lunes, 25 de marzo de 2013

EL HARTAZGO DE LA VIOLENCIA

Artículo.

Felipe Calderón pateó el avispero del crimen organizado y ya no lo pudo controlar en todo su sexenio. Hay voces incondicionales que aún defienden a ultranza su política en materia de seguridad, y desde luego que están en su derecho. Sin embargo, lo que no han podido hacer, a pesar de intentarlo afanosamente, es convencer a sus críticos y a la población de que los miles de muertos eran necesarios en la lucha contra los diversos cárteles. Por el contrario, la enorme mayoría de los mexicanos la considera una estrategia a todas luces fallida.

El oropel y fanfarrias con las cuales las autoridades calderonistas presentaban a los dizque “principales cabecillas” –siempre eran “principales cabecillas”-, aprehendidos en esa guerra contra los malosos, era un paupérrimo espectáculo que lejos de aportar información veraz, sólo sirvió para exacerbar la violencia y convertirse en mera apología de los criminales. El sistema de comunicación social del panista fracasó estrepitosamente, terminando por erosionarse y hundirse en la incredulidad y hartazgo de sus gobernados.

Hoy la administración de Enrique Peña Nieto ha cambiado radicalmente la táctica para informar a la sociedad mexicana de los hechos relacionados con la hasta ahora incontenible violencia de los grupos criminales. La nueva “táctica” consiste, como usted, amigo lector, ya lo notó, en que no existe información alguna. Sí, así es, ha optado por no presentar a los medios informativos a ningún detenido que tenga que ver con la delincuencia organizada.

La violencia en el país no ha disminuido ni un ápice. El ciudadano común y corriente está convencido de que, en la actualidad, los niveles de virulencia son iguales o mayores a los de la administración de Calderón, y eso lo tiene, además de horrorizado, cansado y debilitado, no sólo mental, sino físicamente. Hartado de escuchar en los noticiarios, de enterarse a través de las poderosas redes sociales de los cotidianos sucesos delictivos en la mayor parte del territorio nacional: Coahuila, Durango, Guerrero, Tamaulipas, Sinaloa, Nuevo León y el Estado de México, destacan en la aportación de acontecimientos sangrientos.

El martes 19 -en que escribo esta columna- ha sucedido a temprana hora una escalada más de violencia en Coahuila: en Monclova, los tiroteos (tres en total) empezaron a las 8 de la mañana, en los cuales hubo bloqueos de avenidas principales. Las escuelas suspendieron clases y el gobierno estatal recomendó a la ciudadanía no salir de sus casas. El saldo fue de dos muertos y un herido. En Reynosa, los combates entre Los Zetas y el cártel de Sinaloa paralizaron la ciudad y se contabilizaron siete muertos. En la población de Otzoloapan en el Estado de México, la Secretaría de Seguridad Ciudadana confirmó un enfrentamiento de sus elementos, apoyados por fuerzas castrenses, contra presuntos miembros de La Familia Michoacana, de los cuales fueron abatidos diez. Toda esta barbarie en un solo día.

La pesadilla cotidiana de la violencia nos ha colocado a los mexicanos en un duelo permanente y en un hartazgo de tal magnitud que quisiéramos olvidarnos de él, desear que jamás hubiese sucedido. Lamentablemente es una repugnante realidad en la que muy poco colabora el hecho de que el gobierno peñista no informe con claridad y oportunidad de este trascendental tema. Así como el priista le ha entrado de lleno con éxito a otras tareas vitales, así es que debe también definir una estrategia de comunicación, pues ante la ausencia de ella las redes sociales suplen esa función, aunque no siempre con la mejor intención y veracidad.

Dejar de mencionar el tema de la narcoviolencia en los discursos y declaraciones oficiales no la elimina; por el contrario, genera muchas suspicacias, y la “rumorología” contribuye únicamente a desinformar y conformar escenarios que en ocasiones no corresponden a la realidad. Necesario es, entonces, evitar caer en la obstinación e instrumentar una estrategia de comunicación social que, además de inteligente, sea pronta y veraz. En Los Pinos hay profesionales con experiencia y talento para implementarla. Esperamos que no hagan oídos sordos. La sociedad mexicana no peca de ignorante, sino de noble y aguantadora, pero no hay que jalar demasiado el hilo, porque pudiera romperse y esto no conviene a nadie en absoluto. Lamentablemente el hartazgo convive hace ya tiempo en el ánimo de los mexicanos.

