruta es bueno, gracias por su preferencia y que disfruten el vuelo".
Me encomendé al todopoderoso y cerré los ojos para intentar dormir un poco, no pude, por mi mente aún las lagrimas de mi hija cuando nos despedimos en el aeropuerto -quédate papá te vas el domingo- bonita, ya no puedo cambiar el vuelo, no hay espacio en el siguiente. Caray eso me partió el alma.
Habíamos acordado mi visita para dos semanas más, sin embargo mi deseo de verla venció mi prudencia financiera, y decidí viajar la noche del miércoles en autobús; las once horas transcurrieron sin novedad, acordamos vernos en la cafetería donde siempre, en pleno centro.
El metro me va que ni mandado a hacer, llego en 20 minutos; ella demora y mi ansia se nota cada vez más en las continuas miradas a la puerta de acceso, después de 40 minutos, aparece radiante, hermosa, en plena juventud, sus 20 años son un regalo de Dios, me paro para recibirla y nos abrazamos con un amor grande grande que no necesita explicarse.
Desayunamos riquísimo, y mucha charla necesaria, me platica de tantos temas; pasa el tiempo volando, ya es el mediodía, nos vamos para registrarme en el hotel, ahí continuamos nuestra charla, y desde la ventana tenemos una extraordinaria vista, el cerro de la silla, precioso.
A las tres de la tarde vamos a comer al "Timón", me agrada mucho, yo le hago los honores a un "coctel grande" de camarones, y una cerveza "indio", más charla y nos vamos, porque ella va a la Universidad, debe presentar un examen; la acompaño para abordar un taxi.
Aprovecho esas horas libres para ducharme y afeitarme, el resto de la tarde miro televisión, que casi no se me da. A las 9 de la noche me envía un MSN, dice que ya viene, llega muy rápido, le pregunto que quiere hacer, y nos vamos a comer tacos allá por Madero y Félix U Gómez; resultaron muy buenos, aunque algo caros, bueno como todo en general en esta ciudad.
De regreso al hotel me dice que si le invito una piña colada, y qué bien porque yo deseo una cuba libre, la tomamos en el cuarto, mientras flojeamos y vemos la tele, a las doce pasa la mamá por ella.
Viernes, duermo a pierna suelta, una llamada en el móvil me despierta, pero me sirve para despabilarme y entrar a la ducha, luego estar listo en cuanto ella llegue.
¡Qué linda hija, en verdad soy muy afortunado!, muchas miradas en el trayecto hacia la macro plaza, en este caso, no me atacan los celos, por el contrario me siento como pavo real; en la macro, nos tomamos fotos, y después caminamos hacia el poniente para ir a comer a un lugar llamado "la puntada", que según dice mi hija se come muy bien, y es cierto, aunque el servicio es un tanto lento. Platicamos muchísimo, estamos muy contentos en el lugar con aire acondicionado, afuera el sol y calor es tremendo casi 40; después de 4 horas de charla nos vamos del lugar, nos dirigimos a tomarnos un helado, yo de chocolate, ella de oreo y chocolate, nos sentamos en una banca bajo una providencial sombra y la plática se eterniza; le digo que debo irme al aeropuerto en una hora más, pero me replica, te tengo una sorpresita, te vamos a llevar mi mamá y yo, me sorprende, sin embargo me alegra, estaré mas tiempo con ella.
Pasa la mamá por nosotros, vamos platicando todos y escuchando música durante los 40 kilómetros al aeropuerto, no hay demasiado tráfico vehicular, llegamos sin inconvenientes en 50 minutos.
En tanto documento les digo se tomen una soda, pero no se les apetece, aparecen en el rostro de mi princesa los primeros signos de tristeza, caminamos por los pasillos del aeropuerto, con el propósito de decirle cuànto la amo, que siempre está en mi mente, pero sobre todo en mi corazón, la abrazo, y me dice "no te vayas papá, quédate hasta el domingo" y sus lagrimas muerden mi alma.
Una hora y media después, aterrizamos en el aeropuerto de la Ciudad de México, mi hogar, mis afectos; ahí por cierto, las flores son un paliativo para la tristeza...en cualquier època de la vida, y no importa la procedencia del vuelo o del alma...
Autor: Benjamìn Torres Uballe, prohibida la reproducciòn total o parcial, a travès de cualquier medio, con fines de lucro sin la autorizaciòn por escrito del autor.
Me encomendé al todopoderoso y cerré los ojos para intentar dormir un poco, no pude, por mi mente aún las lagrimas de mi hija cuando nos despedimos en el aeropuerto -quédate papá te vas el domingo- bonita, ya no puedo cambiar el vuelo, no hay espacio en el siguiente. Caray eso me partió el alma.
Habíamos acordado mi visita para dos semanas más, sin embargo mi deseo de verla venció mi prudencia financiera, y decidí viajar la noche del miércoles en autobús; las once horas transcurrieron sin novedad, acordamos vernos en la cafetería donde siempre, en pleno centro.
