Recurrentemente soy,
tan continuamente necio,
remontando tu altivez,
en que aún me llevas (siento).
Cuando escribo,
estoy saciando,
a mi ser en soledades,
donde existo hace tiempo
en el alma de otros aires.
No es la prisa de entender
por qué tu ausencia,
es quizá necesidad,
la razón no es pertenencia.
Cielo libre en que te miro,
recontar las horas claras,
cuando indómitas las rosas
fueron voz de notas altas.
Mira, que ya concibo,
desandar los corazones,
a la nada, sin pensar,
infalibles los amores.
Hoy el canto es más sereno,
más total; resuena a duelo,
y te canto sin hablar,
hoy aquí; llorar, mañana.
Autor: Benjamìn Torres Uballe; prohibida la reproducciòn total o parcial a travès de cualquier medio con fines de lucro, sin la autorizaciòn por escrito del autor.
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