EL TRABAJO INFANTIL

La explotación laboral infantil es una puya en la conciencia de la humanidad, un tema tan escabroso y complejo como inmoral. Muchos países y empresas poseen un sombrío historial en esa vergonzosa actividad. México no es la excepción. Existen niños trabajando en las calles, en la Central de Abastos, lavando carros, vendiendo billetes de lotería, periódicos, o recolectando desperdicios en los tiraderos, sólo por mencionar algunos ejemplos.

Las cifras testimonian la magnitud de la tragedia de los niños explotados laboralmente. Según la Fundación Telefónica, en América Latina hay 14 millones de niños y niñas entre 5 y 17 años en situación de trabajo infantil, lo cual representa 10% del total en ese rango de edad (141 millones). De ellos, 9.4 millones realizan trabajos que son considerados peligrosos y amenazan su integridad física y psicológica. Es un verdadero infierno el que viven los infantes, en lugar de estar en la escuela o hacer lo que corresponde a su edad: vivir dignamente su infancia.

El pasado jueves se llevó a cabo en la ciudad de México el IV Encuentro Internacional contra el Trabajo Infantil, que tiene como objetivo principal la erradicación de la explotación laboral de los menores en América Latina. El encuentro estuvo apoyado por la UNESCO, la OIT, y el Gobierno del Estado de México; la realización estuvo a cargo de Fundación Telefónica. Felicidades a todos los organizadores.


STATU QUO POLÍTICO.

Por cierto, en el evento comentado en el párrafo anterior vi muy contenta a la ex primera dama Margarita Zavala, dirigiendo y moderando una de las mesas de trabajo. Parece que nada le acongoja, lucía muy serena, los asistentes la recibieron bien.

Autor: Benjamín Torres Uballe; prohibida la reproducción total o parcial a través de cualquier medio con fines de lucro sin la autorización por escrito del autor.



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EL BULLYING Y JONATHAN (Q.E.P.D.)

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El pasado lunes me enteré de la muerte del niño Jonathan “N”, de siete años, en el estado de Jalisco. Según las versiones de sus padres, “Beto”, un compañero de clases de la misma edad, hundió la cabeza de Jonathan en la taza del baño en varias ocasiones para obligarlo a que le entregara el dinero que traía en los bolsillos.

A consecuencia del salvaje e injustificable hecho, los pulmones del niño se infectaron con la materia fecal del retrete, lo que finalmente ocasionó su muerte después de haber sufrido tres paros respiratorios. El macabro bullying había cobrado otra víctima.

Esto es un acto de barbarie tal que nos afrenta y avergüenza como sociedad, y que exhibe ignominiosamente el grado de descomposición social por la falta de una educación sólida construida por valores desde el seno familiar.

De acuerdo con testimonios, la agresión ocurrió en la escuela primaria Valentín Gómez Farías de la comunidad de Encinillas, y mencionan que no era la primera vez que “Beto” agredía a un niño de su salón. Si esto ya había sucedido, surgen inmediatamente preguntas: ¿Por qué las autoridades del plantel escolar no tomaron las medidas preventivas necesarias para corregir la conducta del presunto agresor y proteger al resto de los condiscípulos? ¿Por qué ocultaron el suceso?, ¿acaso quisieron evitar el escándalo? Y los padres de “Betito”, ¿cuál fue su actuar en todo esto?

La licenciada en Trabajo Social, Isabel Gómora, accedió a conversar sobre el espinoso asunto del bullying: “Los acosadores escolares normalmente padecen conductas disruptivas que se originan en su núcleo primario. La mayoría proviene de familias disfuncionales y padres golpeadores, por lo que replican en la escuela el modelo conductual aprendido”. –Desde su experiencia, ¿cuál es la solución?- “Definitivamente en el ámbito familiar, en la corresponsabilidad de padres comprometidos con los hijos y su educación, pero también de las autoridades y sociedad”

Para abundar en la materia, vía telefónica solicité la opinión del senador perredista Mario Delgado Carrillo, quien ha sido uno de los escasos políticos preocupados y ocupados en este delicado y aberrante tema, quien incluso, desde el Senado, impulsa la creación de la Ley General para la Prevención de la Violencia en el Entorno Escolar. Esto fue lo que dijo: “En este lamentable caso de Jonathan, la información no es muy clara, ya que como en otros, la reacción primaria es tal vez pretender ocultar información”.

