lunes, 25 de marzo de 2013

EL HARTAZGO DE LA VIOLENCIA

Artículo.

Felipe Calderón pateó el avispero del crimen organizado y ya no lo pudo controlar en todo su sexenio. Hay voces incondicionales que aún defienden a ultranza su política en materia de seguridad, y desde luego que están en su derecho. Sin embargo, lo que no han podido hacer, a pesar de intentarlo afanosamente, es convencer a sus críticos y a la población de que los miles de muertos eran necesarios en la lucha contra los diversos cárteles. Por el contrario, la enorme mayoría de los mexicanos la considera una estrategia a todas luces fallida.

El oropel y fanfarrias con las cuales las autoridades calderonistas presentaban a los dizque “principales cabecillas” –siempre eran “principales cabecillas”-, aprehendidos en esa guerra contra los malosos, era un paupérrimo espectáculo que lejos de aportar información veraz, sólo sirvió para exacerbar la violencia y convertirse en mera apología de los criminales. El sistema de comunicación social del panista fracasó estrepitosamente, terminando por erosionarse y hundirse en la incredulidad y hartazgo de sus gobernados.

Hoy la administración de Enrique Peña Nieto ha cambiado radicalmente la táctica para informar a la sociedad mexicana de los hechos relacionados con la hasta ahora incontenible violencia de los grupos criminales. La nueva “táctica” consiste, como usted, amigo lector, ya lo notó, en que no existe información alguna. Sí, así es, ha optado por no presentar a los medios informativos a ningún detenido que tenga que ver con la delincuencia organizada.

La violencia en el país no ha disminuido ni un ápice. El ciudadano común y corriente está convencido de que, en la actualidad, los niveles de virulencia son iguales o mayores a los de la administración de Calderón, y eso lo tiene, además de horrorizado, cansado y debilitado, no sólo mental, sino físicamente. Hartado de escuchar en los noticiarios, de enterarse a través de las poderosas redes sociales de los cotidianos sucesos delictivos en la mayor parte del territorio nacional: Coahuila, Durango, Guerrero, Tamaulipas, Sinaloa, Nuevo León y el Estado de México, destacan en la aportación de acontecimientos sangrientos.

El martes 19 -en que escribo esta columna- ha sucedido a temprana hora una escalada más de violencia en Coahuila: en Monclova, los tiroteos (tres en total) empezaron a las 8 de la mañana, en los cuales hubo bloqueos de avenidas principales. Las escuelas suspendieron clases y el gobierno estatal recomendó a la ciudadanía no salir de sus casas. El saldo fue de dos muertos y un herido. En Reynosa, los combates entre Los Zetas y el cártel de Sinaloa paralizaron la ciudad y se contabilizaron siete muertos. En la población de Otzoloapan en el Estado de México, la Secretaría de Seguridad Ciudadana confirmó un enfrentamiento de sus elementos, apoyados por fuerzas castrenses, contra presuntos miembros de La Familia Michoacana, de los cuales fueron abatidos diez. Toda esta barbarie en un solo día.

La pesadilla cotidiana de la violencia nos ha colocado a los mexicanos en un duelo permanente y en un hartazgo de tal magnitud que quisiéramos olvidarnos de él, desear que jamás hubiese sucedido. Lamentablemente es una repugnante realidad en la que muy poco colabora el hecho de que el gobierno peñista no informe con claridad y oportunidad de este trascendental tema. Así como el priista le ha entrado de lleno con éxito a otras tareas vitales, así es que debe también definir una estrategia de comunicación, pues ante la ausencia de ella las redes sociales suplen esa función, aunque no siempre con la mejor intención y veracidad.

Dejar de mencionar el tema de la narcoviolencia en los discursos y declaraciones oficiales no la elimina; por el contrario, genera muchas suspicacias, y la “rumorología” contribuye únicamente a desinformar y conformar escenarios que en ocasiones no corresponden a la realidad. Necesario es, entonces, evitar caer en la obstinación e instrumentar una estrategia de comunicación social que, además de inteligente, sea pronta y veraz. En Los Pinos hay profesionales con experiencia y talento para implementarla. Esperamos que no hagan oídos sordos. La sociedad mexicana no peca de ignorante, sino de noble y aguantadora, pero no hay que jalar demasiado el hilo, porque pudiera romperse y esto no conviene a nadie en absoluto. Lamentablemente el hartazgo convive hace ya tiempo en el ánimo de los mexicanos.

EL TRABAJO INFANTIL

La explotación laboral infantil es una puya en la conciencia de la humanidad, un tema tan escabroso y complejo como inmoral. Muchos países y empresas poseen un sombrío historial en esa vergonzosa actividad. México no es la excepción. Existen niños trabajando en las calles, en la Central de Abastos, lavando carros, vendiendo billetes de lotería, periódicos, o recolectando desperdicios en los tiraderos, sólo por mencionar algunos ejemplos.

Las cifras testimonian la magnitud de la tragedia de los niños explotados laboralmente. Según la Fundación Telefónica, en América Latina hay 14 millones de niños y niñas entre 5 y 17 años en situación de trabajo infantil, lo cual representa 10% del total en ese rango de edad (141 millones). De ellos, 9.4 millones realizan trabajos que son considerados peligrosos y amenazan su integridad física y psicológica. Es un verdadero infierno el que viven los infantes, en lugar de estar en la escuela o hacer lo que corresponde a su edad: vivir dignamente su infancia.

El pasado jueves se llevó a cabo en la ciudad de México el IV Encuentro Internacional contra el Trabajo Infantil, que tiene como objetivo principal la erradicación de la explotación laboral de los menores en América Latina. El encuentro estuvo apoyado por la UNESCO, la OIT, y el Gobierno del Estado de México; la realización estuvo a cargo de Fundación Telefónica. Felicidades a todos los organizadores.


STATU QUO POLÍTICO.

Por cierto, en el evento comentado en el párrafo anterior vi muy contenta a la ex primera dama Margarita Zavala, dirigiendo y moderando una de las mesas de trabajo. Parece que nada le acongoja, lucía muy serena, los asistentes la recibieron bien.

Autor: Benjamín Torres Uballe; prohibida la reproducción total o parcial a través de cualquier medio con fines de lucro sin la autorización por escrito del autor.



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benjamintorres.columna@hotmail.com

EL BULLYING Y JONATHAN (Q.E.P.D.)

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El pasado lunes me enteré de la muerte del niño Jonathan “N”, de siete años, en el estado de Jalisco. Según las versiones de sus padres, “Beto”, un compañero de clases de la misma edad, hundió la cabeza de Jonathan en la taza del baño en varias ocasiones para obligarlo a que le entregara el dinero que traía en los bolsillos.

A consecuencia del salvaje e injustificable hecho, los pulmones del niño se infectaron con la materia fecal del retrete, lo que finalmente ocasionó su muerte después de haber sufrido tres paros respiratorios. El macabro bullying había cobrado otra víctima.

Esto es un acto de barbarie tal que nos afrenta y avergüenza como sociedad, y que exhibe ignominiosamente el grado de descomposición social por la falta de una educación sólida construida por valores desde el seno familiar.

De acuerdo con testimonios, la agresión ocurrió en la escuela primaria Valentín Gómez Farías de la comunidad de Encinillas, y mencionan que no era la primera vez que “Beto” agredía a un niño de su salón. Si esto ya había sucedido, surgen inmediatamente preguntas: ¿Por qué las autoridades del plantel escolar no tomaron las medidas preventivas necesarias para corregir la conducta del presunto agresor y proteger al resto de los condiscípulos? ¿Por qué ocultaron el suceso?, ¿acaso quisieron evitar el escándalo? Y los padres de “Betito”, ¿cuál fue su actuar en todo esto?

La licenciada en Trabajo Social, Isabel Gómora, accedió a conversar sobre el espinoso asunto del bullying: “Los acosadores escolares normalmente padecen conductas disruptivas que se originan en su núcleo primario. La mayoría proviene de familias disfuncionales y padres golpeadores, por lo que replican en la escuela el modelo conductual aprendido”. –Desde su experiencia, ¿cuál es la solución?- “Definitivamente en el ámbito familiar, en la corresponsabilidad de padres comprometidos con los hijos y su educación, pero también de las autoridades y sociedad”

Para abundar en la materia, vía telefónica solicité la opinión del senador perredista Mario Delgado Carrillo, quien ha sido uno de los escasos políticos preocupados y ocupados en este delicado y aberrante tema, quien incluso, desde el Senado, impulsa la creación de la Ley General para la Prevención de la Violencia en el Entorno Escolar. Esto fue lo que dijo: “En este lamentable caso de Jonathan, la información no es muy clara, ya que como en otros, la reacción primaria es tal vez pretender ocultar información”.