El metro me va que ni mandado a hacer, llego en 20 minutos; ella demora y mi ansia se nota cada vez más en las continuas miradas a la puerta de acceso, después de 40 minutos, aparece radiante, hermosa, en plena juventud, sus 20 años son un regalo de Dios, me paro para recibirla y nos abrazamos con un amor grande grande que no necesita explicarse.
Desayunamos riquísimo, y mucha charla necesaria, me platica de tantos temas; pasa el tiempo volando, ya es el mediodía, nos vamos para registrarme en el hotel, ahí continuamos nuestra charla, y desde la ventana tenemos una extraordinaria vista, el cerro de la silla, precioso.
A las tres de la tarde vamos a comer al "Timón", me agrada mucho, yo le hago los honores a un "coctel grande" de camarones, y una cerveza "indio", más charla y nos vamos, porque ella va a la Universidad, debe presentar un examen; la acompaño para abordar un taxi.
Aprovecho esas horas libres para ducharme y afeitarme, el resto de la tarde miro televisión, que casi no se me da. A las 9 de la noche me envía un MSN, dice que ya viene, llega muy rápido, le pregunto que quiere hacer, y nos vamos a comer tacos allá por Madero y Félix U Gómez; resultaron muy buenos, aunque algo caros, bueno como todo en general en esta ciudad.
De regreso al hotel me dice que si le invito una piña colada, y qué bien porque yo deseo una cuba libre, la tomamos en el cuarto, mientras flojeamos y vemos la tele, a las doce pasa la mamá por ella.
Viernes, duermo a pierna suelta, una llamada en el móvil me despierta, pero me sirve para despabilarme y entrar a la ducha, luego estar listo en cuanto ella llegue.
¡Qué linda hija, en verdad soy muy afortunado!, muchas miradas en el trayecto hacia la macro plaza, en este caso, no me atacan los celos, por el contrario me siento como pavo real; en la macro, nos tomamos fotos, y después caminamos hacia el poniente para ir a comer a un lugar llamado "la puntada", que según dice mi hija se come muy bien, y es cierto, aunque el servicio es un tanto lento. Platicamos muchísimo, estamos muy contentos en el lugar con aire acondicionado, afuera el sol y calor es tremendo casi 40; después de 4 horas de charla nos vamos del lugar, nos dirigimos a tomarnos un helado, yo de chocolate, ella de oreo y chocolate, nos sentamos en una banca bajo una providencial sombra y la plática se eterniza; le digo que debo irme al aeropuerto en una hora más, pero me replica, te tengo una sorpresita, te vamos a llevar mi mamá y yo, me sorprende, sin embargo me alegra, estaré mas tiempo con ella.
Pasa la mamá por nosotros, vamos platicando todos y escuchando música durante los 40 kilómetros al aeropuerto, no hay demasiado tráfico vehicular, llegamos sin inconvenientes en 50 minutos.
En tanto documento les digo se tomen una soda, pero no se les apetece, aparecen en el rostro de mi princesa los primeros signos de tristeza, caminamos por los pasillos del aeropuerto, con el propósito de decirle cuànto la amo, que siempre está en mi mente, pero sobre todo en mi corazón, la abrazo, y me dice "no te vayas papá, quédate hasta el domingo" y sus lagrimas muerden mi alma.
Una hora y media después, aterrizamos en el aeropuerto de la Ciudad de México, mi hogar, mis afectos; ahí por cierto, las flores son un paliativo para la tristeza...en cualquier època de la vida, y no importa la procedencia del vuelo o del alma...
Autor: Benjamìn Torres Uballe, prohibida la reproducciòn total o parcial, a travès de cualquier medio, con fines de lucro sin la autorizaciòn por escrito del autor.
SEPTIMO DIA
Hoy es sèptimo dìa
y contigo quisiera correr,
por senderos de ilusiones
para màs nunca volver.
Hoy es sèptimo dìa
y te extraño apenas de ayer,
sin obligadas razones
sè, que te quiero querer.
Tù mi màgico dìa,
en el amor vivirè
con la magia que hicimos nuestra
en la distancia estarè.
Mùsica, flores, el viento,
todo me lleva hasta tì,
aùn cuando el tiempo termine,
sè que estaràs màs en mì.
Derechos de autor: Benjamìn Torres Uballe; prohibida la reproducciòn parcial o total por cualquier medio con fines de lucro, sin la autorizaciòn por escrito del autor.
y contigo quisiera correr,
por senderos de ilusiones
para màs nunca volver.
Hoy es sèptimo dìa
y te extraño apenas de ayer,
sin obligadas razones
sè, que te quiero querer.
Tù mi màgico dìa,
en el amor vivirè
con la magia que hicimos nuestra
en la distancia estarè.
Mùsica, flores, el viento,
todo me lleva hasta tì,
aùn cuando el tiempo termine,
sè que estaràs màs en mì.
Derechos de autor: Benjamìn Torres Uballe; prohibida la reproducciòn parcial o total por cualquier medio con fines de lucro, sin la autorizaciòn por escrito del autor.
COMETA
Llegaste así,
al mediodía, sin previo aviso,
como todo lo bueno que nos regala Dios;
estabas inmersa en sueño,
en ese sueño infantil etéreo
que los viejos no debimos perder. /
Desde siempre, bromista irredenta,
acaso también libre
en espíritu y coraje,
tal cometa que danza
auténtico, explosivo, sin límites,
por los mares. /
Entonces, recuerdo; besé al amor
que floreció en tu nariz diminuta,
Y la primavera serena
se postró a tu belleza
de inmaculada pureza. /
Llevas en cotidiano ritual
el tesoro del sol,
y lo colocas en tus mejillas,
morenitas , suaves,
benditas,
bellas como tu voz. /
Al amanecer,
eres torbellino
y te faltan horas por jugar
en el reino tuyo,
de tus juguetes,
granero monumental. /
Las paredes de tu capullo,
obras maestras,
son todo esplendor,
ningún genio, nunca,
intentaría la razón. /
Hoy das reposo cinco séptimos
a las cuatro estaciones matutinas
mientras descubres vocales
que te han de esperar;
¡Y luego lo más hermoso!
tu ángel declara fiesta en el universo,
has mostrado tus parpados
mientras duermes,
y nuevamente tu corte omnipresente
rinde homenaje a la perfección del
Todopoderoso.
Mi amadìsima Pao; esto es lo que siento por ti, te amo bonita.
Autor: Benjamìn Torres Uballe; prohibida la reproducciòn total o parcial a travès de cualquier medio, con fines de lucro, sin la autorizaciòn por escrito del autor.
al mediodía, sin previo aviso,
como todo lo bueno que nos regala Dios;
estabas inmersa en sueño,
en ese sueño infantil etéreo
que los viejos no debimos perder. /
Desde siempre, bromista irredenta,
acaso también libre
en espíritu y coraje,
tal cometa que danza
auténtico, explosivo, sin límites,
por los mares. /
Entonces, recuerdo; besé al amor
que floreció en tu nariz diminuta,
Y la primavera serena
se postró a tu belleza
de inmaculada pureza. /
Llevas en cotidiano ritual
el tesoro del sol,
y lo colocas en tus mejillas,
morenitas , suaves,
benditas,
bellas como tu voz. /
Al amanecer,
eres torbellino
y te faltan horas por jugar
en el reino tuyo,
de tus juguetes,
granero monumental. /
Las paredes de tu capullo,
obras maestras,
son todo esplendor,
ningún genio, nunca,
intentaría la razón. /
Hoy das reposo cinco séptimos
a las cuatro estaciones matutinas
mientras descubres vocales
que te han de esperar;
¡Y luego lo más hermoso!
tu ángel declara fiesta en el universo,
has mostrado tus parpados
mientras duermes,
y nuevamente tu corte omnipresente
rinde homenaje a la perfección del
Todopoderoso.
Mi amadìsima Pao; esto es lo que siento por ti, te amo bonita.
Autor: Benjamìn Torres Uballe; prohibida la reproducciòn total o parcial a travès de cualquier medio, con fines de lucro, sin la autorizaciòn por escrito del autor.
jueves, 19 de mayo de 2011
MI TIERRA
Nací ayer, en un capullo
de agua y vida multicolores,
que bañan esta tierra bendita,
de hombres buenos, amigos,
guerreros, trabajadores. /
Loas a esta tierra generosa, pródiga
en talentos inmensos, en pieles morenas
llenas de soles por cielos diversos. /
Cantos bellos de gorriones
a mis hermanos magnánimos,
en ellos dejo ofrendas, huella y vida,
cada mañana que inmolan su esfuerzo. /
Viva mi tierra hermosa, grandiosa,
mi tierra soñadora, fértil,
madre amorosa de hijos supremos,
de cantos risueños, de impulsos serenos. /
¡Qué orgullo mi tierra!
de brazos enteros, de espléndidas tardes
bellas, hermosas; tanto como sus mujeres,
nobles, grandiosas, inmaculadas, afables . /
¡Bravo! Sí, a tus hombres y mujeres, tierra mía,
de almas limpias, de rostros amigos,
de corazón sentido,
hermanadas con la vida. /
¡Ah!, tierra noble, mosaico de tradiciones,
grande qué eres, más sutil que viles los rencores,
vives tú, vives en mí, vivo en ti,
México de mis amores. /
Honor a esta tierra soñada
bendita en suelos, ríos y mares,
amor a mi tierra digna, férrea,
tenaz en hombres e ilusiones. /
Indómita es mi tierra con su gente
grande, amable, de hierro sus corazones
incansables, de pasión y de labores.
¡Viva, sí, mi tierra, ocasión de mis amores!
