El poeta es un obrero a manos limpias,
artesano de las letras,
escribidor febril en días sin formas.
Espíritu y voz, su canto al firmamento;
razones, sentimientos, acaso huellas del tiempo.
Soñador, hábil letrista,
Intenso en ritual su sangre,
mira sereno minutos de la tarde.
Dispuesto, viste la piel de sol,
amable, luz eterna ocre, baña su piel
de tonos todos, no hay calor, nada hay,
sólo corazón y la pasión; inacabados,cierto./
Los minutos, tal versos escritos,
peregrinos sin mácula, se alistan en parábola,
ciclo de la vida y se besan ahí con el poeta,
consuman el presente, contumaz capricho,
de irascible tiempo./
Ignorante más que sabio, alquimista cotidiano;
narrativa es su pecado, alas de temor, fulgor inusitado.
Visitador del arrabal en las noches de pecado./
No busca el porqué, sino el camino andado,
procurando el amanecer, no a clamores del pasado;
irreverente, sí lo es, necio soñador avieso.
irredimible ser, de comprensión abstracto./
Omnisciencia, gravitación que obliga,
vagancia en el amor, ¡qué placidez!, su ruina,
desacierto tal vez, persistencia su manía./
El poeta no es frío de invierno,
no huésped del infierno; es sólo mirador de
historias, devorador de copas, perpetuo soñador;
frágil, más frágil que capullos./
El poeta es loco, amoroso, vivaz,
sentimental grandioso,
fracasado estrepitoso,
es hombre…sólo eso.
Al maestro Jaime Sabines con admiración.
también a todos aquellos talentosos poetas que desde el anonimato, nos regalan pedazos de cielo.
Autor: Benjamín Torres Uballe; prohibida la reproducción total o parcial a través de cualquier medio, con fines de lucro, sin la autorización por escrito del autor.
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