“El acoso escolar nos lleva a la necesidad de abrir los ojos ante una realidad que está presente”. –Y Delgado Carrillo abundó: “la violencia que vive el país se está filtrando a los hogares, por eso cobra relevancia que en las familias se insista en la cultura de paz hacia los demás”.

Y el también presidente de la Comisión del Distrito Federal del Senado pone el dedo en la llaga, pues la acción salvaje, incendiaria y enfermiza del bullying puede y debe tener castigo para quien lo ejecuta, pero también a quienes lo propician, alientan y ocultan, sea en los planteles escolares o en los hogares. No hay excusa que justifique en modo alguno el demencial comportamiento, ya que éste no surge de modo espontaneo de un día para otro. Entonces, ignorar las conductas anormales de los “acosadores”, además de inmoral, es convertirse irremediablemente en cómplice de un hecho delictivo.

La familia, como célula de la sociedad, es donde radica la solución al deleznable bullying. Nada de complacencias y mucho menos de tolerar la violencia en el hogar, pues normalmente ésta suele acompañar en la mochila, con todos los demonios que la conforman, a los estudiantes sin importar la edad, sexo, religión, condición social o preferencia sexual. El antídoto se encuentra en la máxima de un mexicano ilustre: “el respeto al derecho ajeno es la paz”.

Hoy, el muy triste caso de Jonathan ha cobrado notoriedad en los medios, y aun así, las autoridades de Jalisco han sido indolentes y poco claras en la información del ilícito; deben dejar de lado la opacidad e informar puntualmente de los avances en la investigación, pues la pretensión de que el caso se enfríe no es buena para nadie. La impunidad es el mejor aliciente para reincidir.

Todos los días, en México, el número de agresiones en las escuelas es verdaderamente alarmante, y los números no mienten. Según cifras de la OCDE, a nivel secundaria nuestro país ocupa el primer sitio en el mundo en cuanto a los casos por acoso escolar.

La urgencia para atender este cáncer social es impostergable, pues el futuro es aterradoramente sombrío. Asumir por parte de los padres, los maestros, las autoridades y la sociedad en su conjunto una conducta preventiva, es dar un paso firme en el camino de la legalidad, de la sana convivencia y de la solución en su raíz, para tan complejo y por ahora desbordado, gravísimo problema social.

No esperemos a que ocurran más muertes como la de Jonathan, si lo permitimos, corremos el riesgo de que cualquier día el hogar enlutado pueda ser el de algún familiar o conocido, o incluso, dolorosamente… el nuestro.

Mi abrazo solidario y lleno de cariño para los papás y familia de esa inocente víctima, cuya vida fue truncada en el umbral de un amanecer promisorio… sin razón alguna, sólo con… sangre.

STATU QUO POLÍTICO.

El presidente Enrique Peña Nieto envío al Senado su propuesta para que Monte Alejandro Rubido García, ocupe el cargo de secretario ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública. Quien se desempeña desde el sexenio pasado como titular del Cisen posee amplia experiencia en temas de seguridad.

Previa ratificación de la cámara alta, el licenciado en Derecho por la UNAM, tiene ante sí una enorme y delicada tarea, sin embargo cuenta con más de 30 años de trabajo en áreas de seguridad y eso le da un buen capital para desempeñar con éxito su labor. Así que le deseamos buena suerte.

Autor: Benjamín Torres Uballe; prohibida la reproducción total o parcial a través de cualquier medio con fines de lucro sin la autorización por escrito del autor.


LOS INTOCABLES LÍDERES OBRERO

Artículo.

¿Qué?, porque los trabajadores están jodidos, ¿yo también debo estarlo?
Joaquín Gamboa Pascoe
En 1988 a pregunta de una reportera


“La ley nos obliga a todos por igual y nadie puede estar por encima de ella”. Categórico, el presidente Enrique Peña Nieto lo dijo en su mensaje a la nación, el pasado 27 de febrero. Se refería, sin llamarla por su nombre, a la maestra Elba Esther Gordillo, capturada horas antes en el aeropuerto de Toluca.
Transcurrido el impacto por el “sorpresivo” y quirúrgico arresto de La Maestra, y habérsele decretado posteriormente el auto de formal prisión, ya cuando la euforia popular por el derrumbe de la “villana favorita” empieza a amainar, las preguntas de la sociedad y los medios han empezado a manifestarse con insistencia.

¿Quién sigue ahora? Es el cuestionamiento recurrente. Y los nombres desfilan como en una pasarela con una precisión envidiable. Las redes sociales son la herramienta de comunicación preferida y la más poderosa para que no escape a la memoria ninguno de los posibles candidatos para convertirse ignominiosamente en el “siguiente” líder incómodo.

Carlos Romero Deschamps, secretario general del STPRM, quien ha declarado estar tranquilo y con las manos limpias, encabeza por abrumadora mayoría las preferencias de los mexicanos para que el también senador priista se convierta en “el que sigue”, en la mira del, de pronto rápido y eficaz, sistema judicial en la nueva administración peñista.

Razones no le faltan a los mexicanos con el señor Deschamps, quien se ha esforzado con un ímpetu desbordante para demostrar que La Maestra no es sino una mera aprendiz. Sin embargo, los que detallo a continuación califican con amplios méritos para ser incluidos en tan exclusiva y exquisita lista de “líderes intocables”, precisando que como algunos ya pasaron a mejor vida, sólo están incluidos en forma honoraria y como mera referencia histórica:

Luis N. Morones (finado), Joaquín Hernández Galicia, La Quina, Salvador Barragán Camacho (finado), Fidel Velázquez (finado), Leonardo Rodríguez Alcaine, La Güera, cuñado de los reporteros (finado), Napoleón Gómez Urrutia, Víctor Flores Morales, Martín Esparza y Joaquín Gamboa Pascoe, este último autor de la célebre frase con la que inicio la columna, en respuesta a una reportera en 1988 -según lo refiere El Universal-, cuando lo cuestionó si no era un insulto que un líder obrero llegara en autos de lujo a la CTM. “Qué le pasa, ¿qué?, porque los trabajadores están jodidos, ¿yo también debo estarlo? Le salió del alma al aquel entonces líder de la Federación de Trabajadores del Distrito Federal (FTDF), y definía de forma absoluta la manera en que piensan y sienten los inmaculados líderes sindicales. Simplemente los trabajadores les importan nada.

Y el señor Dechamps es, sin duda, el ejemplo más representativo de esos nefastos dirigentes sindicales que viven a expensas de las cuotas obreras, del tráfico de influencias, de la necesidad del trabajador, y que han hecho de la “tranza” diaria su modus vivendi.

La ostentación obscena y cínica de los recursos obtenidos inmoralmente por los “caudillos del sindicalismo” muestra a rajatabla su escasa inteligencia, pero sobre todo la pobreza de valores y la nula solidaridad para con sus agobiados agremiados.

Hay que recordarle al señor Gamboa Pascoe, veinticinco años después, que sí, que los insultos hacia el trabajador están no sólo en los carros de lujo, especialmente en los Ferrari Enzo edición limitada, sino en los yates, en las mansiones en Las Lomas, en El Pedregal, en Tepoztlán, en un edificio de cinco pisos en Cancún, o en un rancho en Hidalgo con caballos pura sangre, en los relojes Audemars Piguet, o en los groseros y perversos lujos con los cuales se exhiben en las redes sociales los juniors de estos “próceres” del sindicalismo mexicano.

No existe líder sindical pobre, ninguno. Todos llegan con el mismo y único fin: enriquecerse hasta la saciedad, y no les importan los medios para lograrlo. Pero en el camino del saqueo van dejando un rastro con huellas indelebles de sus raterías, y lo hacen de la manera más burda porque se saben impunes, lo cual es cierto en tanto no cometan el error de oponerse al sistema, como en su tiempo lo hizo La Quina y ahora La Maestra.