Autor: Benjamìn Torres Uballe; prohibida la reproducciòn total o parcial a travès de cualquier medio con fines de lucro, sin la autorizaciòn por escrito del autor.
de agua y vida multicolores,
que bañan esta tierra bendita,
de hombres buenos, amigos,
guerreros, trabajadores. /
Loas a esta tierra generosa, pródiga
en talentos inmensos, en pieles morenas
llenas de soles por cielos diversos. /
Cantos bellos de gorriones
a mis hermanos magnánimos,
en ellos dejo ofrendas, huella y vida,
cada mañana que inmolan su esfuerzo. /
Viva mi tierra hermosa, grandiosa,
mi tierra soñadora, fértil,
madre amorosa de hijos supremos,
de cantos risueños, de impulsos serenos. /
¡Qué orgullo mi tierra!
de brazos enteros, de espléndidas tardes
bellas, hermosas; tanto como sus mujeres,
nobles, grandiosas, inmaculadas, afables . /
¡Bravo! Sí, a tus hombres y mujeres, tierra mía,
de almas limpias, de rostros amigos,
de corazón sentido,
hermanadas con la vida. /
¡Ah!, tierra noble, mosaico de tradiciones,
grande qué eres, más sutil que viles los rencores,
vives tú, vives en mí, vivo en ti,
México de mis amores. /
Honor a esta tierra soñada
bendita en suelos, ríos y mares,
amor a mi tierra digna, férrea,
tenaz en hombres e ilusiones. /
Indómita es mi tierra con su gente
grande, amable, de hierro sus corazones
incansables, de pasión y de labores.
¡Viva, sí, mi tierra, ocasión de mis amores!
Autor: Benjamìn Torres Uballe; prohibida la reproducciòn total o parcial a travès de cualquier medio con fines de lucro, sin la autorizaciòn por escrito del autor.
miércoles, 18 de mayo de 2011
TIEMPO
Viaja el amor, aquí, allá,
sin fin, sin ti, sin mí,
en la geométrica ambigüedad
de nuestras dudas, y esperas./
Tocas el fondo de nuestras almas ansiosas,
amadas, y dudamos, sí, en el volver aquí,
siempre es así, siempre es que dudamos,
sobran palabras, ociosas, ¡estorban!/
Paran las vidas, la tuya, la mía,
y jugamos al no me importa, al no lo intento,
y miento, simplemente miento, pues quiero besarte,
amarte, abrazarte, cuidarte, llevarte; igual que el primer momento./
Niña, mi niña de amor y de luna, de orgullosa piel como de rosa,
redimamos la espera, el amor, los minutos que atormentan,
donde estamos hoy, es prisa de verano, sé qué sientes tú,
a mí, el tiempo me resulta vano...
Autor: Benjamín Torres Uballe; prohibida la reproducción total o parcial a través de cualquier medio, con fines de lucro, sin la autorización por escrito del autor.
sin fin, sin ti, sin mí,
en la geométrica ambigüedad
de nuestras dudas, y esperas./
Tocas el fondo de nuestras almas ansiosas,
amadas, y dudamos, sí, en el volver aquí,
siempre es así, siempre es que dudamos,
sobran palabras, ociosas, ¡estorban!/
Paran las vidas, la tuya, la mía,
y jugamos al no me importa, al no lo intento,
y miento, simplemente miento, pues quiero besarte,
amarte, abrazarte, cuidarte, llevarte; igual que el primer momento./
Niña, mi niña de amor y de luna, de orgullosa piel como de rosa,
redimamos la espera, el amor, los minutos que atormentan,
donde estamos hoy, es prisa de verano, sé qué sientes tú,
a mí, el tiempo me resulta vano...
Autor: Benjamín Torres Uballe; prohibida la reproducción total o parcial a través de cualquier medio, con fines de lucro, sin la autorización por escrito del autor.
SOY
Soy, amor y vida
desconsuelo y esperanza,
triste sombra, fulgor, y no promesa. /
Pasión, tristeza, ojos míos,
porque soy atemporal, aquí,
penumbra pronta que se marcha. /
Soy también camino en mis ideales
silencio pronto en tus rencores,
olas que se llevan de una vez
tu recuerdo y mi añoranza. /
Soy dolor que duele a nada,
palabras mudas que te matan,
ironía mordaz en tus cautivas horas,
hojarasca soy, jamàs substancia. /
Tú penumbra, en tanto, yo sonata,
flores prontas en tu casa,
miedos todos, que te alcanzan. /
Nada es todo, fluye lejos el silencio,
anacrónico momento,
letras sueltas que perecen
se convierten en lamento. /
Soy quimeras y fracasos,
ilusiones de otros brazos,
la soberbia en tus ojazos
horizonte en el ocaso. /
Autor: Benjamìn Torres Uballe; prohibida la reproducciòn total o parcial a travès de cualquier medio con fines de lucro, sin la autorizaciòn por escrito del autor.
desconsuelo y esperanza,
triste sombra, fulgor, y no promesa. /
Pasión, tristeza, ojos míos,
porque soy atemporal, aquí,
penumbra pronta que se marcha. /
Soy también camino en mis ideales
silencio pronto en tus rencores,
olas que se llevan de una vez
tu recuerdo y mi añoranza. /
Soy dolor que duele a nada,
palabras mudas que te matan,
ironía mordaz en tus cautivas horas,
hojarasca soy, jamàs substancia. /
Tú penumbra, en tanto, yo sonata,
flores prontas en tu casa,
miedos todos, que te alcanzan. /
Nada es todo, fluye lejos el silencio,
anacrónico momento,
letras sueltas que perecen
se convierten en lamento. /
Soy quimeras y fracasos,
ilusiones de otros brazos,
la soberbia en tus ojazos
horizonte en el ocaso. /
Autor: Benjamìn Torres Uballe; prohibida la reproducciòn total o parcial a travès de cualquier medio con fines de lucro, sin la autorizaciòn por escrito del autor.
