Eres alada fantasía del viaje eterno en que no vuelo.
Reverberación de ti cada mañana donde presto muero. /
Agonizas mi fragilidad, adivinas el andar, tuyo soy esclavo y siervo. /
Atas las amarras con dolor, pares un segundo de razón.
Instante ése, nunca el ayer, único, imprecisión de luz, de sol. /
De la vida, prontitud es la inquietud en capituladas horas;
inmensidad tu resplandor, fortaleza, desilusión mayor entre mis manos. /
Surco nuevo soy en tu regazo, vida sin germinar si aún lloras el pasado. /
En la profundidad de lo que soy, emerges sola, irrumpes en el tiempo.
Cuán te extraño; en tu intensidad llevas mi andar, soledad y pensamiento. /
Plantas un resquicio de fe, de luz tan natural, en pétalos de piel;
en tu blasonar septentrional, alma y voz del calendario. /
Hoy eres compás final de nuestro baile en el escenario;
ausencia, dolor, páramo; es el infortunio escrito en nuestro diario. /
Autor: Benjamín Torres Uballe; prohibida la reproducción total o parcial a través de cualquier medio con fines de lucro sin la autorización por escrito del autor.
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