“El acoso escolar nos lleva a la necesidad de abrir los ojos ante una realidad que está presente”. –Y Delgado Carrillo abundó: “la violencia que vive el país se está filtrando a los hogares, por eso cobra relevancia que en las familias se insista en la cultura de paz hacia los demás”.

Y el también presidente de la Comisión del Distrito Federal del Senado pone el dedo en la llaga, pues la acción salvaje, incendiaria y enfermiza del bullying puede y debe tener castigo para quien lo ejecuta, pero también a quienes lo propician, alientan y ocultan, sea en los planteles escolares o en los hogares. No hay excusa que justifique en modo alguno el demencial comportamiento, ya que éste no surge de modo espontaneo de un día para otro. Entonces, ignorar las conductas anormales de los “acosadores”, además de inmoral, es convertirse irremediablemente en cómplice de un hecho delictivo.

La familia, como célula de la sociedad, es donde radica la solución al deleznable bullying. Nada de complacencias y mucho menos de tolerar la violencia en el hogar, pues normalmente ésta suele acompañar en la mochila, con todos los demonios que la conforman, a los estudiantes sin importar la edad, sexo, religión, condición social o preferencia sexual. El antídoto se encuentra en la máxima de un mexicano ilustre: “el respeto al derecho ajeno es la paz”.

Hoy, el muy triste caso de Jonathan ha cobrado notoriedad en los medios, y aun así, las autoridades de Jalisco han sido indolentes y poco claras en la información del ilícito; deben dejar de lado la opacidad e informar puntualmente de los avances en la investigación, pues la pretensión de que el caso se enfríe no es buena para nadie. La impunidad es el mejor aliciente para reincidir.

Todos los días, en México, el número de agresiones en las escuelas es verdaderamente alarmante, y los números no mienten. Según cifras de la OCDE, a nivel secundaria nuestro país ocupa el primer sitio en el mundo en cuanto a los casos por acoso escolar.

La urgencia para atender este cáncer social es impostergable, pues el futuro es aterradoramente sombrío. Asumir por parte de los padres, los maestros, las autoridades y la sociedad en su conjunto una conducta preventiva, es dar un paso firme en el camino de la legalidad, de la sana convivencia y de la solución en su raíz, para tan complejo y por ahora desbordado, gravísimo problema social.

No esperemos a que ocurran más muertes como la de Jonathan, si lo permitimos, corremos el riesgo de que cualquier día el hogar enlutado pueda ser el de algún familiar o conocido, o incluso, dolorosamente… el nuestro.

Mi abrazo solidario y lleno de cariño para los papás y familia de esa inocente víctima, cuya vida fue truncada en el umbral de un amanecer promisorio… sin razón alguna, sólo con… sangre.

STATU QUO POLÍTICO.

El presidente Enrique Peña Nieto envío al Senado su propuesta para que Monte Alejandro Rubido García, ocupe el cargo de secretario ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública. Quien se desempeña desde el sexenio pasado como titular del Cisen posee amplia experiencia en temas de seguridad.

Previa ratificación de la cámara alta, el licenciado en Derecho por la UNAM, tiene ante sí una enorme y delicada tarea, sin embargo cuenta con más de 30 años de trabajo en áreas de seguridad y eso le da un buen capital para desempeñar con éxito su labor. Así que le deseamos buena suerte.

Autor: Benjamín Torres Uballe; prohibida la reproducción total o parcial a través de cualquier medio con fines de lucro sin la autorización por escrito del autor.


LOS INTOCABLES LÍDERES OBRERO

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¿Qué?, porque los trabajadores están jodidos, ¿yo también debo estarlo?
Joaquín Gamboa Pascoe
En 1988 a pregunta de una reportera


“La ley nos obliga a todos por igual y nadie puede estar por encima de ella”. Categórico, el presidente Enrique Peña Nieto lo dijo en su mensaje a la nación, el pasado 27 de febrero. Se refería, sin llamarla por su nombre, a la maestra Elba Esther Gordillo, capturada horas antes en el aeropuerto de Toluca.
Transcurrido el impacto por el “sorpresivo” y quirúrgico arresto de La Maestra, y habérsele decretado posteriormente el auto de formal prisión, ya cuando la euforia popular por el derrumbe de la “villana favorita” empieza a amainar, las preguntas de la sociedad y los medios han empezado a manifestarse con insistencia.