LA CULPA ES DE DIOS
Cuento.
Sí, la culpa definitivamente la tiene Dios; cada primavera es exactamente lo mismo, vivo en un gravísimo dilema acerca de mi statu quo, y la terrible batalla que libran mis sólidos principios morales y las obscuras, y aún más determinantes fuerzas del mal con que me empacaron cuando vine a este mundo, ¿cómo a qué me refiero? , pero si está clarísimo.
Las veo más felices, radiantes, hermosas, voluptuosas, exuberantes, con su capacidad de libido al límite; ellas lo saben, y además saben también que yo lo sé, luego entonces, se dejan mirar, admirar, desear, amar; con ese rubor en sus mejillas de tal coquetería que no hay defensa alguna contra esa arma letal , ¿cómo a quiènes describo? ¡Carajo! Pues a quiénes va a ser; a las MUJERES, A LAS MUJERES SEÑOR.
Caminan obscenamente delicadas, superlativamente esplendorosas, con esos vestidos ligeros, cortos, de lino o algodón, en los que afortunadamente puede uno admirar esas piernas de concurso, torneadas, firmes, bronceadas con el sol de Abril. Otras, las más, con esos jeans pegados como segunda piel, y que idiotizan festivamente la comuna de mis inquietas hormonas.
Literalmente me encantan, cuando las veo caminando por la Av. Madero en ramillete multicolor, de todas edades; rubias, morenas, altas, bajitas, mexicanas, extranjeras; pero mi razón deja de funcionar si una españolita muy seria con ojos color miel, llamada Begonia me pregunta cómo llegar al Zócalo, o una "gabacha" en un shorcito de mezclilla, y con tremendas piernas, me dice ¿may you help me?, soy anti yanqui a ultranza, no imbécil, así que me olvido de ello, y claro que no sólo la ayudo, sino la llevo hasta el templo mayor, y ahí, si me lo pide ¡hasta me caso con ella!
Verlas con sus lentes de sol, de plano es espectáculo aparte, es una pasarela que subyuga, y que no se ve en París, Milán o Londres, aquí es espectáculo generosamente gratis, lucen todas las marcas inimaginadas: Prada, Dolce&Gabbana, Armani, Cartier, Ray-Ban, Chanel, Dior, Serengeti; en eso me deleito hasta el éxtasis, y es que digo verdad plena, todas son pecadoramente bellas.
Y qué decir de las mujeres excelsas de mis afectos; la que está físicamente a mil Kms. de distancia, simplemente embellece a cada instante de la primavera, y no me canso de admirarla y amarla hasta la idiotez total, ella es punto y aparte; mi ex, hace tiempo que me tiene absorbido el seso por completo con su despampanante belleza, amor, talento, y ultimamente con sus muy intensas "fajadas"; ¡ah! y de la que hace tiempo me hechiza con sus ojazos negros, hoyuelos en las mejillas y 1.68 de altura.
¿Sí o no tiene la culpa Dios de todos mis desvaríos primaverales? ¿De todas mis demencias entre el 21 de marzo y el 20 de Junio? ¿De mi estado de éxtasis y anencefalia temporal? , claro que sí, y basta una sola razón para culparlo...¿Para què las hizo tan bellas y les regaló además la primavera?
Autor: Benjamìn Torres Uballe; prohibida la reproducciòn total o parcial a travès de cualquier medio, con fines de lucro, sin la autorizaciòn por escrito del autor.
Sí, la culpa definitivamente la tiene Dios; cada primavera es exactamente lo mismo, vivo en un gravísimo dilema acerca de mi statu quo, y la terrible batalla que libran mis sólidos principios morales y las obscuras, y aún más determinantes fuerzas del mal con que me empacaron cuando vine a este mundo, ¿cómo a qué me refiero? , pero si está clarísimo.
Las veo más felices, radiantes, hermosas, voluptuosas, exuberantes, con su capacidad de libido al límite; ellas lo saben, y además saben también que yo lo sé, luego entonces, se dejan mirar, admirar, desear, amar; con ese rubor en sus mejillas de tal coquetería que no hay defensa alguna contra esa arma letal , ¿cómo a quiènes describo? ¡Carajo! Pues a quiénes va a ser; a las MUJERES, A LAS MUJERES SEÑOR.
Caminan obscenamente delicadas, superlativamente esplendorosas, con esos vestidos ligeros, cortos, de lino o algodón, en los que afortunadamente puede uno admirar esas piernas de concurso, torneadas, firmes, bronceadas con el sol de Abril. Otras, las más, con esos jeans pegados como segunda piel, y que idiotizan festivamente la comuna de mis inquietas hormonas.
