martes, 5 de julio de 2011

ESPLENDOR

Me gusta el esplendor de la vida;
despertar tan vivo, incluso cuanto duela.
Que fluya en mí renovado sol de amaneceres.
Girar la página, en ritual aguardando los ayeres. /
Qué feliz sentir la vida en moléculas del agua,
acariciándome la piel, consintiendo la mañana.
Tanta ilusión que otra vez me recuerda esa sonata.
En tanto siento me acicalo, no soy pequeñez (soy como jilguero). /
Vierto aroma de tu esencia y se exaltan los sentidos.
Entonces es mi piel, tierra fértil de oraciones.
Agradezco estar vivo, feliz, pleno, en paz conmigo.
Nada más falta, nada más existe a este brillo de domingo. /
Salgo y camino, mi corazón palpita, se dilata, precipita.
Cuando te miro, soberbia, pues eres causa de mi vida.
No hay más en mí, eres luz en mi camino, motivo portentoso.
Eres justo lo que soy, cuando por ti... es que me miro vivo… /


Autor: Benjamín Torres Uballe; prohibida la reproducción total o parcial a través de cualquier medio con fines de lucro sin la autorización por escrito del autor.

viernes, 1 de julio de 2011

CONVERSACION

29/6/2011
Cuento

¿Qué escuchas? Preguntó la voz, “Música Acuática, Suite No 2, Aria” de Haendel, contesté. Estaba en mi automóvil esperando a mis sobrinos para llevarlos al colegio; eran las 7:30 de esa mañana de miércoles a finales de Junio, lloviznaba, hacía frío y el cielo estaba totalmente cerrado lo que le daba aspecto melancólico parecía que lloraba, la causa era la tormenta tropical “Arlene” en el Golfo de México, según habían informado en el noticiero.

¿Por qué te gusta? Inquirió nuevamente la misma voz; bueno simplemente me gusta, a mi parecer es de la música clásica más bella que existe en el mundo, me llena el espíritu, acaricia mi alma, y extasía los sentidos; para explicártelo mejor pareciera acercarme un instante a Dios.

¿Podrías en lo que te marchas si no tienes inconveniente decirme de que manera puede una simple pieza musical acercarte a Dios? Creo yo porque en ella se encuentran los dones que el hombre recibió de él, me explico; inteligencia, trabajo, alma, espíritu, sentimiento, paciencia, perseverancia, le respondí.

¿Te entristece escucharla? No definitivamente no, es justamente lo contrario, ya te lo expliqué, es un oasis dentro de mí, es tan poderosa esa música que no sólo provoca olvidarme de la virulencia, de la existencia a veces tan gris en el transitar del mundo, sino que aviva mi corazón y mi mente.

¿Recuerdas a alguien con ella? Sí por supuesto, contesté emocionado, a mis padres, hermanos, a los niños en mi familia, en especial me lleva invariablemente a pensar en mi hija, en las flores, en el cielo, las estrellas, en los amaneceres de mi vida, y también en los hombres buenos de la tierra.

Me has hablado emocionado del toque supremo de Dios en el mundo, incluido el hombre que es su obra suprema, pero no has mencionado el amor, ¿es que no amas a alguien? Sí, he amado y amo a una mujer excepcional, si es a esa clase de amor al cual te refieres ¿en verdad la amas? La amo como jamás he amado a ninguna otra mujer en mi vida, también la recuerdo a ella en la música.

Continúa pues escuchando y complaciéndote en esa clase de música, en la que se manifiesta el inextinguible amor de Dios por la humanidad, y que es capaz de hacer emerger los más nobles sentimientos del hombre, - sí, siempre lo he sabido - pero dime, ¿tú quién eres y por qué me preguntas tantas cosas? Volteé para mirarlo, pero no había nadie…que extraño pensé… juraría que esa persona estaba en el asiento trasero de mi carro ¿me estoy volviendo loco acaso?

Autor: Benjamìn Torres Uballe; prohibida la reproducciòn total o parcial a travès de cualquier medio con fines de lucro sin la autorizaciòn por escrito del autor.