¿Quién sigue ahora? Es el cuestionamiento recurrente. Y los nombres desfilan como en una pasarela con una precisión envidiable. Las redes sociales son la herramienta de comunicación preferida y la más poderosa para que no escape a la memoria ninguno de los posibles candidatos para convertirse ignominiosamente en el “siguiente” líder incómodo.

Carlos Romero Deschamps, secretario general del STPRM, quien ha declarado estar tranquilo y con las manos limpias, encabeza por abrumadora mayoría las preferencias de los mexicanos para que el también senador priista se convierta en “el que sigue”, en la mira del, de pronto rápido y eficaz, sistema judicial en la nueva administración peñista.

Razones no le faltan a los mexicanos con el señor Deschamps, quien se ha esforzado con un ímpetu desbordante para demostrar que La Maestra no es sino una mera aprendiz. Sin embargo, los que detallo a continuación califican con amplios méritos para ser incluidos en tan exclusiva y exquisita lista de “líderes intocables”, precisando que como algunos ya pasaron a mejor vida, sólo están incluidos en forma honoraria y como mera referencia histórica:

Luis N. Morones (finado), Joaquín Hernández Galicia, La Quina, Salvador Barragán Camacho (finado), Fidel Velázquez (finado), Leonardo Rodríguez Alcaine, La Güera, cuñado de los reporteros (finado), Napoleón Gómez Urrutia, Víctor Flores Morales, Martín Esparza y Joaquín Gamboa Pascoe, este último autor de la célebre frase con la que inicio la columna, en respuesta a una reportera en 1988 -según lo refiere El Universal-, cuando lo cuestionó si no era un insulto que un líder obrero llegara en autos de lujo a la CTM. “Qué le pasa, ¿qué?, porque los trabajadores están jodidos, ¿yo también debo estarlo? Le salió del alma al aquel entonces líder de la Federación de Trabajadores del Distrito Federal (FTDF), y definía de forma absoluta la manera en que piensan y sienten los inmaculados líderes sindicales. Simplemente los trabajadores les importan nada.

Y el señor Dechamps es, sin duda, el ejemplo más representativo de esos nefastos dirigentes sindicales que viven a expensas de las cuotas obreras, del tráfico de influencias, de la necesidad del trabajador, y que han hecho de la “tranza” diaria su modus vivendi.

La ostentación obscena y cínica de los recursos obtenidos inmoralmente por los “caudillos del sindicalismo” muestra a rajatabla su escasa inteligencia, pero sobre todo la pobreza de valores y la nula solidaridad para con sus agobiados agremiados.

Hay que recordarle al señor Gamboa Pascoe, veinticinco años después, que sí, que los insultos hacia el trabajador están no sólo en los carros de lujo, especialmente en los Ferrari Enzo edición limitada, sino en los yates, en las mansiones en Las Lomas, en El Pedregal, en Tepoztlán, en un edificio de cinco pisos en Cancún, o en un rancho en Hidalgo con caballos pura sangre, en los relojes Audemars Piguet, o en los groseros y perversos lujos con los cuales se exhiben en las redes sociales los juniors de estos “próceres” del sindicalismo mexicano.

No existe líder sindical pobre, ninguno. Todos llegan con el mismo y único fin: enriquecerse hasta la saciedad, y no les importan los medios para lograrlo. Pero en el camino del saqueo van dejando un rastro con huellas indelebles de sus raterías, y lo hacen de la manera más burda porque se saben impunes, lo cual es cierto en tanto no cometan el error de oponerse al sistema, como en su tiempo lo hizo La Quina y ahora La Maestra.

El presidente Peña Nieto advirtió en su participación durante la XXI Asamblea Nacional del PRI: “No hay intocables. El único interés que protegeré es el interés nacional”. Frase con un fuerte aroma a reprimenda y amenaza para todos aquellos que pretendan salir del redil.

Son nuevos tiempos en México, diferentes. La sociedad está más politizada y sensible al actuar del nuevo gobierno. Es por ello de vital importancia que Peña Nieto se conduzca con absoluta congruencia en su tarea de gobernar, y que así como las instancias judiciales actuaron con una rapidez inusual y asombrosa en el caso de la ex lideresa del SNTE, lo haga con la numerosa cantidad de rufianes disfrazados de líderes sindicales, y cuyos nombres son del dominio popular.