El presidente Peña Nieto advirtió en su participación durante la XXI Asamblea Nacional del PRI: “No hay intocables. El único interés que protegeré es el interés nacional”. Frase con un fuerte aroma a reprimenda y amenaza para todos aquellos que pretendan salir del redil.

Son nuevos tiempos en México, diferentes. La sociedad está más politizada y sensible al actuar del nuevo gobierno. Es por ello de vital importancia que Peña Nieto se conduzca con absoluta congruencia en su tarea de gobernar, y que así como las instancias judiciales actuaron con una rapidez inusual y asombrosa en el caso de la ex lideresa del SNTE, lo haga con la numerosa cantidad de rufianes disfrazados de líderes sindicales, y cuyos nombres son del dominio popular.

Una golondrina no hace verano, dice el refrán, así que el encarcelamiento de La Maestra no cambia la calidad de la justicia mexicana, ni la percepción que en el país se tiene de hacer política. Nuestro señor Presidente tendrá que ser aún más contundente en la aplicación de la justicia con los Deschamps, los Flores Morales, los Napoleón Gómez, los Gamboa Pascoe, los Hernández Juárez, los Esparza, pero también con los Granier, los Moreira, los Marín, y tantos más que por cuestión de espacio es imposible mencionar. ¿Verdad que sí hay intocables?, y ni siquiera se esconden, están a la vista de todos. Entonces, ¿quién es el siguiente? ¿Acaso El Químico?…


STATU QUO POLÍTICO.

Trascendió que el condenable y cobarde ataque al Diario de Juárez y a las instalaciones del Canal 44, en Chihuahua, pudo haber sido motivado por un pleito entre personal de seguridad del fraccionamiento de San Marcos y los reporteros de los dos medios cuando éstos cubrían un incendio en el sitio. Las investigaciones deben llegar al fondo y castigar a los culpables. El gobernador César Duarte ha realizado un buen trabajo para disminuir la violencia en el estado, así que acciones como ésas no deben quedar impunes.

Por cierto, con el voto a favor del PRI, PAN Y PVEM, en el Senado fue aprobado en comisiones el plan energético del presidente Enrique Peña Nieto. Manuel Bartlett ahora del PT fue la voz opositora, ¿tendrá la autoridad moral para ello?.

Autor: Benjamín Torres Uballe; prohibida la reproducción parcial o total a través de cualquier medio con fines de lucro sin la autorización por escrito del autor.



TABASCO: ALÍ BABÁ Y... ANDRÉS GRANIER

Artículo.

De indignación y frustración es el ánimo de los tabasqueños al enterarse a través del gobernador, Arturo Núñez Jiménez, de las condiciones paupérrimas en que dejaron las arcas del estado los probos señores de la administración anterior encabezada por el priista Andrés Granier Melo.

El mandatario perredista informó que la deuda del estado asciende a 17 mil 737 millones de pesos, y no a 10 mil 135, como lo reportó en noviembre su antecesor, por lo cual existe una cantidad por aclarar mayor a 7 mil millones de pesos. Sin embargo, puntualizó que dicha cifra no es definitiva, ya que sólo corresponde a la primera etapa de la entrega-recepción del gobierno estatal.

A escasos dos meses de haber asumido la gubernatura, Núñez culpó directamente a Granier de haber solapado el desfalco. Dijo: “es claro que hubo negligencia, corrupción y desorden, por lo cual ellos deben dar cuenta”, y precisó: “no voy a encubrir a nadie por muy compadre que sea, ya que las relaciones privadas son de otro ámbito, y por encima de todo está la ley”. Esto, debido a que él y Andrés Granier fueron compañeros y amigos en tiempos en que aquel militó en el PRI.

Pero la magnitud del saqueo no para ahí. El titular del gobierno tabasqueño reveló también que las autoridades anteriores le notificaron de mil cien millones de pesos sin documentos comprobatorios, dizque porque se robaron un camión con la documentación. Vaya, falta de inteligencia para elegir una mejor excusa, pues ésta, además de burda, es absolutamente increíble.

A lo anterior hay que agregar el gravísimo hecho de que partidas federales “fueron indebidamente retiradas de las cuentas donde el gobierno federal depositó los recursos por un total de mil 918 millones 597 mil 977 pesos, de los cuales 1 mil 226 millones de ellos están asignados a Salud. Por lo pronto, el “extravío” del dinero ya tuvo consecuencias negativas, pues el fin de año los hospitales padecieron una fuerte crisis por la carencia de tales recursos.

El cúmulo de tropelías realizado por Granier y su banda de malhechores no debe quedar en la impunidad. Hoy nadie puede pretender esconderse en la desgastada falacia de “esto es una cacería de brujas, o una revancha política”. Tabasco enfrentará en los próximos años, como consecuencia del saqueo, dificultades mayúsculas, principalmente en sectores tan neurálgicos como salud, agua potable, seguridad pública y transporte urbano.

Ya el gobernador de la entidad declaró que cuenta con el apoyo del gobierno federal para intentar solucionar el asunto en la parte financiera y también en lo que corresponde a las investigaciones de las faltas administrativas y delitos; dijo que, incluso, tienen perfectamente identificados con nombres y apellidos a los responsables que autorizaron, firma de por medio, dichas transferencias a otras cuentas de donde finalmente desaparecieron.

Y no crea, amigo lector, que es todo. ¡No!. Falta señalar que a proveedores y acreedores se les adeudan 2 mil 230 millones 452 mil 343 pesos desde el año pasado, y que no fueron incluso presupuestados por los priistas para el 2013.

La frase de “actuaremos hasta las últimas consecuencias” en contra de los culpables, dicha por Arturo Núñez, no debe quedar sólo en buenas intenciones, debe aplicarse la ley a esa pandilla que se confabuló para saquear al edén del sureste, y cuyo capo disfruta en Miami el cuantioso botín.

Tanta suciedad en los políticos mexicanos, sin importar su color partidista, es intolerante y constituye una ofensa perenne para los mexicanos, en su mayoría tan necesitados de los satisfactores elementales para una vida digna. La manera obscena e inmoral en que se benefician todos aquellos actores, beneficiarios de la política nacional, lastima inmisericordemente a la sociedad mexicana; que lo hagan impunemente, es una burla descarada y cínica.

Larga es la lista de hechos de corrupción no sólo en el bello Tabasco. La Estela de Luz, las deudas millonarias en numerosos municipios, los contratos en la CFE y Pemex, la opacidad con que se manejó la construcción de los segundos pisos, la negativa del jefe de gobierno y los delegados a informar de su situación patrimonial, son únicamente algunas de las perlas en la vastedad del fértil campo de la corruptela en México.

En el sexenio pasado Felipe Calderón navegó de a muertito con la demagoga frase de “las manos limpias”, lo cual desde luego fue una más de sus mentiras, pues su gobierno solapó numerosos actos de corrupción, como lo ha confirmado en días recientes el informe de la Cuenta Pública 2011, de la Auditoría Superior de la Federación.

La impunidad alienta conductas ilícitas, como las del químico Granier y su equipo de ladrones, pero también aquellas tan cuestionables como las del “góber precioso”, de los profes Bejarano y Moreira, de Carlos Ímaz, del Niño Verde, de Sigrid Arzt en el IFAI, y de los panistas en la vergonzante celeridad con la cual otorgaron permisos para casinos y casas de apuestas, especialmente en la parte final del sexenio calderonista. Así que ningún partido puede considerarse impoluto y mucho menos ninguno de sus integrantes rasgarse las vestiduras.

Los servidores públicos están para eso, servir a la nación y no para servirse de ella, ya bastante obtienen en sueldos y prestaciones como para que le hinquen el diente a los recursos presupuestales cada vez que se les da la gana. Por lo pronto, hay que ver si en verdad existe voluntad política del presidente Peña Nieto para que se investigue y sancione a Granier Melo y secuaces.



STATU QUO POLÍTICO.

