miércoles, 1 de junio de 2011

HONDONADA

Abres tu corazón,

nuestras manos se estrechan,

amorosas, perversas, y se buscan, con prisa,

en la hondonada tregua de estos cuerpos ansiosos. /

Lucho indómito pero me vences, me entrego,

cuando escribes en mi ser, letras todas del pausado ¡te amo!

hoy lo olvido todo; promesas, amores, cielos nuevos, mil afanes. /

Cierto es, me gustan más tu mar y atardeceres,

son quietud perenne, inmensidad de sus placeres;

verdad que he intentado, hacer como si no existieras,

de mentirme sí, he ignorado que vivieras. /

Lloré, sí que me lloré, desgraciadas horas negras;

(aciagas mis esperas),

tan que hice del dolor, virtud en otras almas nuevas;

verte abrazada a mí, es brisa y primavera,

entregada sí, ¿algo más, la vida me debiera?


Autor: Benjamín Torres Uballe; prohibida la reproducción total o parcial
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