Una golondrina no hace verano, dice el refrán, así que el encarcelamiento de La Maestra no cambia la calidad de la justicia mexicana, ni la percepción que en el país se tiene de hacer política. Nuestro señor Presidente tendrá que ser aún más contundente en la aplicación de la justicia con los Deschamps, los Flores Morales, los Napoleón Gómez, los Gamboa Pascoe, los Hernández Juárez, los Esparza, pero también con los Granier, los Moreira, los Marín, y tantos más que por cuestión de espacio es imposible mencionar. ¿Verdad que sí hay intocables?, y ni siquiera se esconden, están a la vista de todos. Entonces, ¿quién es el siguiente? ¿Acaso El Químico?…


STATU QUO POLÍTICO.

Trascendió que el condenable y cobarde ataque al Diario de Juárez y a las instalaciones del Canal 44, en Chihuahua, pudo haber sido motivado por un pleito entre personal de seguridad del fraccionamiento de San Marcos y los reporteros de los dos medios cuando éstos cubrían un incendio en el sitio. Las investigaciones deben llegar al fondo y castigar a los culpables. El gobernador César Duarte ha realizado un buen trabajo para disminuir la violencia en el estado, así que acciones como ésas no deben quedar impunes.

Por cierto, con el voto a favor del PRI, PAN Y PVEM, en el Senado fue aprobado en comisiones el plan energético del presidente Enrique Peña Nieto. Manuel Bartlett ahora del PT fue la voz opositora, ¿tendrá la autoridad moral para ello?.

Autor: Benjamín Torres Uballe; prohibida la reproducción parcial o total a través de cualquier medio con fines de lucro sin la autorización por escrito del autor.



TABASCO: ALÍ BABÁ Y... ANDRÉS GRANIER

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De indignación y frustración es el ánimo de los tabasqueños al enterarse a través del gobernador, Arturo Núñez Jiménez, de las condiciones paupérrimas en que dejaron las arcas del estado los probos señores de la administración anterior encabezada por el priista Andrés Granier Melo.

El mandatario perredista informó que la deuda del estado asciende a 17 mil 737 millones de pesos, y no a 10 mil 135, como lo reportó en noviembre su antecesor, por lo cual existe una cantidad por aclarar mayor a 7 mil millones de pesos. Sin embargo, puntualizó que dicha cifra no es definitiva, ya que sólo corresponde a la primera etapa de la entrega-recepción del gobierno estatal.

A escasos dos meses de haber asumido la gubernatura, Núñez culpó directamente a Granier de haber solapado el desfalco. Dijo: “es claro que hubo negligencia, corrupción y desorden, por lo cual ellos deben dar cuenta”, y precisó: “no voy a encubrir a nadie por muy compadre que sea, ya que las relaciones privadas son de otro ámbito, y por encima de todo está la ley”. Esto, debido a que él y Andrés Granier fueron compañeros y amigos en tiempos en que aquel militó en el PRI.

Pero la magnitud del saqueo no para ahí. El titular del gobierno tabasqueño reveló también que las autoridades anteriores le notificaron de mil cien millones de pesos sin documentos comprobatorios, dizque porque se robaron un camión con la documentación. Vaya, falta de inteligencia para elegir una mejor excusa, pues ésta, además de burda, es absolutamente increíble.

A lo anterior hay que agregar el gravísimo hecho de que partidas federales “fueron indebidamente retiradas de las cuentas donde el gobierno federal depositó los recursos por un total de mil 918 millones 597 mil 977 pesos, de los cuales 1 mil 226 millones de ellos están asignados a Salud. Por lo pronto, el “extravío” del dinero ya tuvo consecuencias negativas, pues el fin de año los hospitales padecieron una fuerte crisis por la carencia de tales recursos.

El cúmulo de tropelías realizado por Granier y su banda de malhechores no debe quedar en la impunidad. Hoy nadie puede pretender esconderse en la desgastada falacia de “esto es una cacería de brujas, o una revancha política”. Tabasco enfrentará en los próximos años, como consecuencia del saqueo, dificultades mayúsculas, principalmente en sectores tan neurálgicos como salud, agua potable, seguridad pública y transporte urbano.

Ya el gobernador de la entidad declaró que cuenta con el apoyo del gobierno federal para intentar solucionar el asunto en la parte financiera y también en lo que corresponde a las investigaciones de las faltas administrativas y delitos; dijo que, incluso, tienen perfectamente identificados con nombres y apellidos a los responsables que autorizaron, firma de por medio, dichas transferencias a otras cuentas de donde finalmente desaparecieron.