1.- En mi columna del pasado 9 de febrero, en este mismo espacio de statu quo político, lo escribí así: “La respetable maestra doña Elba Esther Gordillo insiste en la ridícula necedad de aparecer como una mártir ante sus agremiados; ahora lo hizo con la gran “inteligencia” que posee, para compartirnos su epitafio: “aquí yace una guerrera, como guerrera murió”. Por supuesto que hay que reconocerle su actitud guerrera. La belicosidad con la que ha sabido eternizarse 23 años al frente del SNTE, desde donde ha podido convertirse de una sencilla maestra en Nezahualcóyotl a una acaudalada y envidiada ciudadana que lo mismo reside en su exclusivo departamento de Polanco que en su lujosa casa de Coronado, en Estados Unidos. Nada de pobrezas, ¡eh!, nada de departamentos o casas de interés social como las que habitan la mayoría de los sindicalizados. ¿De dónde provendrá la fortuna de la “maestra”? Estoy seguro que a su gremio le gustaría saberlo… o confirmarlo”

Hoy, ya sabemos de dónde proviene la fortuna de la maestra… también de dónde vino su desgracia…

2.- Movimientos en el grupo parlamentario del PRI en el Senado. A propuesta de su líder Emilio Gamboa Patrón, se eligió a Miguel Romo como nuevo vice coordinador de la fracción; sustituye a Arturo Zamora, que va como secretario de Gobierno en Jalisco.


Autor: Benjamín Torres Uballe; prohibida la reproducción total o parcial a través de cualquier medio con fines de lucro sin la autorización por escrito del autor.


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jueves, 28 de febrero de 2013

LAS SOMBRAS

El silencio redobla aquí, solitario y roto,
como canto perdido del cielo mudo.

Han muerto las horas que estaban cautivas.
Los gritos del alma son lágrimas vivas y oscuras.

El ánima guarda en su vuelo posada de invierno.
Flores cansadas dilatan su tiempo, inertes, vencidas.

Con prisa marchan las sombras; quieren estar solas.
Dos manos sedientas agrietan los años.
(Trémulo y viejo alguien muere en las borrascas)

Ojos ciegos del Sol, cobrizos y derrotados,
les duelen las noches vencidas de sus hermanos.

Arde la pira hambrienta de los callados;
ceniza de sangre implora en el escarnio.

Locos en la tarde roja lloran los hombres, al infrahumano
más huellas se pierden en la ceniza del barro.

Inmensidad es la insondable ciénaga de la desesperanza,
tósigo el canto efímero de números y letras.

Anda, en el andar perdido. Odio, marchita flor de sangre.
En la aridez, el pensamiento fallece;
es vano e impuro, alarde en torrente.

¡Ay, las flores, los cantos, las tardes, las risas!
Los niños, el viento… yo mismo, ¡ay, la vida!
Perdida en lamentos, llorada sin duelos.


Autor: Benjamín Torres Uballe; prohibida la reproducción total o parcial a través de cualquier medio con fines de lucro sin la autorización por escrito del autor.



LOS DEMONIOS DE LA CORTE

Artículo.

La semana pasada, don Alejandro Martí, presidente de México SOS, volvió a “restregar” en las conciencias de los respetables e intachables ministros de la Suprema Corte su actuar sesgado en el caso de la secuestradora Florence Cassez, lo cual sentó un precedente que, además de inmoral, es terriblemente peligroso. Sucede que ahora uno de los secuestradores de Pedro Galindo, esposo de María Elena Morera -la presidenta de Causa en Común-, después de doce años de juicio se amparó “porque le violaron sus garantías”, de acuerdo con lo dicho por su abogado.

Vía Twitter, el señor Martí señaló: “Le violaron sus garantías”, ¡después de 12 años del juicio…! según su abogado. Se abrió la posibilidad! Gracias, Suprema Corte de Justicia!” “Habrá que preguntarle a los ministros Olga Sánchez Cordero, Arturo Zaldívar, y Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, su opinión sobre los demonios que desataron” (sic). Esto en relación directa con el fallo de los ministros mencionados, y que tuvo como consecuencia la liberación de la delincuente francesa.

El efecto Cassez, tal como lo advirtieron especialistas en derecho y diversos sectores de la sociedad, ha iniciado su secuela de perversión. El comienzo de la pesadilla se da con el amparo interpuesto por el mencionado secuestrador Pedro Sánchez González. ¿Cuántos casos más se vislumbran en este absurdo jurídico detonado por la Corte Suprema de nuestro país?

Sucede que en México, las víctimas del hampa no sólo viven bajo la angustia e indefensión total provocada por tales granujas, sino en la opacidad, corrupción e ineficacia de las autoridades judiciales. La señora Morera aseguró que la acción del mencionado secuestrador vino después del fallo de la Suprema Corte de Justicia de la Nación en el caso de la criminal francesa.

Ha transcurrido un mes desde la cuestionada decisión de los ministros, y la pregunta es: ¿habrán tenido ya el tiempo suficiente para reflexionar acerca de su lamentable resolución? ¿Estarán conscientes del nefasto e incendiario antecedente que colocaron en la justicia mexicana?

La respuesta es obvia y la conocemos perfectamente los mexicanos, sin embargo, ésta no puede inscribirse dentro del espíritu del buen actuar y la esencia de la justicia. La realidad de los hechos, como consecuencia del deleznable ejercicio del servicio público, es contundente e irrefutable: simplemente se ubican en el deterioro y regresión de la aplicación de la justicia en el país.

Es muy probable que las críticas y condenas de los mexicanos a los insignes señores de la Corte que votaron a favor de la liberación de la tristemente célebre ciudadana gala poco les importe. Viven en un mundo totalmente diferente al de la gran mayoría de los mexicanos. En una burbuja que los mantiene alejados de la realidad cotidiana de millones de sus compatriotas. Tienen asignados sueldos y prestaciones que les permiten mirar despectivamente a la ley sobre el hombro.

A pesar del reciente espaldarazo que el pasado día 19 le dio la devaluada organización Human Rights Watch, al reconocer el “trabajo” de la SCJN en favor del debido proceso penal y la protección a los derechos humanos, el desprestigio sigue ahí. El reconocimiento que otorgan esos mercenarios de los derechos humanos es absolutamente irrelevante al carecer de autoridad moral. Más aún, el Índice de Percepción de la Corrupción en el Sector Público 2012, publicado en su portal web por Transparencia Internacional, informa de la realidad: México ocupa el lugar 105 en 176 países alrededor del mundo, donde 1 es el menos corrupto y el 176 muy corrupto.

La tan cacareada aplicación de la justicia se ha quedado en eso, y ha dejado a su paso una vez más el reguero de tropelía y parcialidad. Así que sólo nos queda desearles buena suerte y mucho dinero a la señora Morera y su esposo para que enfrenten con probabilidad de éxito la batalla legal que están librando estoicamente contra la banda criminal, y en especial al hampón que recién se amparó y quien pretende un “amparo VIP tipo Cassez”. Esperaremos para saber qué instrucciones recibe la Corte.



MORELOS: LA RIFA DEL TIGRE.

Cuando Graco Ramírez tomó posesión el pasado mes de octubre como gobernador del estado de Morelos, seguramente conocía el alarmante nivel de violencia imperante y la complejidad para darle solución.

Hoy los hechos parecen haber rebasado la capacidad de respuesta del gobernador, y ponen en duda si realmente tiene y ejerce el poder para gobernar. Las preguntas surgen luego de la “confusión” por parte de la policía estatal, en la cual atacaron y balearon el convoy donde viajaba el procurador morelense, “accidente” en el que murieron tres de los escoltas del procurador.

A los pocos días, unos sujetos pretendieron “coincidentemente” robar la camioneta del padre del procurador; las autoridades dijeron que se trató de un simple intento de robo de automóvil.

La semana pasada un comando irrumpió en una fiesta de alumnos -al parecer de la UNAM-, hiriendo a tres de ellos y robando al menos tres autos, dinero, celulares, más diversas pertenencias. La Policía Preventiva de Cuernavaca arribó al lugar una hora después del ilícito, así lo admitió el secretario de Seguridad Municipal, Víctor Hugo Valdés, quien culpó a la Secretaría de Seguridad Pública por no haberle avisado al momento de los hechos a través del C4.

En justificaciones y cuidarse se le va el tiempo a Graco Ramírez. En tanto, la erosión de la seguridad en el alguna vez apacible Morelos avanza inexorablemente. Por lo pronto, el pasado día 19, por primera vez admitió en Cuautla que ante el clima de inseguridad y violencia que se vive en el estado ha tenido que realizar reajustes en la estrategia de seguridad. Para complicar el panorama, ya empiezan a plantarse en el futuro del mandatario perredista algunos grupos de “autodefensa” en ciertas regiones de Morelos. ¿Soportará la presión de las manos que mecen la cuna? Esperaremos para ver de qué está hecho el señor gobernador.



STATU QUO POLÍTICO.