Literalmente me encantan, cuando las veo caminando por la Av. Madero en ramillete multicolor, de todas edades; rubias, morenas, altas, bajitas, mexicanas, extranjeras; pero mi razón deja de funcionar si una españolita muy seria con ojos color miel, llamada Begonia me pregunta cómo llegar al Zócalo, o una "gabacha" en un shorcito de mezclilla, y con tremendas piernas, me dice ¿may you help me?, soy anti yanqui a ultranza, no imbécil, así que me olvido de ello, y claro que no sólo la ayudo, sino la llevo hasta el templo mayor, y ahí, si me lo pide ¡hasta me caso con ella!
Verlas con sus lentes de sol, de plano es espectáculo aparte, es una pasarela que subyuga, y que no se ve en París, Milán o Londres, aquí es espectáculo generosamente gratis, lucen todas las marcas inimaginadas: Prada, Dolce&Gabbana, Armani, Cartier, Ray-Ban, Chanel, Dior, Serengeti; en eso me deleito hasta el éxtasis, y es que digo verdad plena, todas son pecadoramente bellas.
Y qué decir de las mujeres excelsas de mis afectos; la que está físicamente a mil Kms. de distancia, simplemente embellece a cada instante de la primavera, y no me canso de admirarla y amarla hasta la idiotez total, ella es punto y aparte; mi ex, hace tiempo que me tiene absorbido el seso por completo con su despampanante belleza, amor, talento, y ultimamente con sus muy intensas "fajadas"; ¡ah! y de la que hace tiempo me hechiza con sus ojazos negros, hoyuelos en las mejillas y 1.68 de altura.
¿Sí o no tiene la culpa Dios de todos mis desvaríos primaverales? ¿De todas mis demencias entre el 21 de marzo y el 20 de Junio? ¿De mi estado de éxtasis y anencefalia temporal? , claro que sí, y basta una sola razón para culparlo...¿Para què las hizo tan bellas y les regaló además la primavera?
Autor: Benjamìn Torres Uballe; prohibida la reproducciòn total o parcial a travès de cualquier medio, con fines de lucro, sin la autorizaciòn por escrito del autor.
ANDARES
Cuando me haya alcanzado ya
la indolora luz en la implacable tarde,
cuánto deseara no ver en mí sombras que me ataren,
y volar libre al horizonte, volar al fin, a los ojos de mi madre. /
Si me he marchado ya,
quedarán ahí, de súbito olvidados,
girones de mis días, andares del pasado.
Habré pagado sí, quizás, mis deudas de contado,
unas a la vez, el resto con enfado. /
No habré postergado más encuentros indeseados,
no habrá necesidad si acaso me he marchado.
Nada llevaré, nada necesito;
bastarán por última vez
los poemas que yo habré escrito. /
Cierto que ya, cuando el sol me haya llorado,
dejen de doler los pasos cotidianos,
todo, sí, lo sé, cuando ya me haya marchado...
Autor: Benjamín Torres Uballe; prohibida la reproducción total o parcial a través de cualquier medio con fines de lucro sin la autorización por escrito del autor.
la indolora luz en la implacable tarde,
cuánto deseara no ver en mí sombras que me ataren,
y volar libre al horizonte, volar al fin, a los ojos de mi madre. /
Si me he marchado ya,
quedarán ahí, de súbito olvidados,
girones de mis días, andares del pasado.
Habré pagado sí, quizás, mis deudas de contado,
unas a la vez, el resto con enfado. /
No habré postergado más encuentros indeseados,
no habrá necesidad si acaso me he marchado.
Nada llevaré, nada necesito;
bastarán por última vez
los poemas que yo habré escrito. /
Cierto que ya, cuando el sol me haya llorado,
dejen de doler los pasos cotidianos,
todo, sí, lo sé, cuando ya me haya marchado...
Autor: Benjamín Torres Uballe; prohibida la reproducción total o parcial a través de cualquier medio con fines de lucro sin la autorización por escrito del autor.
sábado, 9 de abril de 2011
OJOS VERDES
Se inquieta el corazón en la zozobra,
esta noche, en que paciente el mar te vence.
Refrena cauto el horizonte mientras tus marmóreos muslos
beben la luz etérea de mi alma sedienta. /
Olvídanse reclamos áridos e infaustos,
mi aliento permea impúdico el talle de tu cuello, hermoso;
y te entregas en las voluptuosas horas
del continuo escalar la cumbre de tu cuerpo. /
Recorro tu vientre en los puntos cardinales donde me quedo quieto,
en esos labios de Venus, de tu cálido sexo.
Tersa es la piel de los brazos en que me subyugas,
y me atas a ti, como lasciva red de bocas ansiosas. /
Esta noche no más mujeriego impenitente,
el amante ocasional de tan espléndida belleza.
Hoy refrendas en mi ser tentación, concupiscencia. /
Me deleito, al florecer de la mañana, de tu rubia exquisitez,
de mirar tus ojos verdes, de saber, de admitir que estás en mí,
una y otra vez, así, cuando te siento. /
Autor: Benjamín Torres Uballe; prohibida la reproducción total o parcial a través de cualquier medio con fines de lucro, sin la autorización por escrito del autor.
esta noche, en que paciente el mar te vence.