Y no crea, amigo lector, que es todo. ¡No!. Falta señalar que a proveedores y acreedores se les adeudan 2 mil 230 millones 452 mil 343 pesos desde el año pasado, y que no fueron incluso presupuestados por los priistas para el 2013.

La frase de “actuaremos hasta las últimas consecuencias” en contra de los culpables, dicha por Arturo Núñez, no debe quedar sólo en buenas intenciones, debe aplicarse la ley a esa pandilla que se confabuló para saquear al edén del sureste, y cuyo capo disfruta en Miami el cuantioso botín.

Tanta suciedad en los políticos mexicanos, sin importar su color partidista, es intolerante y constituye una ofensa perenne para los mexicanos, en su mayoría tan necesitados de los satisfactores elementales para una vida digna. La manera obscena e inmoral en que se benefician todos aquellos actores, beneficiarios de la política nacional, lastima inmisericordemente a la sociedad mexicana; que lo hagan impunemente, es una burla descarada y cínica.

Larga es la lista de hechos de corrupción no sólo en el bello Tabasco. La Estela de Luz, las deudas millonarias en numerosos municipios, los contratos en la CFE y Pemex, la opacidad con que se manejó la construcción de los segundos pisos, la negativa del jefe de gobierno y los delegados a informar de su situación patrimonial, son únicamente algunas de las perlas en la vastedad del fértil campo de la corruptela en México.

En el sexenio pasado Felipe Calderón navegó de a muertito con la demagoga frase de “las manos limpias”, lo cual desde luego fue una más de sus mentiras, pues su gobierno solapó numerosos actos de corrupción, como lo ha confirmado en días recientes el informe de la Cuenta Pública 2011, de la Auditoría Superior de la Federación.

La impunidad alienta conductas ilícitas, como las del químico Granier y su equipo de ladrones, pero también aquellas tan cuestionables como las del “góber precioso”, de los profes Bejarano y Moreira, de Carlos Ímaz, del Niño Verde, de Sigrid Arzt en el IFAI, y de los panistas en la vergonzante celeridad con la cual otorgaron permisos para casinos y casas de apuestas, especialmente en la parte final del sexenio calderonista. Así que ningún partido puede considerarse impoluto y mucho menos ninguno de sus integrantes rasgarse las vestiduras.

Los servidores públicos están para eso, servir a la nación y no para servirse de ella, ya bastante obtienen en sueldos y prestaciones como para que le hinquen el diente a los recursos presupuestales cada vez que se les da la gana. Por lo pronto, hay que ver si en verdad existe voluntad política del presidente Peña Nieto para que se investigue y sancione a Granier Melo y secuaces.



STATU QUO POLÍTICO.

1.- En mi columna del pasado 9 de febrero, en este mismo espacio de statu quo político, lo escribí así: “La respetable maestra doña Elba Esther Gordillo insiste en la ridícula necedad de aparecer como una mártir ante sus agremiados; ahora lo hizo con la gran “inteligencia” que posee, para compartirnos su epitafio: “aquí yace una guerrera, como guerrera murió”. Por supuesto que hay que reconocerle su actitud guerrera. La belicosidad con la que ha sabido eternizarse 23 años al frente del SNTE, desde donde ha podido convertirse de una sencilla maestra en Nezahualcóyotl a una acaudalada y envidiada ciudadana que lo mismo reside en su exclusivo departamento de Polanco que en su lujosa casa de Coronado, en Estados Unidos. Nada de pobrezas, ¡eh!, nada de departamentos o casas de interés social como las que habitan la mayoría de los sindicalizados. ¿De dónde provendrá la fortuna de la “maestra”? Estoy seguro que a su gremio le gustaría saberlo… o confirmarlo”

Hoy, ya sabemos de dónde proviene la fortuna de la maestra… también de dónde vino su desgracia…

2.- Movimientos en el grupo parlamentario del PRI en el Senado. A propuesta de su líder Emilio Gamboa Patrón, se eligió a Miguel Romo como nuevo vice coordinador de la fracción; sustituye a Arturo Zamora, que va como secretario de Gobierno en Jalisco.


Autor: Benjamín Torres Uballe; prohibida la reproducción total o parcial a través de cualquier medio con fines de lucro sin la autorización por escrito del autor.


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