Vaya estate-quieto que le asestó Manlio Fabio Beltrones al tránsfuga gobernador de Guerrero, Ángel Aguirre Rivero, en respuesta a las declaraciones de éste en el sentido de que Beltrones “es un represor” y “hay que ver de dónde viene”. El coordinador de los diputados priistas no se anduvo con medias tintas, y de manera lapidaria contestó: “Yo no personalizo ninguna discusión. Primero me voy a enterar si estaba sobrio, para saber en qué condiciones pudo emitir una declaración tan irresponsable”. ¿Qué le parece, amigo lector, el nivel de la política en el país?


CULTURA.

La Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería, en su edición XXXIV, es una magnífica opción para este fin de semana en la ciudad de México. Ofrece una generosa variedad de eventos culturales. Estado invitado: Quintana Roo. La sede es el Palacio de Minería, en Tacuba No. 5, Centro Histórico. Admisión general $20.00; estudiantes, maestros e INAPAM $15.00. Estará abierta hasta el 4 de marzo de 2013.





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Autor: Benjamín Torres Uballe; prohibida la reproducción total o parcial a través de cualquier medio con fines de lucro sin la autorización por escrito del autor.

viernes, 22 de febrero de 2013

LAS MÁSCARAS Y CAPUCHAS DE LA IMPUNIDAD

Artículo.

En nuestro país y en el mundo han existido, desde épocas muy remotas, las máscaras y capuchas, las cuales se han usado con diversos fines: caza, guerra, religión, diversión, muerte y maldad.

Mundialmente, qué decir de las capuchas de los verdugos, o de las terroríficas usadas por los anormales y detestables miembros del Ku Klux Klan. El cine Hollywoodense también se ha ocupado del tema, películas como: La Máscara de Hierro, con Leonardo di Caprio, y La Máscara, con Jim Carrey, entre muchas, dan cuenta de la fascinación del hombre por tan polémico accesorio.

En México han sido varios los célebres usuarios de máscaras. El más popular, desde luego, el inolvidable luchador Santo, El enmascarado de Plata, y su archienemigo Blue Demon. De los recientes destacan por su popularidad La Parka y Místico.

El uso de máscaras en la república mexicana está muy arraigado en la cultura; basta visitar el Museo de Antropología e Historia o leer acerca de las diversas culturas prehispánicas para recordar cómo ocupan desde épocas distantes un lugar relevante en sus ritos de vida y muerte. Un ejemplo muy descriptivo lo vemos en la “Danza de los viejitos”, en Michoacán, o los Parachicos en Chiapa de Corzo; en ambas se entiende la relevancia de esas cubiertas.

Es precisamente en el estado chiapaneco, y ya en tiempos modernos donde fortalecen su popularidad las máscaras a través de un pariente cercano: el pasamontañas. En 1994 el Subcomandante Marcos, del EZLN, aparecía invariablemente en sus peroratas ante los medios con un pasamontañas cubriéndole el rostro.

Cuando Enrique Peña Nieto juró como Presidente de la República el pasado 1 de diciembre, una horda de vándalos causó actos de violencia que rayaron en el terrorismo; ocultaban sus rostros tras paliacates, máscaras, algunos incluso usaron máscaras antigases. Las imágenes de la barbarie pudieron ser vistas a través de la televisión e internet en la nación y en el mundo entero.

Los responsables de la violencia en el corredor Madero-Juárez, y en los alrededores de la Cámara de Diputados están en libertad, ya sea porque las autoridades no los identificaron o porque los liberaron debido a presiones e intereses políticos. En la Asamblea Legislativa prefirieron modificar inmoralmente, convenencieramente, de forma expedita la ley en la ciudad de México para solapar a los transgresores y dejarlos sin el castigo que merecían.

La sociedad mexicana continúa preguntándose dónde quedó el estado de derecho, la justicia, la obligación irrestricta de garantizar la seguridad a los habitantes de la ciudad y sus bienes. ¿Qué explicación dieron las autoridades capitalinas a todos aquellos propietarios de los muchos comercios que fueron violentados, si es que acaso la anarquía tiene explicación y justificación?

Pero las autoridades no han entendido su falla. Muestran un pavor casi patológico para aplicar decididamente la ley, y continúan tropezándose con la misma piedra de la indolencia. Ante la ineficacia del Estado en materia de seguridad, han aparecido en Guerrero y Oaxaca los llamados “Grupos de Autodefensa” y las policías comunitarias; eso sí, todos sus elementos con las caras cubiertas por capuchas o máscaras.

Y por si lo anterior fuera poco, la semana pasada “estudiantes” del CCH Naucalpan -donde por cierto las autoridades del colegio han aceptado que se distribuye droga-, después de violentos disturbios en el plantel, encabezaron la toma violenta de la Dirección General del Colegio de Ciencias y Humanidades, en Ciudad Universitaria. Los “indefensos e inocentes jovencitos” escondían sus caras bajo máscaras, pañuelos y paliacates. Lo que no tuvieron fue recato alguno en demostrar el delincuencial salvajismo para apoderarse de las instalaciones universitarias, y destrozar lo que se les vino en gana, pues sabían de antemano que se movían en las turbias aguas de la creciente impunidad.

Una vez más las autoridades, tanto civiles como universitarias, faltan a su tarea de aplicar la ley en este penoso caso que se ha ganado el repudio absoluto de la comunidad universitaria. Ya ofrecieron a los pillos encapuchados retirar las denuncias levantadas en su contra por la toma de las instalaciones, amén de no ejercer represalias hacia ninguno de ellos, es decir, el mensaje que envían es el de solapar y alentar el caos mediante la impunidad.

Si negociar con delincuentes ya es ilegal y oprobioso, hacerlo con ellos cuando se esconden tras de una capucha o máscara es rehuir en definitiva al estado de derecho, es darle la bienvenida a la anarquía y a la ingobernabilidad.

Es cierto que la UNAM, a través de sus autoridades, se ha apresurado a condenar los actos porriles y a ofrecer dialogar con los rufianes disfrazados de estudiantes; pero se requiere algo más que un bonito discurso, se precisa una acción decidida, y aclaro que no hablo de represión, en absoluto, sino simplemente aplicar la ley y evitar que la impunidad siga en línea creciente.

A quienes sentimos un enorme aprecio y respeto por la UNAM nos ha dolido profundamente presenciar en los medios electrónicos ver cómo unos zánganos que se oponen al progreso educativo y cultural del país destruían el inmueble y el mobiliario, agredían cobardemente a trabajadores y estudiantes. Los costos de la destrucción al patrimonio universitario se pagarán del presupuesto que se le asigna a la universidad, es decir, de los impuestos que usted y yo pagamos con mucho esfuerzo.

México no necesita de máscaras diabólicas para ser una mejor nación. Las ideas y propuestas deben manifestarse en los cauces legales, en la libertad del debate de los individuos, de su inteligencia y de su espíritu, sí,… que por la raza mexicana hable el espíritu. Jamás la violencia.


STATU QUO POLÍTICO.

Con la asistencia del presidente Enrique Peña Nieto, el próximo lunes 18 se llevará a cabo la XLIV reunión ordinaria de la Conago, donde el gobernador de Chihuahua, César Duarte, entregará la estafeta de la Conferencia Nacional de Gobernadores. Sus colegas consideran que realizó buen trabajo al frente del organismo. Ojalá que el próximo dirigente, sin importar su filiación partidista, trabaje con el mismo ahínco y en beneficio del país.



@BTU15

DON LUIS WALTON ABURTO Y EL ACAPULCO VIOLENTO. (O UNAS LÁGRIMAS DE COCODRILO)

Artículo.

El nombre de “La Perla del Pacífico” definía con absoluta precisión al paradisiaco balneario mexicano cuya fama a nivel mundial era incuestionable. Entre los años 1950 y 1970 alcanzó su punto más alto de “glamour”. Los miembros del llamado jet set vacacionaban en Acapulco, contraían matrimonio, filmaban películas y algunos hasta adquirían espectaculares casas con vista a la espléndida bahía. Las estrellas mexicanas de la época contribuyeron a la exquisita fama del puerto al hacerlo su punto de reunión social. Agustín Lara fue el más “descarado”; se inspiró ahí para escribir su famosa canción “María Bonita” dedicada a la Doña.

