Me miro tan vivo
en tus seductores ojos lindos,
en el vórtice toral,
en la esencia de tu vida.
Tu cuerpo desnudo,
canto liberador del sol rompiéndose en mis manos,
y así vuelas audaz en inevitados sueños
que anhelaste desde lejos.
Escuchas mi voz llorar todas las soledades,
regocijo emocional, los pasos tuyos verdaderos.
Mi camino es reiniciar, esencial tus voluntades.
Mueves de una vez el sentir del Universo,
enamorada que estás, te reinventas en mi pecho.
Impensadas odas y caricias, en nuestro andar total,
en esa pausa invernal, es a ti, en que me entrego.
Callada la tarde, nos baña con su tránsfuga luz perdida
y triste porque tienes que marcharte,
y así, otra vez, espejismo de mi mente, del recuerdo,
de alegórico, inequívoco, el recuento...
Autor: Benjamín Torres Uballe; prohibida la reproducción total o parcial a través de cualquier medio con fines de lucro sin la autorización por escrito del autor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario