viernes, 20 de mayo de 2011

COMETA

Llegaste así,
al mediodía, sin previo aviso,
como todo lo bueno que nos regala Dios;
estabas inmersa en sueño,
en ese sueño infantil etéreo
que los viejos no debimos perder. /
Desde siempre, bromista irredenta,
acaso también libre
en espíritu y coraje,
tal cometa que danza
auténtico, explosivo, sin límites,
por los mares. /
Entonces, recuerdo; besé al amor
que floreció en tu nariz diminuta,
Y la primavera serena
se postró a tu belleza
de inmaculada pureza. /
Llevas en cotidiano ritual
el tesoro del sol,
y lo colocas en tus mejillas,
morenitas , suaves,
benditas,
bellas como tu voz. /
Al amanecer,
eres torbellino
y te faltan horas por jugar
en el reino tuyo,
de tus juguetes,
granero monumental. /
Las paredes de tu capullo,
obras maestras,
son todo esplendor,
ningún genio, nunca,
intentaría la razón. /
Hoy das reposo cinco séptimos
a las cuatro estaciones matutinas
mientras descubres vocales
que te han de esperar;
¡Y luego lo más hermoso!
tu ángel declara fiesta en el universo,
has mostrado tus parpados
mientras duermes,
y nuevamente tu corte omnipresente
rinde homenaje a la perfección del
Todopoderoso.


Mi amadìsima Pao; esto es lo que siento por ti, te amo bonita.

Autor: Benjamìn Torres Uballe; prohibida la reproducciòn total o parcial a travès de cualquier medio, con fines de lucro, sin la autorizaciòn por escrito del autor.

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