Para el habitante de la ciudad de México era toda una aventura ir de vacaciones con la familia, o viajar para la luna de miel, y en esos años quién no se escapaba algún fin de semana con los amigos para recorrer cuanto centro nocturno fuera posible, tomarse todas las cubas libres que el cuerpo aguantara, e intentar el “ligue” con alguna “gringa” voluptuosa y calenturienta.

Eran años dorados. Estar en el famoso Acapulco era verdaderamente entrar en el paraíso, con su clima edénico, el mar seductor abrazado por sus hermosas playas, y como inigualables anfitriones, su maravillosa gente porteña, atenta, servicial y cálida.

¿Dónde quedó entonces aquel esplendoroso Acapulco, remanso de diversión sana, de apacibles caminatas por la costera, de crepúsculos interminables, de romanticismo perenne y extático para todos quienes lo visitábamos?

Desde hace varios años la violencia irrumpió, al parecer en forma definitiva, en el siempre bravo estado de Guerrero, acentuándose en años recientes con la manifestación incontenible del llamado “crimen organizado”, el cual ha regado de cadáveres, sin compasión alguna, la región, y muy dolorosamente Acapulco no ha sido la excepción. Al contrario, el pasado día 7 del mes en curso, el Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y Justicia Penal AC, a través de su portal web, ubicó al otrora paraíso del Pacífico en el segundo sitio del ranking mundial de las 50 ciudades más violentas.

El hartazgo de la población guerrerense llegó al límite. En ciertas comunidades de la Costa Chica y La Montaña aparecieron desde 1995 los denominados “movimientos de autodefensa” y las “policías comunitarias”. Recientemente en El Mesón, del municipio de Ayutla de los Libres, la comunidad se erigió en tribunal popular para juzgar mediante usos y costumbres a 53 personas, es decir, harán justicia por su propia mano. Ante esto, algunas ONG y colegios de abogados ya alertaron en el sentido de que Guerrero se ha convertido en un estado fallido. Y es precisamente aquí donde puede estar una de las respuestas al declive de Acapulco. La falta de aplicación de justicia ha exacerbado a las víctimas, y en Guerrero se han encendido desde hace tiempo los focos rojos, aunque el señor gobernador Ángel Heladio Aguirre Rivero intente minimizar el hecho.

Un acto cobarde y despreciable sucedido la madrugada del pasado domingo 4 de febrero en un búngalo en el poblado Alfredo V. Bonfil, en la Zona Diamante de Acapulco, confirma la inseguridad: 6 turistas españolas fueron abusadas sexualmente por cinco sujetos armados. Esto es un drama tremendo y una vergüenza para el país. Sin embargo, para el alcalde de Acapulco, Luis Walton Aburto, “esto sucede en cualquier parte del mundo, no sólo en Acapulco”. Tal es la ignorancia, arrogancia y desfachatez de este insensible “político”. De nada sirvieron sus posteriores disculpas por tan desafortunada declaración.

Al ilustre señor Luis Walton Basurto le brota por todos los poros del cuerpo la necesidad inmediata para que alguno de sus colaboradores o asesores le explique minuciosamente que: la globalización no aplica en modo alguno en el deleznable delito del abuso de mujeres, es decir, que no porque suceda en cualquier parte del mundo, también debe acontecer en Acapulco. Tampoco estaría de más enterarlo del conocido adagio: “mal de muchos, consuelo de… ”, o incluso de la frase del filósofo inglés Francis Bacon: “un hombre no es sino lo que sabe”.

El Operativo Guerrero Seguro ha generado sólo resultados parciales, sin embargo, la violencia no ha sido erradicada en el estado ni en Acapulco. El cobro de piso, extorsión y secuestro son los delitos más recurrentes que caen como plaga maldita, principalmente sobre los acapulqueños.

Acapulco vive prácticamente del turismo. En la actualidad, más del nacional, pues el extranjero ha migrado a destinos como Cancún, Los Cabos y Puerto Escondido, entre otros. Los tres niveles de gobierno tienen la ineludible obligación de restaurar la seguridad en el destino de playa más popular en México. De nada sirven las cuasi lágrimas del señor presidente municipal solicitando ayuda al gobierno federal si no comienzan él, y el gobernador del estado, Ángel Heladio Aguirre Rivero, a dejar de comportarse como un par de frívolos políticos tránsfugas, y toman en serio la noble tarea de gobernar a esa maravillosa parte de la república mexicana, tarea que hasta el día de hoy por los resultados mostrados les ha quedado demasiado grande. Cuánta razón tiene don Alejandro Martí: “si no pueden, renuncien”.



STATU QUO POLÍTICO.

La respetable maestra doña Elba Esther Gordillo insiste en la ridícula necedad de aparecer como una mártir ante sus agremiados; ahora lo hizo con la gran “inteligencia” que posee, para compartirnos su epitafio: “aquí yace una guerrera, como guerrera murió”. Por supuesto que hay que reconocerle su actitud guerrera. La belicosidad con la que ha sabido eternizarse 23 años al frente del SNTE desde donde ha podido convertirse de una sencilla maestra en Nezahualcóyotl a una acaudalada y envidiada ciudadana que lo mismo reside en su exclusivo departamento de Polanco que en su lujosa casa de Coronado, en Estados Unidos. Nada de pobrezas, ¡eh!, nada de departamentos o casas de interés social como las que habitan la mayoría de los sindicalizados. ¿De dónde provendrá la fortuna de la “maestra”? Estoy seguro que a su gremio le gustaría saberlo… o confirmarlo.

# YO SOY FLORENCE CASSEZ

Artículo.

A los eruditos ministros de la Corte Olga Sánchez Cordero, Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena y Arturo Zaldívar les fue prácticamente imposible ocultar la camiseta que traían bajo la toga. La leyenda en ella parecía ser la siguiente: #Yo Soy Florence Cassez.

Acerca de esta humillación para todos los mexicanos se han escrito ríos de tinta en todos los medios mexicanos y franceses. Es un tema delicado per se. Durante décadas, la impartición de justicia ha representado una de las mayores vergüenzas para la nación entera. Los encargados de su aplicación la prostituyeron a través del tiempo hasta convertirla en deplorable mercancía de segunda mano, y por años la han ofertado a quien pueda pagarla.

No debería entonces sorprendernos la cuestionada conducta de los señores magistrados que votaron a favor de la liberación de madame Cassez, ya que sólo representan la parte final del tortuoso camino judicial en el caso de la ciudadana francesa.

Escudarse inmoralmente en argucias legaloides, simplemente hunde más en el fango de la deshonra a quienes tuvieron la responsabilidad, y la incumplieron, de dar a cada quien lo que se merece. El gran escritor mexicano Carlos Fuentes decía que “hay formas del prestigio que lo abarcan todo”. Es evidente que los doctos ministros no conocen la contundente frase.

El ominoso comportamiento del Poder Judicial ha sido cuestionado por la sociedad mexicana de manera recurrente hasta perder la cuenta. Hoy lastimosamente demuestra a plenitud su sometimiento a otro poder: el Ejecutivo, a pesar de negarlo y de intentar grotescamente justificar lo que a todas luces es injustificable.

Los mexicanos sabemos que la señora Cassez no puede presumir de inocente. La Corte no la amparó por ser inocente, como ella pregonó a su llegada a Francia, sino por “violaciones graves a los derechos de presunción de inocencia y debido proceso”, así que no sólo es una presunta secuestradora, también una consumada y vulgar mentirosa.

El gobierno francés montó un circo mediático para recibir a la Cassez, y celebrar el hecho de que al fin se salió con la suya; también, a que su contraparte mexicana haya cedido a la presión gala. De nada tienen que vanagloriarse en aquel país. Es una desvergüenza mayúscula que reciban como heroína a una detestable delincuente.

En cuanto a los culpables del vodevil montado para mostrar a los medios la aprehensión de la “estrella franchute”, ¿seguirán en la acostumbrada impunidad? El superpolicía del sexenio pasado Genaro García Luna y su protector y jefe, don Felipe Calderón Hinojosa, no pueden salir incólumes, aunque se oculten en Miami y Harvard, después del tenebroso y fallido montaje que “organizaron” plagado con tan hilarantes y tremendas pifias, que finalmente causaron la excarcelación de Cassez.