Refrena cauto el horizonte mientras tus marmóreos muslos
beben la luz etérea de mi alma sedienta. /
Olvídanse reclamos áridos e infaustos,
mi aliento permea impúdico el talle de tu cuello, hermoso;
y te entregas en las voluptuosas horas
del continuo escalar la cumbre de tu cuerpo. /
Recorro tu vientre en los puntos cardinales donde me quedo quieto,
en esos labios de Venus, de tu cálido sexo.
Tersa es la piel de los brazos en que me subyugas,
y me atas a ti, como lasciva red de bocas ansiosas. /
Esta noche no más mujeriego impenitente,
el amante ocasional de tan espléndida belleza.
Hoy refrendas en mi ser tentación, concupiscencia. /
Me deleito, al florecer de la mañana, de tu rubia exquisitez,
de mirar tus ojos verdes, de saber, de admitir que estás en mí,
una y otra vez, así, cuando te siento. /
Autor: Benjamín Torres Uballe; prohibida la reproducción total o parcial a través de cualquier medio con fines de lucro, sin la autorización por escrito del autor.
martes, 22 de marzo de 2011
MARZO
Me rindo, ¡sí!
Es tan obsceno el verde perfecto de tus ojos,
y no puedo más ya enfrentarme indemne a ellos.
Hoy claudico en el hechizo inmoral de tu belleza,
me atrapas en el acometer perverso de tus besos,
ventajosos, igual que el sol claudica puntual entre murmullos.
Mis brazos te buscan en la avidez febril de la incipiente tarde,
te quedas ahì, cual doncella guerrera en la gloriada luz de su victoria.
Entonces no, el tiempo no existe...
es sólo obligado cómplice fugaz
a la consumaciòn etérea que vence los sentidos,
de este sortilegio tuyo, tan audaz, tan esperado...
Autor: Benjamín Torres Uballe; prohibida la reproducción total o parcial a través de cualquier medio con fines de lucro, sin la autorización por escrito del autor.
Es tan obsceno el verde perfecto de tus ojos,
y no puedo más ya enfrentarme indemne a ellos.
Hoy claudico en el hechizo inmoral de tu belleza,
me atrapas en el acometer perverso de tus besos,
ventajosos, igual que el sol claudica puntual entre murmullos.
Mis brazos te buscan en la avidez febril de la incipiente tarde,
te quedas ahì, cual doncella guerrera en la gloriada luz de su victoria.
Entonces no, el tiempo no existe...
es sólo obligado cómplice fugaz
a la consumaciòn etérea que vence los sentidos,
de este sortilegio tuyo, tan audaz, tan esperado...
Autor: Benjamín Torres Uballe; prohibida la reproducción total o parcial a través de cualquier medio con fines de lucro, sin la autorización por escrito del autor.
viernes, 11 de marzo de 2011
AMANECER
Despertar en ti, otra vez...
inmerso en tu alma,
en el amanecer... de tus ojos,
de mí mismo
en las formas perfectas
de tu erudita belleza...
Autor: Benjamìn Torres Uballe; prohibida la reproducciòn total o parcial a travès de cualquier medio con fines de lucro, sin la autorizaciòn por escrito del autor.
inmerso en tu alma,
en el amanecer... de tus ojos,
de mí mismo
en las formas perfectas
de tu erudita belleza...
Autor: Benjamìn Torres Uballe; prohibida la reproducciòn total o parcial a travès de cualquier medio con fines de lucro, sin la autorizaciòn por escrito del autor.
viernes, 4 de febrero de 2011
SOÑANDO...
Cuento.
¡Càrajo! Es el noticiario de media noche, una importante cadena televisiva destaca la noticia: 12 hombres acribillados con armas de asalto en el norte del país, 6 en un bar de la zona de tolerancia de una ciudad porteña en el pacífico mexicano, cinco allá por el ajusco, 7 en Tepito, 6 granadas de fragmentaciòn arrojadas a un cuartel de policìa en el noreste; infortunadamente estos hechos parecen repetirse cotidianamente en casi todo el territorio nacional desde hace al menos unos cuatro años.
Violencia, narcotráfico, secuestros, extorsiones, asesinatos, robos, uff, y la lista es aún muy amplia; me temo que se vive en un ambiente insoportablemente angustioso, de tal manera que he venido pensándolo desde hace como un año, y no aguanto ya otro día; a pesar de mi veintena de guardaespaldas adiestrados en Israel, de plano dejo el país; me voy a radicar a New York, desde ahí estableceré mi centro de operaciones para manejar todas mis industrias, mis casas de bolsa, mis agencias de automóviles, mis inmobiliarias, mis líneas aéreas, y mi banco con sus 247 sucursales.
Hombre, claro que sí, por supuesto extrañaré México; como el no hay dos, aquí se vive a plenitud si se tienen los recursos para ello, afortunadamente es mi caso.
La previsión es uno de mis agudos talentos, y hace 8 años compré en Manhattan un departamento de 200 metros cuadrados, justo ahí frente a Central Park; nadie imagina la vista, o sea, ¡supercool!.
Con el Mercedes blindado y el Ferrari, no hay ningún problema, me los enviarán en un contenedor exprofeso para el caso; mi vestuario prefiero dejarlo aquí en el país; aprovecharé la ocasión para renovarlo, no sé si en Beverly Hills, o me doy una vuelta rápida a París en mi jet privado.
Tanto mi secretaria particular como mi asistente personal, ya están apuntadìsimos para irse conmigo; y no tengo problema para ello, una es egresada de Harvard, y el otro del MIT, ambos con MBA, y se adaptan perfectamente al “american way of life”.
Lo que lamento un tanto, y caray, ni modo, uno tiene sentimientos, es que indirectamente afectaré fuentes de empleo en el D.F.; sobre todo en los restaurantes de Santa Fe, Polanco, y alguno que otro de la Condesa y también las boutiques de Av. Masaryk… ¡eh pinche huevòn levántate, ya son las 5:30, a trabajar, luego te quejas que no puedes ni entrar al metro!, no te vayan a ganar el lugar en el tianguis de Neza, y va a venir a chingar el pinche dueño que le paguemos los siete meses de renta..Órale, tómate tu atole y lárgate… y ya te dije que te quites esa pinche chamarra mugrosa del América para lavártela cabròn, pareces puto retrato, hasta que no te de de una madriza vas a entender guey… chale, pinche de mi vieja, chingao, se mancha… tan chido que estaba soñando… puta, ya se me pasó el microbus, chaleee.
Nota: El personaje de este cuento no existe, ni tampoco el escenario, es pura ficción; lo que sí existe es la vieja gandalla del pinche huevòn.
Autor: Benjamìn Torres Uballe; prohibida la reproducciòn total o parcial a travès de cualquier medio con fines de lucro, sin la autorizaciòn por escrito del autor.
¡Càrajo! Es el noticiario de media noche, una importante cadena televisiva destaca la noticia: 12 hombres acribillados con armas de asalto en el norte del país, 6 en un bar de la zona de tolerancia de una ciudad porteña en el pacífico mexicano, cinco allá por el ajusco, 7 en Tepito, 6 granadas de fragmentaciòn arrojadas a un cuartel de policìa en el noreste; infortunadamente estos hechos parecen repetirse cotidianamente en casi todo el territorio nacional desde hace al menos unos cuatro años.
Violencia, narcotráfico, secuestros, extorsiones, asesinatos, robos, uff, y la lista es aún muy amplia; me temo que se vive en un ambiente insoportablemente angustioso, de tal manera que he venido pensándolo desde hace como un año, y no aguanto ya otro día; a pesar de mi veintena de guardaespaldas adiestrados en Israel, de plano dejo el país; me voy a radicar a New York, desde ahí estableceré mi centro de operaciones para manejar todas mis industrias, mis casas de bolsa, mis agencias de automóviles, mis inmobiliarias, mis líneas aéreas, y mi banco con sus 247 sucursales.
Hombre, claro que sí, por supuesto extrañaré México; como el no hay dos, aquí se vive a plenitud si se tienen los recursos para ello, afortunadamente es mi caso.
La previsión es uno de mis agudos talentos, y hace 8 años compré en Manhattan un departamento de 200 metros cuadrados, justo ahí frente a Central Park; nadie imagina la vista, o sea, ¡supercool!.
Con el Mercedes blindado y el Ferrari, no hay ningún problema, me los enviarán en un contenedor exprofeso para el caso; mi vestuario prefiero dejarlo aquí en el país; aprovecharé la ocasión para renovarlo, no sé si en Beverly Hills, o me doy una vuelta rápida a París en mi jet privado.
Tanto mi secretaria particular como mi asistente personal, ya están apuntadìsimos para irse conmigo; y no tengo problema para ello, una es egresada de Harvard, y el otro del MIT, ambos con MBA, y se adaptan perfectamente al “american way of life”.
Lo que lamento un tanto, y caray, ni modo, uno tiene sentimientos, es que indirectamente afectaré fuentes de empleo en el D.F.; sobre todo en los restaurantes de Santa Fe, Polanco, y alguno que otro de la Condesa y también las boutiques de Av. Masaryk… ¡eh pinche huevòn levántate, ya son las 5:30, a trabajar, luego te quejas que no puedes ni entrar al metro!, no te vayan a ganar el lugar en el tianguis de Neza, y va a venir a chingar el pinche dueño que le paguemos los siete meses de renta..Órale, tómate tu atole y lárgate… y ya te dije que te quites esa pinche chamarra mugrosa del América para lavártela cabròn, pareces puto retrato, hasta que no te de de una madriza vas a entender guey… chale, pinche de mi vieja, chingao, se mancha… tan chido que estaba soñando… puta, ya se me pasó el microbus, chaleee.
Nota: El personaje de este cuento no existe, ni tampoco el escenario, es pura ficción; lo que sí existe es la vieja gandalla del pinche huevòn.
Autor: Benjamìn Torres Uballe; prohibida la reproducciòn total o parcial a travès de cualquier medio con fines de lucro, sin la autorizaciòn por escrito del autor.
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