Las víctimas claman justicia, pero sus voces continúan extraviadas en el laberinto inextricable del sistema judicial mexicano. Cometieron el error más grande e imperdonable con el que se puede nacer en nuestro país: ser pobres, y ser pobres significa padecer o morirse de hambre, ser marginado socialmente e invariablemente ser excluido de lo más decoroso para el ser humano: la libertad y la justicia.

El pueblo mexicano ha repudiado la decisión de la Corte. Si bien la enorme mayoría de nosotros ignoramos el complicado lenguaje del Derecho, también es cierto que conocemos uno mejor que resiste la más rigurosa de las pruebas éticas: el de la probidad. Y en esto los mexicanos han basado su decisión inapelable para declarar culpables a todos aquellos que participaron en el “show Cassez”: la policía, los jueces, los ministros, Televisa, e incluso algún despistado comunicador con ínfulas quijotescas.

Nunca antes fue más cierta y absoluta la sentencia “Vox populi, vox Dei”, misma que les debe pesar como tremenda losa a los respetados ministros de la Corte. Entonces, de nada sirve que intenten otorgarse a sí mismos un amparo liso y llano; el pueblo ha dicho.

Como epílogo de este ejercicio periodístico y, únicamente (lo aclaro), con propósitos reflexivos, dejo las siguientes líneas con el mayor de los respetos a los multicitados señores ministros: “Yo veo un México con hambre y con sed de justicia… un México de gente agraviada, de gente agraviada por las distorsiones que imponen a la ley quienes deberían de servirla”. Las palabras de Luis Donaldo Colosio a 19 años de su cobarde asesinato aún siguen vigentes y retumbando en las conciencias de todos aquellos que ejercen torcidamente la impartición de justicia en nuestro querido México.



STATU QUO POLÍTICO.

Más violencia.

La ola de violencia en el país continúa de manera desenfrenada. Todos los días hay asesinatos en el territorio nacional, pero en el Estado de México la situación es verdaderamente crítica, de tal forma que el Ejército patrulla las calles de municipios como Atizapán, Huixquilucan Naucalpan, Tlalnepantla, y refuerza la seguridad en Ecatepec y Nezahualcóyotl. En la capital mexiquense el problema no es menor y agentes federales realizan rondines en la ciudad. Ante tanta anarquía y sangre, el jefe de Gobierno del Distrito federal está muy activo para poner en acción su plan Escudo Centro, en el que pretende lograr la adhesión de los gobernadores del Estado de México, Hidalgo y Morelos; incluso se habla también de los de Guerrero y Querétaro. ¡Alto a la violencia!

Cultura.

Para atemperar las malas noticias, les sugiero visitar la exposición del talentoso caricaturista michoacano Rogelio Naranjo, Naranjo, denominada Vivir en la raya. La sede es el Centro Cultural Universitario Tlatelolco de la UNAM, del 24 de enero a finales de julio de este año. El costo es de 30.00 pesos y es sencillamente digna de verse.

martes, 29 de enero de 2013

LA CIUDAD DEL CONOCIMIENTO Y LA CULTURA: ¿UNA UTOPÍA?


…detrás de los prodigiosos hechos económicos
se oculta el rugiente y poderoso motor del cambio:
la tecnología.

Alvin Toffler

El Shock del Futuro


 

Artículo

“México ha perdido competitividad, capacidad de crecimiento mayor, porque hemos perdido capacidad para ser más productivos”. Contundente fue el diagnóstico del presidente Enrique Peña Nieto el pasado día 17 del mes en curso en el estado de Hidalgo, al dar inicio al proyecto: Pachuca, Ciudad del Conocimiento y la Cultura.


Nada nuevo descubrió el primer mandatario en su señalamiento. Lo han sabido durante sexenios sus antecesores, incluidos los panistas, y todos prefirieron evadir el tema o “enfrentarlo” con la acostumbrada y perniciosa retórica populista, pues en tan tremenda ignorancia y frivolidad consideraron que la ciencia no es un “producto” políticamente rentable.

Lo rescatable de tales declaraciones es la aceptación clara, sin cortapisas, del grave problema que afecta al país en materia de ciencia y tecnología desde hace décadas. El tema es extremadamente complejo, ya que su origen es multifactorial. Inicia con la deficiente educación que se imparte a los alumnos durante su vida escolar, donde las escuelas primarias y secundarias están en condiciones deplorables, y los maestros, salvo muy honrosas excepciones, pasan buena parte de su horario laboral en paros y marchas ordenadas por sus nefastos líderes sindicales.

En los niveles medio superior y superior la situación no mejora mucho. El IPN y la UNAM, principalmente, realizan una tarea verdaderamente loable, pero los recursos presupuestales que les asignan cada año son, a todas luces, insuficientes para atender la demanda de la población estudiantil que requiere acceso a sus planteles. Incluso, los programas que ofertan ambas instituciones deben ser revisados escrupulosamente, y de ser necesario, reorientados a las necesidades que México precisa para competir en el mundo actual. Es decir, el sistema educativo debe preparar integralmente profesionistas de elite, hoy se requieren más ingenieros e investigadores en las diversas áreas tecnológicas, y menos licenciados que, lamentablemente, debido a la saturación y obsolescencia de las carreras profesionales cursadas, en un alto número terminan engrosando las cifras del desempleo, trabajando como taxistas o en el comercio informal, lo que representa, además de la frustración, una inversión inútil en su educación por parte del Estado.

La iniciativa privada también ha colaborado de manera rotunda en el rezago productivo. Por años se acostumbraron a la protección del mercado interno, a la no competencia. Innovación, desarrollo y capacitación fueron conceptos en los que no estuvieron dispuestos a invertir un peso. A excepción de algunas exitosas empresas, la mayoría se conformaba con sus ventas domésticas. Por ello, cuando se abrieron las fronteras por los diversos tratados comerciales, inexorablemente iniciaron sus penurias.

El gobierno, como rector de la economía en el país, tiene la principal e ineludible responsabilidad de generar la estructura legal, social, económica y comercial para que México transite en el camino correcto hacia la tan necesaria e impostergable modernidad. La nación padece enormes y severas carencias ancestrales que podrían no sólo ser paliadas, sino superadas definitivamente mediante políticas claras e innovadoras que alienten en forma definitiva la inserción en el exigente y competido mundo global.

Un mal gobierno se constituye como una ignominiosa rémora en el desarrollo y bienestar de cualquier pueblo cuando esos gobernantes se dedican a implantar onerosos e inútiles programas sociales consistentes en dádivas para la población, en lugar de invertir en una eficaz infraestructura educativa, de justicia, de ciencia, tecnología e innovación, a través de la cual se incentive, entre otros, la creación de industrias manufactureras y de servicios, lo cual redundaría necesariamente en fuentes de empleo mejor pagadas, lo que a su vez detonaría un círculo virtuoso para fortalecer el raquítico mercado interno.

El porcentaje del PIB que México dedica a ciencia y tecnología es de tan sólo 0.44%, y aunque para este año 2013 aumentó a 0.49%, aún es insuficiente y muy lejano al 1% que por lo menos debe asignarse a ese rubro, según lo indica el artículo 9 bis de la Ley de Ciencia y Tecnología.

En México, la educación escolar de calidad es prohibitivamente cara y quien pretende cursarla debe pagarla, lujo que únicamente pueden adquirir los miembros de la clase pudiente y eventualmente mediante un esfuerzo que raya casi en el sacrificio, una mínima parte de la población de otros estratos sociales. La diferencia en el abanico de oportunidades entre los egresados del sistema educativo público y las escuelas privadas de alto nivel son inmensas, y es el propio presidente del Ejecutivo una clara muestra de ello: proviene de la Universidad Panamericana y del Tecnológico de Monterrey, dos de las escuelas más caras en el país.

La educación es poder, y en la República Mexicana simple y llanamente existe, al igual que en otros sectores, un abismo infranqueable entre quienes tienen acceso mediante la educación a la ciencia y tecnología y quienes no. El Estado tiene la obligación inaplazable para que todo mexicano tenga acceso a ellas, ya que es un derecho inalienable. Es indiscutible que alumnos de excelencia los hay en cualquier universidad; la diferencia no es de capacidad, sino de la infraestructura a la que tienen acceso.

El mexicano es verdaderamente talentoso, creativo, como el que más. Así lo demuestra día a día, pero es necesario dotarlo de las herramientas necesarias para que explote al máximo su portentosa inteligencia; cuando así sucede, lo vemos destacar en cualquier disciplina: en la ciencia, en las artes (en ambas tenemos Premio Nobel), en el deporte, como empresarios, como ejecutivos, en fin, en cualquier disciplina. Sin embargo, es aquí donde se manifiesta uno de los más condenables yerros del Estado; a los investigadores, y científicos, simplemente lejos de incentivarlos y reconocer su trabajo, los ignoran, dejan que vayan a otros países donde los emplean y aprecian su valía laboral.

En la actualidad, México es el país miembro de la OCDE que menos invierte en ciencia y tecnología, y lo enfatizó el rector de la UNAM, José Narro Robles: “México tiene una deuda histórica con la pobreza y la desigualdad. Creemos que sólo será posible saldar esa deuda si se fortalece la inversión en ciencia, tecnología e innovación”.

Ojalá que el proyecto de la Ciudad del Conocimiento y la Cultura no sea uno más y se quede como siempre en palabras vacías e inútiles, en el oropel perverso del discurso hueco y electorero. El gobierno priista tiene la oportunidad única de redimirse ante la nación en este tema de capital importancia para todos los mexicanos, de quienes la gran mayoría no sólo tiene hambre física, también de justicia, educación, empleo, y por supuesto, de cultura.


STATU QUO POLÍTICO.

A propósito de cultura, el PRD demuestra una vez más su desinterés por ella. Ahora es el delegado en la Miguel Hidalgo, Víctor Hugo Romo, quien desdeña la encomiable labor del escritor y periodista René Avilés Fabila en el Museo del Escritor. Pronto terminará el comodato que por cinco años le otorgaron en el local que ahora ocupa. Si el delegado actúa con probidad, inteligencia y sensibilidad política, apoyará el desarrollo del museo y le asignará un lugar decoroso.


Autor: Benjamín Torres Uballe; prohibida la reproducción parcial o total a través de cualquier medio con fines de lucro sin la autorización por escrito del autor.

jueves, 10 de enero de 2013

DRAGON MART: ¿LA OFICIALIZACIÓN DE LA INVASIÓN CHINA?

Artículo

Cuando adquirimos o usamos una computadora, chamarra, desarmador, la serie para el árbol de Navidad, el teléfono para la casa, el celular, tenis, reloj, baterías, foco ahorrador de energía, refrigerador, horno de microondas, juguetes, es decir, prácticamente todo aquello que de manera cotidiana forma parte de nuestro entorno en el hogar o en nuestro centro de trabajo, nos encontramos con la muy famosa leyenda: “Made in China”, frase a la que lamentablemente nos hemos acostumbrado, principalmente en las últimas dos décadas.

China, como todos lo sabemos, pasó de ser una economía cerrada a una con presencia en prácticamente todos los países del mundo. Su Producto Interno Bruto creció a porcentajes muy elevados y constantes, aun por arriba de las naciones más industrializadas que paradójicamente hoy enfrentan serios problemas económicos y sociales como consecuencia de sus lamentables e inmorales excesos, amén del irresponsable desorden en sus finanzas; simplemente gastaron lo que no habían generado.

El llamado “gigante asiático” desarrolló la extraordinaria habilidad para acumular reservas monetarias excepcionales, recursos que de hecho son un instrumento contundente a la hora de negociar y comprar en condiciones ventajosas materias primas a otros países, lo cual, aunado a los subsidios gubernamentales y los paupérrimos salarios de hambre que se pagan en esa nación, le permite llegar con sus productos a los mercados internacionales con precios inferiores a sus costos reales, esto en detrimento de los mercados locales, cuyos efectos perversos no se han hecho esperar: quiebra de empresas y desempleo, son los principales.

Las naciones “tercermundistas” –hoy pomposamente llamadas “economías emergentes”- han acusado el daño de manera inmediata e irreversible, ya que al no contar con tecnología competitiva les es más cómodo comprar que intentar competir, lo cual les resulta imposible. En México, y sólo a manera de ejemplo, basta con abordar el Metro en el DF para ser intimidado por la saturación de mercancía chatarra que se oferta sin recato alguno, o caminar por cualquier calle del Centro para darse cuenta que prácticamente todos los vendedores ambulantes expenden mayormente baratijas chinas.

La perseverancia de los chinos es francamente de resaltar, van a donde sea, donde están los mercados. Aprenden las costumbres de los consumidores locales, se integran a ellos; eso los hace unos competidores difíciles de enfrentar y vencer. Junto a esto, han logrado la transición para producir hoy ya no únicamente baratijas, sino bienes de alta tecnología.

Es precisamente en el tema tecnológico y en la economía de escala donde se mueven con toda comodidad los exportadores asiáticos. Los países técnicamente pobres constituyen sus principales y sumisos clientes.
Tristemente entre éstos se encuentra México.

La república mexicana es un país que nunca invirtió lo suficiente en investigación para desarrollar tecnología propia, sus gobernantes por años consideraron a este rubro poco importante y políticamente nada redituable. Hoy paga el alto costo, pues carece de los recursos técnicos para hacer frente a la oleada china, quien desde hace años pasó como aplanadora sobre la endeble industria mexicana, particularmente en los sectores textil, zapatero, ferretero, mueblero, de autopartes, e iluminación, por mencionar sólo algunos.

Transformado México en uno de sus bastiones de mercaderías en América Latina, China pretende convertir de manera oficial a nuestro país en su bodega en el continente americano, es decir, que de manera descarada, sin inhibición alguna, va por la consumación oficial de la “invasión china” mediante la apertura del megacomplejo comercial Dragon Mart, en Quintana Roo, el cual tiene como meta la exposición permanente y venta al mayoreo de productos chinos, tales como muebles, ferretería, equipo médico, agroindustrial, autopartes y de construcción, en una superficie de 122 mil metros cuadrados, donde se ubicarían 3 mil 040 locales, a lo que habría que agregar la llegada de unos 12 mil chinos relacionados con la operación del proyecto.

El golpe mortal no se hará esperar en el muy corto plazo en la desigual contienda entre “David y Goliat”. Las dificultades para las micro, pequeñas y medianas empresas, que son más del 90% en México, aparecerán irremediablemente en el horizonte, en caso de que el mencionado proyecto sea aprobado sin el análisis riguroso, puntual y objetivo que por lo delicado del caso deben realizar inexcusablemente las autoridades mexicanas en consenso con todas las partes que de una u otra forma pudiesen resultar afectadas.

Por lo pronto, líderes de las diversas cámaras industriales y de comercio, así como académicos y expertos en comercio internacional, han alzado la voz y alertado sobre el inminente peligro de la consumación atroz y aberrante de tan cuestionado proyecto en perjuicio de fuentes de empleo tan urgentemente necesarias en el país.

Cierto es que el país no puede ni debe aislarse de la dinámica actual con la que se mueve el comercio global en el mundo, pero tampoco es aceptable entregar el territorio en una muy dispar e “inocente” cauda de “facilidades” oficiales. Los asiáticos defienden a ultranza su moneda, colocan barreras arancelarias cuando así lo consideran, también sin pudor alguno levantan muros disfrazados de trámites burocráticos, por lo que no pueden invocar la reciprocidad comercial cuando ellos no la ponen en práctica. Por lo tanto, la pregunta fundamental es: ¿debe México tender ilimitadamente y de forma servil el tapete para que los chinos nos sigan vapuleando comercialmente?

Cabe entonces cuestionar al actual gobierno de Enrique Peña Nieto si está dispuesto a pagar el altísimo costo político que implicaría autorizar esta nueva forma de colonización de una potencia extranjera. Y por si acaso en el gabinete aún no le han informado al Presidente las estimaciones de crecimiento en el PIB de ambos países para el 2013, aquí las participamos: México alrededor de 3.4%, China arriba del 8%; en consecuencia, vaya que luce un tanto desigual la competencia entre un peso completo y un peso gallo, ¿no lo cree usted así, amigo lector?

Aunque tan delicado asunto tiene aristas y repercusiones sociales y políticas, no debe juzgarse como un nacionalismo mal entendido, se trata primordialmente de negocios. Astucia, firmeza y estrategia comercial deben predominar para defender la enorme cantidad de empresas y fuentes de empleo que estarían en riesgo, y de las que México hoy, absolutamente, no puede darse el lujo de perder una sola.


Autor: Benjamín Torres Uballe; prohibida la reproducción total o parcial a través de cualquier medio con fines de lucro sin la autorización por escrito del autor.